Diferentes lados

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Día y noche,
claro y oscuro,
felicidad y tristeza.
Así son mis días.
De día sonrío, "estoy bien, no tienes de qué preocuparte".
Mis amigos son mi refugio; me hacen reír, me levantan el ánimo. Bailo, canto, grito, corro por todos lados, soy normal (bue, quizás esté un poco loca, no lo niego).
De noche... me escondo debajo de mis sábanas, guardo la sonrisa, no hablo con nadie y las lágrimas llegan.
Dejo escapar el dolor que a nadie le muestro.
¿Por qué me pasa esto? Te juro que yo estaba bien.
No hay nada que pueda curarme. ¿Qué es lo que necesito para volver a sonreír?
Estoy preocupada por mí.
Quizás necesite un abrazo. Pero estoy segura que no querrás dármelo.

Lloverá siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora