La lluvia cae con intensidad mezclándose con la tierra y produciendo pequeños charcos, los sonidos de la naturaleza no se hacen presentes ya que los animales tanto grandes como pequeños por instinto habían escapado a sus escondites en busca de calor y protección, los únicos sonidos que se apropiaban de las montañas, los imponentes árboles y los grandes rios que se pueden apreciar a lo lejos eran el de los rayos. Aún así él no siente miedo, más bien, siente una gran seguridad, siente que puede volar al ver tal paisaje lleno de esplendor, belleza y abundancia.
Aún le llegaban a la mente vagos recuerdos de su infancia, el sufrimiento por el que pasó su pueblo, el valor de la vida de las personas en ese momento era menos que el de los animales, por tal idea, varios de sus amigos murieron a manos de los samuráis de una manera cruel y sangrienta, él lo presenció y sin duda eran imágenes que nunca iba a poder olvidar en su vida pero aún así, a pesar de las crudas batallas que tuvo que presenciar siempre fue bendecido.Su padre, Hibikuro siempre fue un hombre fuerte al que todo el mundo respetaba desde joven por su valor, bondad, esfuerzo y principalmente por su liderazgo, algo que los dioses le habían otorgado como un talento natural ,tal vez, conpadecidos por el sufrimiento de las personas de esa aldea, ellos dieron como un regalo este talento a su padre para salvar a su pueblo del enemigo, eso era lo que él siempre decía desde pequeño a cerca de su padre y los aldeanos le daban la razón ya que todo lo que habían logrado hasta ahora fue gracias a su padre y a su madre.
Su madre, Ojiya tiene la apariencia de las flores, rasgos finos y delicados, sus cabellos oscuros como la noche y sus finas pestañas adornaban esos hermosos ojos soñadores llenos de un brillo especial que podían encantar a cualquiera. Para él, su madre era una flor con apariencia delicada pero con la fuerza y la majestuosidad de las aves del cielo, ella volaba alto sin necesidad de tocar el cielo, sus brazos siempre fueron como alas protectoras que no sólo lo cubrían a él sino que protegían a los aldeanos. El amor que sus padres daban no fue unicamente para él, fue para todo aquel que necesitaba protección o iniciar una nueva vida y Dororo nunca fue egoísta al respecto, cada persona que se unia a ellos era como un hermano o hermana para él.
Mientras contemplaba el paisaje del gran imperio que habían creado sus padres, recordó todo lo que había acontecido en el transcurso de su vida, como lograron seguir adelante y como la gente al ya conseguir su libertad celebraron y agradecieron a sus padres dándoles el privilegio de ser los nuevos líderes del ya recién nacido imperio.
En estos ultimos años las mejoras florecieron, las cosechas eran abundantes y el pueblo estaba protegido. Sabía que después de sus padres sería el quien ocuparía el cargo de líder como único hijo varón, desde pequeño estuvo preparándose para ser un digno sucesor pero aún así sabía que no podría llenar las expectativas de su pueblo por no ser un chico de alguna forma "puro" como los demás, hace pocos años lo había descubierto, su verdadero ser, lo que sus padres habían ocultado a todo el mundo incluyéndo a él, aún le dolía saber que siempre fue una mujer y que desde ese momento tenía que vivir aceptando su verdadero género, eso era lo correcto pero ella se negó rotundamente, jamás sería una mujer, el siempre será un hombre y ni aún sus padres con todas las charlas y consejos que le dieron lo hicieron cambiar de opinión y al final ya cansados de insistir terminaron aceptando los deseos de su hija y ocultaron el secreto en sus corazones.
Pero pronto las dificultades iban a volver y Dororo, la chica que fingue ser un chico, tendría que enfrentarse a los problemas entre su pueblo y Daigo, el gran imperio que aún seguía en pie a pesar de la destrucción de otros pueblos, tendría que luchar contra sus gobernantes de los cuales ya tenía cierto conocimiento, dos jóvenes herederos a los cuales debía enfrentar, no sabía cuál era las intenciones de su actual Gobernante Daigo Kagemitsu pero a juzgar por su pasado, podía deducir que no era nada bueno, no importaba, sabía que lograría conseguir la victoria, debía hacerlo ya que estaba en juego el futuro de personas inocentes y no menos importante, su honor y el de sus padres.
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Simplemente Destino●♡○
RomanceEsta es una historia de Hyakkimaru y Dororo ●w●~♡ ¿Que pasa si Daigo Kagemitsu nunca hubiera hecho el trato con los demonios y Hyakkimaru hubiera tenido una vida normal? Eso es facil de contestar ya que el destino siempre une a los seres que estan d...