2

2.7K 89 7
                                    

A ella se le llenaron los ojos de lágrimas y miró al piso.

- Eyy, no pasa nada. ¿Puedo saber qué te ocurre?

- Na wacho, es solo que rompí con mi novio hace dos días.

- Entonces entiendo el pedo que llevas. ¿Cuál es tu nombre?

- Sofi. ¿Vos sos?

- Valen. Encantado.

- Igualmente.

Se acercó como pudo a la mesada y agarró un vaso.

- Yo creo que ya está bien de chupar. - dije poniendo mi mano sobre su muñeca evitando que lo agarre.

- Es lo mejor que tengo para hacer.

- No Sofi, lo mejor será que andes pa tu casa.

Me miró y asintió. La acompañé fuera. Sacó unas llaves del bolsillo y encendió el auto.

- No no, vos no manejas ni en pedo.

- Wachoo vivo muy lejos.

- Si pero bebiste demasiado, y yo tampoco estoy para manejar.

Solté un largo suspiro.

- Está bien, yo puedo esperar a que se me pase el pedo. - dijo ella apoyándose en el auto y no pude evitar reírme.

- ¿Qué flasheas amiga? Si con todo lo que bebiste estarás acá como unas cinco horas bancando. Anda, veni.

Le agarré de la cintura y pase su brazo por encima de mi hombro. Fuimos andando a mi departamento, que estaba a unos 10 minutos. Ella ya estaba medio dormida. La tumbé en mi cama y se durmió al instante.

Narra Sofi

Me desperté con tremendo dolor de cabeza en una pieza desconocida, me di la vuelta en la cama y me encontré con un pibe que reconocí al instante, Wos. Le conocía porque éramos del mismo círculo de amigos, pero el círculo era tan grande que nunca habíamos llegado a hablar, ni me sabía su verdadero nombre.

Estaba dormido sin remera. Intenté levantarme para buscar el baño sin despertarle. Había una puerta en su pieza y, efectivamente, era el baño. Me lavé la cara intentando quitarme los restos de maquillaje. Salí y me pegué un susto.

- Buenos días. - dijo sonriendo.

Me sonrojé de la vergüenza. No recordaba nada de anoche.

- Hola.

- Veo que tenés mejor cara. Lo siento, anoche no te di ropa para cambiarte porque ya estabas re dormida. - se acercó a su armario y me dio una remera. Yo seguía allí parada en frente de la puerta del baño sin decir nada. - Espero que te sirva la pollera que llevas puesta porque no tengo nada para la parte de abajo. Si te querés probar mis jeans. - dijo en joda riéndose. - Bueno, voy al baño así de mientras te podés cambiar.

Entró al baño y de seguida me saqué mi remera. No quería que viera mis marcas. Pero me adelanté, me la quité tan rápido que él acababa de entrar y volvió a abrir para decir algo.

- Ah y si - me giré del susto, vi la cara de sorprendido que puso. - La puta madre, ¿y esas heridas?

- No es nada. - dije súper bajito y llevando la remera a mi pecho para que tapara algo de mi cuerpo.

- No, cómo que no es nada. ¿Quién carajo te hizo eso?

Gracias

WOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora