Price/Piece of your body.

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Stiles llevaba cinco minutos despierto y aún seguía estando en estado inconsciente. La luz de la ventana le fastidiaba tanto que cubrió su rostro con una mano y maldijo en voz baja por la maldita mañana que molestaba su resaca.

¿Cómo llegó a casa vestido? Ni él lo sabía.
¿Acaso todo había sido un sueño ocasionado por el alcohol? Sí, tal vez.

- Stiles, toma. - susurró Void estirando en su dirección un vaso de agua con un elemento que se disolvía de forma efervescente en el fondo del mismo. - Buena fiesta, ¿no?

- Muy buena. - resopló sarcástico.

La fiesta era una mierda, el divertido era él y el alcohol gratis y sin límites que había allí.

- ¿Qué hice anoche? - preguntó agarrando su rostro con una mano y masajeándolo intentando relajar el malestar.

- Cuando te dejé solo no sé qué hiciste, solo sé que te vi regresar muy ebrio y con marcas en el cuello que ni tú mismo sabías de quién era, así que... después de bailar sobre una mesa gritando a todo pulmón que habías tenido el mejor sexo, pues creo que no hiciste más, dormirte sobre la misma mesa.

- ¿Me estás jodiendo? - lloriqueó el menor halando de sus cabellos. - ¡Y no me acuerdo! ¡Debí estar genial!

- Ya, seguro. - rio. - Espero que Derek no te haya visto, no quiero que tenga una mala imagen tuya, es muy estricto y serio.

- Espero que no, quiero un trabajo. - se quejó dejándose caer de nuevo a la cama. - Maldito sol, ¿tienes que salir cuando estoy con resaca? Claro que sí.

- Debo ir al trabajo Sti, te llamaré una vez consiga que Derek quiera entrevistarte o algo. Por favor sé puntual si es así. - musitó el mayor sonriendo a su hermano antes de tomar sus cosas y despedirse con un apretón de mano y un asentimiento del adormilado y casi verde chico pseudoebrio.

(...)

- Derek, Dereeeeek. - chilló su secretaría haciéndolo gemir de enojo y dolor de cabeza. - ¿Estás despierto?

- ¿Si no lo estuviera te estaría mirando con esta cara? - escupió tomando su cabeza en ambas manos. - Tráeme algo para esta mierda de resaca, Erica, por favor.

- Sí señor. - acató. - Oh, y Void quiere verlo señor, dijo que no tardaría.

- Dile que pase.

Erica asintió y salió del lugar siendo lo más silenciosa posible. Derek gimió de dolor unas veces más intentando recordar qué carajos había sucedido la noche anterior. Tenía que recordar, pues sentarse le generaba molestia y tenía unos chupones en el cuello y pezones que eran bastante comprometedores pero que a decir verdad le excitaban sin razón.

Su cuerpo sí recordaba, al parecer.

- Señor Hale, buen día. - casi gritó su trabajador favorito que odió por esa milésima de segundo.

- Buen día Void, ¿qué tal la noche? - preguntó intentando fingir una sonrisa que fue más una mueca.

- Bien, estuvo divertido. - rio. - Pero creo que no tanto como la suya. - rio de nuevo haciendo referencia a las marcas de su cuello y a la obvia resaca que cargaba. - Tranquilo, mi hermano despertó casi igual. Es gracioso porque también tiene marcas extrañas.

Derek se encogió de hombros tratando de no gritar que su cabeza iba a explotar. En realidad le importaba una mierda si el hermano de Void estaba igual, él solo quería terminar papeleo rápido y poder ir a dormir a su casa.

Void le regaló una de sus sonrisas encantadoras y apreció un poco de rojo en sus mejillas. Derek disfrutaba esas sonrisas, pues a pesar de no sentirse 100% atraído por Void, el chico tenía un carisma arrollador, logrando maquillar todo aquella que Derek cambiaría de él.

Hey daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora