esperanza

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VI

Cuando el señor lesciell se marchó Allie se quedó recostada sobre la cama aunque sabía que debía bajar junto con él. Ahora más que nunca regresaron sus ganas de ser parte de la nada.

¿que se sentiría exactamente ser parte de la nada?.

Todo era algo, inclusive la nada, y como algo tenía que poseer alguna sensación también.

¿sería algo dulce?, ¿algo aburrido?, ¿algo claro?, ¿algo oscuro?.

Entre más lo pensaba, mas le agradaba la idea. Allie siguió mirando al techo abstraída, confundida, estaba un poco aturdida. De pronto le dieron unas ganas horrendas de tomar un baño y refregarse la piel hasta rasgarsela. se sentía como una basura y una idiota.

Se giró hacia la izquierda y miró sobre la pequeña mesita a un costado de la cama. Ahí permanecía un frasco de perfume vacío. Tras verlo se derramó una lagrima silenciosa seguida de otra hasta que se formó un hilo de agua que recorria sus mejilla con rapidez.

la puerta se abrió y apareció Mike.

Allie no dijo nada y permitió que se sentara a su lado.

-¿otra vez te golpeó ese maldito viejo?- preguntó sintiendose estúpido. Miró las piernas de Allie y abrió la boca sorprendido.- tienes que decirselo a Madame.

-ya lo hice y me ignoró. Él paga el triple por mí. - respondió la chica con un hilo de voz.

-ella no conoce la palabra injusticia. No permitiré que vuelva a suceder.

-¿y que puedo hacer?.

-la amenazaras con que te irás de aquí si no se rehusa a que ese viejo vuelva a poner un pie en este lugar.

-no tengo a donde ir, sabes que ese es el problema. Mike, si yo pudiera largarme lo haría, cualquiera de nosotras lo haría sin pensarlo. Pero no hay escapatoria.

-prometo que te ayudaré.- Allie asintió e intentó ponerse de pie.- deberías descanzar.

-no puedo, tengo mas clientes que atender.

-no sobreviviras en este estado, quedate aquí por esta noche. Yo se lo comunicaré a madame.- Allie volvió a asentir y Mike se marchó no antes sin apagar la luz y desearle buenas noches.

Allie consideró la opción de escaparse. Barajó esas minimas posibilidades de sobrevivir, de ser otra persona con otra vida nueva.

Que habría querido ella más que haber sido una persona normal.

No le importaría hacer otra cosa con tal de que no fuera aquello.

Ya no podía mentirse diciendose que era algo natural y que podía tener su lado positivo.

No, definitivamente no más.

La suerte nunca había estado de su lado, pero tenía la esperanza de que esta estuviera a su favor esta vez.

Clocks and TeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora