Kyüseishuu

¿Your what?

Sé que tendría que haber actualizado ayer, pero... meh, estaba cansada y no me apeteció encerder el ordenador XD

Bueno aquí os dejo el segundo cap. nwn

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Me sentía como si flotara en una nube. Mi cuerpo se encontraba rodeado por una gran calidez. Mi cuerpo entumecido agradeció la sensación suave que lo envolvía. Intenté mover mis manos, lentamente sobre la superficie mullida, notando que no parecía acabar por mucho que estirara mi brazo. Aunque siendo completamente sincero estaba convencido que no alcanzaba a estirarlo mucho dado que todavía sentía el cuerpo pesado. Creo que, si esto es el cielo, me gustaría quedarme aquí para siempre. Es en ese instante que me percato que lo que me envuelve se mueve. Sin poder evitarlo un leve quejido sale de mis labios y creo oír una leve risita en respuesta, pero no le presto atención pues vuelvo a estar rodeado por esa maravillosa calidez.

Mis párpados son bañados por lo que creo es la luz del sol y lentamente voy abriéndolos. Me remuevo un poco para estirar mis adoloridos músculos y siento un peso extra sobre mi cintura. Extrañado me giro y acabo con la cara enterrada en algo cálido. Instintivamente aprieto mi rostro contra esa maravillosa sensación, pero soy sacado de mi pequeño mundo de pacífica satisfacción cuando siento esa extraña presión en mi cintura volverse algo más pesada.

Frunzo el ceño sin comprender y, después de suspirar, decido abrir mis ojos del todo los cuales había vuelto a cerrar por no estar acostumbrado a la brillante luz que se colaba por las entreabiertas cortinas. Mi respiración se corta ante los vibrantes ojos rojizos que miran fijamente mis esmeraldas. Su cabello rubio cenizo amolda sus varoniles facciones acentuando aún más esos brillantes rubís. Noto como sus labios forman una sonrisa ladeada que casi logra dejarme sin aliento al mismo tiempo en que la mano que tiene sobre mi cintura acaricia suavemente directamente sobre mi piel en pequeños círculos.

- ¿No vas a gritar? - pregunta entre divertido y curioso. Su profunda voz logra que apriete mis piernas de forma inconsciente. No comprendo a qué se refiere hasta que los recuerdos de la noche anterior inundan mi mente. Siento como mi cuerpo se tensa y abro los ojos a más no poder. Sé que estoy temblando y sin pensarlo le empujo lo más fuerte que mis adoloridas articulaciones me lo permiten. Él se deja hacer tranquilamente y me mira divertido con esos ojos rojizos brillando.

- Atrevido... ¿crees que puedes hacerme algo? - vuelve a hablar con lo que supongo es presunción en la voz. Yo frunzo el ceño y le miro hacia abajo directamente a los ojos. Es entonces que me percato que estoy sentado sobre su estómago, el cual noto muy duro y marcado, definitivamente bien trabajado. Niego con la cabeza para quitarme esos pensamientos vergonzosos de la cabeza, cosa que hace que me mire sin comprender. Mis mejillas se encuentran coloreadas, lo sé por el calor que siento en ellas, pero decido no prestar atención a eso por el momento.

- ¿Por qué estoy aquí? - exijo saber con la voz más calmadamente posible que logro manejar.

- ¿Querías morir en el bosque? - pregunta a su vez con absoluta tranquilidad. Eso me hace fruncir el ceño molesto.

- No, pero tampoco te pedí ayuda. - gruño molesto. Él alza una ceja ante mis palabras.

- Sería molesto tener que limpiar tu cadáver de mi bosque. - dijo ahora desinteresadamente encogiéndose de hombros. Unos anchos y bien trabajados hombros. ¡Ya está bien! Tengo que dejar de distraerme por algo como eso.

- Dudo que te importen uno o dos cuerpos. ¿Por qué estoy aquí? - vuelvo a inquirir.

- Hmp. No te incumbe. - responde sonriendo de forma burlona. Claramente le está divirtiendo mi actuar.