I IV MMXIX
Un recuerdo puede volverse tan efímero conforme el tiempo transcurre y la memoria se pierde en el desgaste.
Yo, me negaba a olvidarlo.
La vida es una construcción creada para creer que tenemos el poder de decidir sobre ella, cuando, el destino, es una gran corriente que nos arrastra fuertemente y día con día hasta el cumplimiento de todos nuestros propósitos, era el mismo destino el que trazaba cada línea, cada unión y cada decepción ocurrida a lo largo de este eterno viaje.
De ser lo contrario, ¿cuándo morimos realmente?
El destino me lo había arrebatado todo.
—¿Por qué compramos todo esto? Sólo seremos tres—. Cuestionó el aquel entonces pelinegro mientras arrastraba el lleno carrito de compras.
—Porque, nunca han tenido una real cena de navidad desde... ¿cuándo? —Un bufido salió desde su boca y sonreí.
—¡Jinhwanie, aquí está el huevo! Creo que así estamos completos para el postre. — Yejin llegaba rápidamente con una cartera de huevo mientras la dejaba en el carrito de compras antes de girarse hasta mí. — ¿Qué más nos falta?
—Humn. — Murmuré repasando mentalmente la lista de compras en el supermercado y comparando con lo que teníamos en el carrito. — Creo que es todo. ¿Tal vez podríamos obtener un poco de ese champagne espumosa sabor manzana?
Otro bufido se hizo presente en la conversación seguido de un Junhoe murmurando lo mucho que llevábamos para la cena de navidad y las pocas personas que comerían.
—¿Por qué está tan gruñón últimamente? No creí que le disgustara tanto la navidad. — Murmuró la chica lo último más para sí misma, pero, fracasando al poder escucharla.
—No lo sé, eres su hermana, deberías saberlo. — Comenté riendo.
—Tu eres su novio, te corresponde esa área. — Mi sonrisa se ensanchó ante ese hecho, alcancé al chico que nos había pasado de largo segundos atrás intentando borrar esa sonrisa de mi rostro fallidamente.
Cada sensación aun recorre mi cuerpo, sintiendo aquel aire sofocante golpeando, la adrenalina subiendo por mis venas, la emoción emanar y aquel sentimiento incomprensible inundándome.
Los últimos meses estaba ardiendo, quemándome tan profundamente, inundándome junto a él, sintiendo como su piel se volvía la mía y quemaba. Quemaba de una manera que me hacía sentir vivo, era el ardor de mi corazón latiendo fuertemente por alguien más que no era yo mismo.
Él, se volvió mi droga favorita.
Su corazón era como un pedazo de carbono sin pulir, podía ser un diamante si se le cuidaba de la manera correcta; y cada día me prometí cuidarlo.
No, no lo había logrado.
Descubrí la profundidad de su mente, me incursioné dentro de él aceptando cada centímetro de sí, amándolo completamente. Porque amarlo no había sido la parte complicada, amarlo era tan sencillo.
Nuestro acercamiento fue más difícil y dificultoso de lo que imaginé en un principio. Jamás habría podido aprovecharme de él, no después de lo que había vivido. Comenzó con pequeñas charlas incomodas luego del primer beso que compartimos, desde ese momento, todo había cambiado de buena manera en ambos.
Mejoró con el tiempo y las largas charlas nocturnas, luego del trabajo, después de nuestra ya usual noche de películas. Aquellas largas y extensas charlas conociéndonos, compartiendo cada sentimiento oculto debajo de todas las capas de piel dañada por el mundo. Cuando sus sueños podían ser realidad ahí, dentro de las cuatro paredes de mi habitación, cuando él podía ser lo que él quisiera sin que nadie lo dañara.

ESTÁS LEYENDO
él
Short Story[ junhwan ] ❝la vida era un karma constante, y [él] estaba destinado a ser el mío.❞ junhwan yaoi ; drama ; angst. 〔luego de la muerte de sus padres, superando todos y cada uno de los obstáculos impuestos por la vida, logrando ser columnista en una d...