Capítulo 7

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No sé qué me pasaba ese día pero no conseguía que ese cuerpo me saliera bien. Llevaba todo el rato borrando y volviendo a empezar, quizás debía cambiar de ambiente.

Recogí mis cosas del banco y bajé a la playa, caminando descalza por la arena. Había gente. Poca, pero había. Me senté cerca del agua vigilando que no se me mojara nada y comencé a dibujar de nuevo. Ahora mi referencia era una familia que había a mi lado. Eran los padres y una niña de unos siete u ocho años. Ellos también parecían jóvenes y se les veía muy felices. Jugaban, hacían castillos de tierra y los decoraban con conchas preciosas y palos que había por ahí. 

Ya había conseguido rellenar algunas páginas cuando un grupo de chicas se pusieron a continuación de ésta familia. Las conocía demasiado bien y sabía que era el momento de irme. 

Cuando me levanté para salir corriendo de ahí, había alguien caminando hacia mí. Un chico.

― ¡Ey! ¿Dónde vas tan deprisa? ―preguntó poniéndome una mano en el hombro para que me parara. 

― A casa. ―dije.

Apartó su mano y me miró con esos preciosos ojos marrones. Me flipaban sus ojos.

― No me has contestado a los mensajes. ―dijo él entonces.

¡Mierda! Se me había olvidado por completo.

― Ah, esto... sí, lo siento. Es que me ha extrañado un poco. ―respondí― No sé, ya está a punto de terminar el curso. 

― Lo sé, pero lo que no acabé en mi antiguo instituto me daban la opción de hacerlo a distancia, por internet, pero habiendo aquí uno con una chica tan preciosa ―me acarició la mejilla para seguir hablando― le he pedido a mis padres que me apunten.

Lo miré atónita sin saber qué decir ni qué hacer. Había olvidado por completo que mis "amigas" estaban ahí hasta que oí mi nombre en la distancia. Me volteé para ver quién me había llamado.

Jenna se encontraba ahí de pie, saludándome con la mano y indicándome que fuera con ellas. 

― ¿Son tus amigas? ―preguntó Nick en voz baja mientras caminábamos.

― Algo así. ―no me molesté en susurrar aunque ya estábamos muy cerca. 

― ¡Eh, Alice! ―gritó Becca, que vino corriendo a abrazarme― ¡No te habíamos visto! ―en su tono de voz se notaba la falsedad que recorre cada milímetro de su cuerpo.

Aunque quería deshacerme de su abrazo, no lo hice. Nick estaba ahí y no pasaría nada si le dejaba creer que tenía amigas. 

― Oh, tu debes de ser Nicholas, Alice nos ha hablado mucho de tí. ―Rose se acercó a darle dos besos. 

― Nick, sí. ―él me miró sorprendido con una media sonrisa.

Ellas en total eran cinco; Becca, Rose, Abby, Grace y, la más buena; Jenna. Todas se presentaron y el chico se quedó un poco confuso cuando vio que no era yo quien los presentaba.

Durante todo el rato que estuvimos en la playa esas putas princesas fingieron que yo era una más de ellas mientras yo simulaba que todas eran mis mejores amigas. Becca estuvo todo el rato al lado de Nick, claramente tirándole la caña; tocándolo todo el rato y hablando más con él que con nadie. Aparte de eso fue divertido que hubiera alguien que se preocupara por mí.


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