Night.

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Para bien de todos, la cena concluyó con un éxito rotundo.

Derek y Noah hablaban de negocios y de incrementos en la bolsa como si hablaran de temas para niños. Void y Stiles, por su parte, discutían quién debía pagar la cuenta de Netflix ese mes; los insultos sobraban en comparación a los regaños del Stilinski mayor para mantener todo bajo control y educado.

Para sorpresa de Stiles su papá había accedido a permitirle quedarse en casa de Derek. Sería su primera vez allí y a pesar de emocionarse, también tenía nervios.

No fue hasta que Noah recordó con tono serio a Stiles aquello que Derek no podía saber que los dejaron irse.

Derek condujo a un ritmo tranquilo y seguro por sitios que él no conocía. La vía estaba oscura y solitaria. ¿Acaso vivía en las afueras? Eso era genial.

- Así que... Isaac. - mencionó finalmente el moreno sin separar la mirada de la carretera.

- Sí... él... mi primer novio, ya sabes, el primer novio que nunca se olvida.

- Eso noté.

- Pero ya no hay nada más que amistad y lindos recuerdos. Como viste, él tiene su vida y yo la mía... contigo, ¿no?

- Conmigo, sí, mío. - afirmó.

- Quiero helado Der, dame helado. - pidió Stiles haciendo pucheros.

- Te voy a dar pero no helado.

- ¡Derek! - regañó el castaño rodando los ojos. - ¿Falta mucho?

No fue necesario responder. Derek detuvo el coche una vez se desvió por la carretera, introduciéndose al bosque y permitiendo ver una casa de dos pisos no muy grande.

Derek era sencillo, le gustaba tener necesario. Esa casa era cómoda y para él era perfecta.

- Qué bonita... - admitió Stiles viendo con anhelo aquella casa.

- Qué bonito. - replicó Derek viendo directamente al castaño al que le brillaban los ojos de una forma que lo enloquecía.

Derek tomó entre sus manos la cara del menor y lo besó con pasión, con hambre. Introdujo su lengua en busca de la ajena para compartir un tacto más íntimo y caliente. Los labios de Stiles sobre los suyos lo eran todo, sus lenguas danzando y luchando fervientemente por resaltar era todo lo que pedía.

Incómodo por la posición en la que se encontraba, Stiles optó por moverse con desespero y de forma torpe sobre Derek. Se sentó a horcajadas sobre él y le sonrió. Retomó aquel beso intenso añadiendo unos leves movimientos de cadera sobre el regazo de Derek.

- Bebé... - gruñó Derek. - Si te sigues moviendo así... no me podré detener... - amenazó.

- No lo hagas, amor, nunca te detengas. - gimió Stiles empezando a mover con mayor profundidad y decisión su trasero. Pudo sentir la erección creciente de su novio abriéndose paso entre su trasero. - Desperté a la bestia... - rió moviendo sus besos al cuello de Derek.

- Liberen a la bestia. - exigió Derek. - O metanla en la cueva que le gusta.

- Uhm... - suspiró Stiles deslizando sus manos hasta los pantalones de Derek, sacando la correa y soltando los botones con habilidad. Stiles sonrió una vez vio en todo su esplendor el miembro de Derek al ser liberado de los boxers rojos y ajustados.

- Montame, Stiles, montame. - murmuró ronco sin poder pensar claro.

¿Y su promesa de hacer especial la primera vez de Stiles?

- ¿Condones? - preguntó bajito Stiles masturbando a un ritmo lento el duro pene del moreno.

- No... no tengo. - y eso tal vez lo salvaría de arruinar su promesa.

Hey daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora