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Las manos al trasero cual proyectil. Puestas y ansiosas por encerrar entre sus dígitos aquellas burbujas que poseía Void. Sus labios contra los del chico besando y mordiendo con hambre mientras su erección crecía y crecía a la espera de hallar camino entre las piernas del pelinegro.

Escuchar los gemidos de Void en su oído con aquella voz rota mientras él se encargaba de causarle más. Escuchar su nombre salir de esos labios carnosos y secos, el buen "Derek", "jefe", que tanto le gustaba oír. Llevárselo a la cama de la oficina y follárselo sin compasión desinhibido del ruido y de sus demás trabajadores. Un buen orgasmo y unos cuantos mimos sueltos para después intentar figurar el si lo repetirían.

Eso hubiese sucedido si Void se hubiera presentado de aquella forma antes de que Derek conociera a Stiles. Y, de todas formas, Derek hubiese llegado a Stiles de cualquier manera porque ese - según él -, es su destino.

- ¿Qué carajos crees que haces? - alegó Derek alejando su rostro del contrario. Void sonrió y levantó ambos pulgares.

- Bien, muy bien. - felicitó con extraña euforia que solo logró desubicar en mayores cantidades al azabache. - En mi defensa diré que papá me pidió que hiciera esto. ¡No es que no confíe en ti el hombre! Simplemente está asustado porque Stiles está saliendo de su nido y... bueno, papá es papá.

- Oh, entiendo. - no en realidad. Nunca había tenido que liar con asuntos familiares de su pareja. Es más, es que nunca había tenido una "pareja" como tal. Ese mundo era nuevo para él y estaba agradecido con los dioses por permitirle vivirlo con Stiles; incluso si eso acarreaba una experiencia tan extraña como tener al hermano del chico en sus piernas. 

- Y bueno, ya sabes, quería tantear un poco el terreno de la posibilidad de que Stiles deje la casa.

- ¿A qué te refieres?

- Stiles, tal vez y solo tal vez - susurró cual secreto. -, dejó ir algunas insinuaciones respecto a mudarse de casa. Así que... ¿algo para decir respecto a eso?

- Sí, que no habría algo que me hiciera más feliz. - acotó totalmente ido. Su mirada, perdida y brillante, se enfocaba en un punto infinito de la habitación. ¿Stiles mudándose con él? Era parte de su lista de cosas por hacer con su perfecto novio, mas nunca creyó que sucedería tan pronto. No cuando habían tenido aquella separación espontánea y cuando Noah no lo conocía del todo.

- Pues eso. Por eso estoy justo aquí y de esta forma. - contó Void preparándose para levantarse de las piernas del ojiverde. - Papá está listo para el paso que vayan a dar, sin embargo, quería probarte un poco más antes. - la mirada del chico es segura, no hay mentira alguna en sus palabras y Derek se siente orgulloso de no reaccionar ante ninguna acción de Void. Su cuerpo parece sincronizado con su corazón en una sintonía que solo pide y quiere a Stiles. - Lo siento.

- Está bien, será mejo-

- Oh, vaya. ¿Qué carajos Void? - la voz de Stiles es clara, fuerte y dirigida específicamente a su hermano, al igual que su mirada furibunda que tira fuego.

- Amor, ¡no es lo que crees! - se apresura a hablar Derek levantándose bruscamente casi tirando por el suelo a Void. Stiles levanta un dedo para que ninguno se mueva y el corazón de Derek se salta un latido asustado. - Sti, escúchame por favor.

- Te creo, Derek. - su semblante era serio, sus palabras frías y su mirada no se cruzó con la de Derek en ningún momento. - Necesito hablar con Void a solas. Te veo en casa.

- Amor... - Derek parecía un cachorro apaleado, sus ojos reflejaban los nervios que sentía y sus manos levantadas le hacían lucir aun más vulnerable. 

Hey daddy!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora