Cuando Lily despertó por la mañana, lo primero que vio fue una capa que no era la suya. Luego, a Jam...a Potter sentado contra una esquina, dormido. No era como el novio de Petunia, Vernon Dursley, que solía quedarse dormido en el sofá después de comer roncando sonoramente y con la boca abierta. El chico de pelo negro que tenía ante ella dormía en silencio y su rostro tenía los mismos rasgos angelicales de siempre. Ah, y tenía la boca cerrada y no babeaba, se fijó Lily. En todo caso, era tarde. Se acercó a él.
-Potter. Potter, Potter, Potter.
-Lily...-murmuró él en sueños. ¿Soñaba con ella?
-¡Potter!¡Despierta!
-¿Lily?-James abrió los ojos-¡Hostias, Lily!
-Vámonos, llegaremos tarde. Bueno, haz lo que te dé la gana, yo me voy.
-¡Eh!
James siguió alegremente a la pelirroja fuera de la sala del Espejo.
-¿Vamos juntos a comer?
-No, Potter.
-¿Y a cenar?
-Que no, Potter.
-¿Vienes conmigo a Hogsmeade el sábado?
Lily lo pensó un momento.
-No.
-¿Por qué?
-Potter, DÉJAME EN PAZ.
La campana del desayuno sonó. Lily se alejó, altanera, sin darse la vuelta. Por eso no vio que había hecho lo que parecía imposible.
Un merodeador reprimía las lágrimas con los puños apretados, solo, en el pasillo.
Gabriela y Patty pudieron hablar con su amiga sólo después de la última clase de la mañana.
-¿Y...?
-¿Dónde estuviste?
-Te mato, Patty.
-¡Estuviste con Potter!
-¡Sí!¡Por tu culpa tuve que pasar la noche con ese espécimen!
-¡Noche con Potter, WOW!¿Y qué tal fue?
-GABRIELA, NO ES GRACIOSO.
-Anda, Lily, cuéntaselo todo a la tía Gaby.
-¡Mis narices, la tía Gaby!
-Lily, ya vale. Si no sabías la contraseña, no tenemos la culpa.
-No hablemos de eso, ¿sí? ¡Olvidadlo!-replicó Lily.
-Andaaaa...-suplicaron ellas dos a la vez.
-Está bien...-suspiró la pelirroja, y les contó todo con pelos y señales.
Mientras tanto, en otro lado del castillo, los cuatro amigos discutían acaloradamente.
-¡LLORAR, Lunático!¡Casi le hizo LLORAR!
-¡Sirius, Cornamenta tiene sentimientos!¡Lily le rechazó después de una noche juntos, normal que haya querido llorar!
Sirius se volvió hacia James. Peter miró a su amigo deprimido con los ojos muy abiertos.
-¡No sabía lo de que pasasteis la noche juntos!James...
-¿Qué?
-¿¡Tan malo eres!?
-Canuto...CANUTOOO...-advirtió James enfadado.
-Un plan, eso necesitas. Si ella quiere que la dejes en paz...déjala en paz. Dale celos. ¡Nunca falla!
-Sirius, tu plan es primitivo-repuso Remus.
-¡Primitivo, pero brillante!¿A quién no soporta Lily?
-¿A mí?-probó James.
-No, una chica...
James se iluminó-Bonnie McMillan.
-¿Bonnie?¿La que iba con Carly Vane en el banquete?
-Esa.
Sirius sonrió con malicia.
-Perfecta.
