Capítulo 4

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Se encontraron en el mismo lugar, y Erica se quedó blanca cuando vió a Sonia así.
-¡¿Qué te ha pasado!?- Dijo preocupada.
-Yo...Lo intenté, intenté frenarlos pero solo le he empeorado.- Cuando Sonia miró hacia arriba se quedó en shock.
-Erica...¡¿Qué te han hecho?!
-Han experimentado una "cura" contra mi enfermedad, lo único que han hecho es dejarme así, casi no me puedo mover- La chica de ojos azules no tenía expresiones en su cara, se veía el terror en sus ojos y eso era suficiente como para saber lo mal que estaba.
Sonia abrazó a la chica tan fuerte como sus heridas le permitían. La chica correspondió y se puso a llorar.
-Tranquila, estás conmigo...
-¿Por qué a mi?- No podía parar de llorar.
-No lo sé, lo único que sé es que me tienes aquí para lo que sea ¿me oyes? Lo que sea. Erica la miró y vio la mirada reconfortante de su amiga. Sólo supo abrazarla.
-G-gracias
-Hoy por ti, mañana por mi.
- Ahora cuéntame que te ha pasado con detalle.
-No sé como se me pasó por la cabeza, pero les grité, eso solo les enfadó más. Me han pegado una paliza y yo...Yo no he podido hacer nada, ¡No puedo! ¡Ellos tienen razón, solo soy una estúpida a la que ni sus padres han podido querer! ¡¿Quien me va a querer si ni mis padres lo han hecho?!
-Tranquila. - La abrazó, eso hizo que Sonia se sintiera un poco mejor- Tú puedes con ellos, tú eres más fuerte, yo lo sé.
-Gracias.- Dijo mientras lloraba.

Erica solo supo sonreír pero Sonia sabía perfectamente que ella estaba en su peor momento. Y como en el día anterior, sonó la alarma, la alarma que las separaba hasta el día anterior.
-¿Mañana aquí?-Dijo Erica.
-Aquí estaré.

La chica de cabello negro se desvaneció entre los árboles y Sonia volvió al edificio donde se encontraban las habitaciones.
Yo puedo con ellos, se dijo así misma.
Esa misma noche se dio cuenta del cambio que había dado su vida, y también se dio cuenta de que, Erica era lo único que tenia, su única esperanza de vivir. Tenía que luchar por ella.

Al día siguiente todo fue igual para Sonia. Como siempre, los chicos la volvieron a atacar.
-¿Acaso no aprendes?
- Creo que necesitará otra muestra de afecto, se lo merece.

Para Sonia no era nada nuevo, ya no le dolían los golpes, había encontrado a alguien por quien luchar.
Pero, a Erica le dio un ataque, no podía respirar y tenía un fuerte dolor en el abdomen. El tratamiento solo la había puesto peor.
-Parece...Que hoy no va a venir...-Sonia volvió a su habitación.

No durmió apenas esa noche ¿se habría cansado de ella? ¿La habría dejado sola como habían hecho todos? Aquellos pensamientos volvieron a su mente, solo podía pensar en ella.

En el hospital, Erica estaba estable. Pero no emocionalmente.
-¿Cómo estás?- Le dijo un doctor.
-¿Cómo estoy?...¡Casi muero por vuestra culpa, os lo estaba diciendo, vosotros sabíais que me estabais haciendo daño, casi me matais!
El doctor no supo que responder, sabía que aquella chica tenia razón.

Aquella chica de cabello negro rompió a llorar, había visto la muerte ante sus ojos. Se había dado cuenta, mi vida pende de un hilo y a nadie le importa, no le importo a nadie, se decía a si misma. Ese día se dio cuanta de lo frágil que era. Que podía morir en cualquier momento, y nada cambiaría. Todo se quedaría igual.

Detrás del orfanato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora