7-Un par de favores de nada

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Una vez en el dormitorio de las chicas de Sexto Curso, Patty se dio la vuelta hacia una asombrada Lily. La habitación estaba completamente vacía, y la chica morena sonrió. Lily la miró. Le brillaban los ojos, con una luz alegre y tranquila que pocas veces tenían. Caminaba erguida, y sus manos tenían un descascarillado esmalte azul cielo.

-¿Qué pasa?-preguntó Lily, molesta.

-¡Tranquila, Lily! ¿Te molesta que te haya quitado de encima a Potter?

-¡Pero qué dices! Sabes que no le soporto-pero mientras lo decía, Lily notó lo poco convincentes que sonaban sus palabras, tanto para Patty como para ella.

-Venga, venga, si en el fondo te encanta que te preste atención. Desde que Snape y tú no os habláis...

-Severus y yo lo hemos arreglado-replicó fría Lily-Dime lo que querías.

-Bueno...¿A que no sabes con quién ha quedado tu prefecta favorita?

-¿Con Potter?¿Con Black?¿Con Pettigrew?¿Con...

-¡Con Remus Lupin, Lily!-la interrumpió su amiga. Lily sonrió. Sabía el tiempo que hacía que Patty esperaba para salir con Remus.

-Felicidades, Pat. En serio. Te lo mereces.

-El caso es que...-tres golpes en la puerta la interrumpieron. Gabriela entró y cerró con pestillo. Luego se volvió hacia Patty.

-Aquí me tienes.

-Ah, sí, sí, bien. Necesito que me hagáis un favor...

Lily y Gabriela se miraron, sospechosas. Los favores de Patty tendían a ser más bien comprometedores, pero ellas eran sus amigas. No podían darle la espalda.

-El caso es-prosiguió Patty-que puede que...en fin...necesitemos un poco de intimidad...

-Acuérdate de usar prote...

-¡Gabriela!¡No voy a acostarme con Remus!

-Ah.

-Me refiero-Patty se esforzaba por estar calmada-a que no quisiera que Black o Potter aparecieran por nuestra cita, y...

-¡NO!¡NO, NO, NOOO!

-Lily, por favor, es sólo por hoy...

-¡NO VOY A PASAR NI MEDIO MINUTO A SOLAS CON POTTER, PATTY, NI MEDIO MINUTO!

-Lily, yo lo haré. Cuenta conmigo, Patty-dijo Gabriela-Ah, y...¡Me pido a Black!

Tras media hora de gritos y súplicas, Lily consintió. Muy en el fondo sabía que no se lo pasaría nada mal con Potter, pero se hubiera lanzado un Avada Kedavra antes de admitirlo. Esperó a después de la cena y luego bajó a la sala común. Remus estaba impecable, cualquiera hubiera podido verlo. El pelo, seguramente por arreglo de Sirius y James, no daba impresión de peinado, pero le caía sobre los ojos con fina elegancia. Patty tragó saliva. El chico se le acercó y le dijo, muy serio:

-Patty, ¿y tus libros?¿Cómo piensas estudiar?

Ella empezó a murmurar un montón de excusas torpes, ruborizándose. Cuando ya corría, completamente roja, a por sus libros de Defensa Contra las Artes Oscuras, una mano de dedos largos y delgados, que reconoció al instante como la de Remus, la tomó suavemente de la muñeca, reteniéndola.

-Pat...era sólo una broma. No vamos a estudiar...espero.

Patty negó con la cabeza. Él sonrió y tiró de la chica morena fuera de la Sala Común. Lily los vio alejarse, consternada. Se alisó brevemente el pelo y, antes de que pudiera empezar a moverse, Gabriela pasó como una flecha a su lado y apartó de un empujón a una chica pequeña de unos catorce años que estaba al lado de Sirius. Se agarró de su brazo.

-¡Hey! ¿No es un poco pequeña para ti?

-No, a falta de algo mejor-replicó Sirius molesto.

-Bueno, no me vas a negar que yo soy mejor que esa renacuaja, ¿no?¿Vamos a algún sitio bonito donde tontear un rato?

Sirius ni parpadeó. Dibujó en su cara una de sus maravillosas sonrisas conquistadoras y se irguió cuan alto era.

-Por supuesto, mi dama-Gabriela se rió. También ellos salieron de la Sala Común. Lily buscó desesperadamente auxilio, pero como no lo encontró, se estiró la túnica y caminó a grandes pasos hacia el adolescente de pelo negro y despeinado.

Las más extrañas de las relacionesWhere stories live. Discover now