Cascarita

13 0 0
                                    

Fuiste mi herida. Ahora, eres la costra (o cascarita, como decía mi madre) de mi lastimadura. Te veo, estás allí, cicatrizando lentamente.
Pero qué bien se siente arrancarte poco a poco. Y qué horrible cuando empiezas a arder, a picar, a doler.
Empieza a sanar, la costra vuelve a salir, te veo, te recuerdo otra vez y el ciclo empieza nuevamente.
Me das placer, pero dueles.
Quiero arrancarte, pero vuelves a aparecer.
Te recuerdo, pero no te olvido.

Lloverá siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora