V
A penas nacieron los primeros rayos de sol matutinos la joven fue despertada. Su criada dejó las prendas de vestir sobre la cama y precedió en sentarse en un silla a la espera de que la chica se pusiera de pie lista para comenzar el día.
Sus ojos brillantes se abrieron de golpe, no había tiempo para pestañear y estirarse además de hacer todo el ritual de bostezos antes de bajar a desayunar.
La conversación del día anterior resonó en sus adentros. Había negociado con su padre para poder salir. El viaje de hoy suponía una versión de prueba donde el señor Ribbon observaría muy cuidadosamente su comportamiento. Aquello podía darle puntos a favor o en contra. Según Jane, todo dependía del lugar a donde fuera a ser llevada, si era una estafa o una desilución o algo muy aburrido desde luego que protestaria y eso no sería nada bueno.
Deseaba firmemente que le agradara el viaje pues no estaba dispuesta a mentir por llevar bien las cosas.
La criada comenzó a ayudarle a vestirse en silencio.
-me siento muy arropada- comentó la chica cuando a penas llevaba puesta la camisa y es que solo de pensar en el resto de ropa que venía ya podía sentir como su piel se sofocaba.
-lo siento señorita, su padre me ordenó estas prendas- Jane hizo un bufido y lo aceptó resignada. sobre la camisa fue posicionado el corsé, Jane respiró profundo preparandose para lo que se avecinaba. Las amarras fueron jaladas una tras otra estrechando la cintura por cada lugar en el que iban siendo forjadas.
-pensandolo bien creo que no me importaría cancelar el trato si incluyera no volver a usar esto.- comentó Jane con voz adolorida. La criada sonrio levemente y la miró a los ojos.
-usted se ve perfecta señorita. Si me permite decirlo la figura de una mujer tiene mucho poder y es por ello que estan estos elementos para realzarlo y hacer su encanto aún mas fuerte.
-muchas gracias Meg pero, yo no deseo encantar a nadie de aquí hasta que me muera quizá, es algo complicado de explicar. Creo que no me gustan los compromisos tan íntimos como los que involucra un matrimonio y posteriormente los hijos, roban libertad por así decirlo. Libertad que yo no estoy dispuesta a ceder.- La criada solo asintió, comentarle a su ama que su padre pegaría el grito al cielo si supiese su parecer respecto del matrimonio era algo que quería evitar mientras fuese posible, Jane más que una ama era como la hermana o la hija de todos en la casa. Por alguna razón la querían sin importar que tan extraña fuera. Pasar tantos años a su lado terminaban por hacer que todos se acostumbraran de una forma u otra a sus excentricidades y junto con ello a todos sus encantos claro, porque como ser, algunos gestos buenos había de tener, entre ellos su gentileza, una amabilidad oculta tras una personalidad decidida. Meg nunca olvidó cuando ella le había regalado una de sus muñecas Bisque recien traídas desde la tienda, era sin duda algo que Meg deseaba sin remedio y de alguna manera la señorita Jane lo había adivinado, a pesar de que tuvo que siempre mantenerla escondida del señor Ribbon fue algo que le hizo muy feliz.
Otra cosa que tampoco la criada nunca había olvidado fue cuando tuvo la oportunidad de probarse los vestidos favoritos de su ama que tanto le gustaban y sabía que ella se los habría regalado si su padre lo hubiese consentido porque, un vestido era mucho más dificil de esconder que una muñeca.
-¿Dónde está Keah?, papá me dijo que ella vendría a despertarme- preguntó de pronto Jane sacando a Meg de sus recuerdos.
-fue por unas cosas al mercado- mintió Meg. Levantó la crinolina metalica y la colocó con cuidado sobre su ama. A continuación apareció con un vestido de seda negra y aplicaciones blancas en finos detalles de flores que se extendían desde la parte baja del vestido hasta la mitad de este, mientras que en la parte alta sobre el pecho descanzaban volantes rayados en tono gris y blanco.
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Clocks and Tea
FantasyLa joven Emilie Jane ha vivido toda su vida encerrada en su hogar, lejos de la ciudad, en un prado donde solo hay silencio. Oculta por obra de su padre se decide a exigirle la libertad que tanto desea, tras un trato logra conseguir una posibilidad...