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- Aparecí sin ropa y ahora estoy embarazada. No recuerdo nada pero, eso significa que sí, lo hicieron.

- Noo Sofi. - dije yo más triste que ella, la acerqué y la abracé.

- Valen yo, yo no sé qué hacer.

- No te preocupes Sofi, yo te acompañaré en este camino. Decidas lo que decidas. - dije con su cuerpo entre mis brazos.

- Tengo claro que quiero abortar, pero... - se paró y me miró de frente, vi como sus ojos se llenaron de miedo - como Santi se entere me matará Valen, literalmente.

- No tiene por qué enterarse, no tienes ni por qué volver con él.

- Valen no es lo que yo quiero, pero si te he evitado todo este mes fue por algo. No puedo deshacerme de él.

- ¿Por qué Sofi? Explicame. Necesito saber por qué volviste con él y pasaste de mí.

- Valen, no sé si lo entenderías...

- Dale Sofi, no aguanto más.

- Santi es una persona horrible, y ha hecho cosas horribles. No sólo a mí. Cuando tú te fuiste de viaje y él vino poco más tarde, me amenazó. Dijo que si no volvía con él iría a por ti. Suena estúpido, pero todo esto me lo decía con una mano en mi cuello y una navaja en la otra, que usaría para "matarte" como dijo él. Yo no fui capaz de hacer otra cosa que aceptar, y cuando me libraba de él aprovechaba para volcarme en las drogas y bocas de otros boludos. Supongo que a estas alturas... no hay nada que podamos hacer.

- ¿Me estás diciendo que has aguantado palizas tremendas para evitar que un matón de barrio venga a por mí? - asintió con la cabeza tímidamente. La volví a acercar a mí y le besé la frente. - Dios Sofi, no sabes cuánto siento todo lo que te ha ocurrido. Pero te equivocas, podemos pararlo. Vos podés denunciar, seguro que tiene otros antecedentes penales.

- Aunque te sorprenda, no. No los tiene. Ha robado más de cien veces y se ha metido en incontables peleas, pero siempre ha conseguido salir limpio. Si yo denuncio no va a ser distinto. A no ser que... - me miró como esperando que aprobara la idea que iba a dar. - consiguiera grabarlo en acción.

- No no Sofi, vos no volvés con ese hijo de puta.

- Che Valen, si consigo un vídeo suyo pegándome la ley tendrá que apoyarme seguro.

- Debe... debe haber otro modo.

- No lo hay Valen, durante casi dos años lo he estado buscando.

- Pero Sofi, mirá como te deja cada vez que estás con él.

- Si hace falta una vez más para que sea la última...

- Está bien. Al menos, deja que yo esté contigo.

- Ni hablar, ¿para que te metas en la pelea?

- Imaginá que se descontrola eso, me gustaría estar allí para ti. Además una vez grabado el vídeo da igual lo que pase.

- De acuerdo, pero estarás escondido en algún sitio, igual que la cámara.

Asentí con la cabeza. Le ofrecí quedarse a dormir y así hizo. Dormimos juntos en mi cama abrazados.

Narra Sofi

Al día siguiente Santi iba a venir a mi depa por la noche. Así que nos fuimos a preparar todo y prepararnos mentalmente.

- Vale de normal ya viene enfadado así que supongo que no tendré que provocarle. Intentaré que sea en mi pieza.

- Okay, pues vamos a esconder la cámara.

Subimos a mi pieza y la escondimos bien.

- Como vea la cámara estoy muerta. - dije mirando el lugar donde la habíamos dejado.

Valen me cogió la mano fuerte.

- Tranquila, para algo estoy yo acá.

Apoyé mi cabeza en su hombro. Por dios, amaba a este pibe.

- Y... ¿Qué hacemos con vos eh?

- Me puedo esconder en el armario. - solté una risilla. - ¿Qué te hace gracia? - dijo sonriendo.

- Nada, me pareció muy cliché. Aunquee, claro es que nunca lo había visto en esta situación. Probá a ver.

Se metió dentro del armario y cabía bien.

-Vale genial, alcanzo a ver por la rejilla.

- Uff ya está todo entonces. ¡Qué nervios!

- Esperemos que todo salga según lo planeado. Después de esto, no más Santi, no más heridas que ocultar. Solo tú y yo.

Le cogí de las dos manos y le di un pico.

- Te amo.

- Y yo.

De pronto llamaron al timbre. En un gesto Valen y yo miramos la hora y luego volvimos a mirarnos. Tragué saliva mientras Valen se volvía a meter. Exhalé y bajé a abrirle.

- Hola Santi.

Gracias

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