Erica andó por ese bosque, tenía que verla, saber que estaba bien. Pero cuando llegó allí...La vió, Sonia estaba inconsciente en el suelo.
-¡S-Sonia!- Erica se encontraba llorando.- ¡Despierta!
Entonces, la chica se despertó dejando ver sus hermosos ojos verdes.
-¡Erica!- La abrazó todo lo fuerte que pudo.- Pensé...Que te habías olvidado de mi y que te habías cansado de mi... ¡¿Qué te ha pasado!?
-La "cura" lo empeoró todo y...Me dio un ataque...Casi me muero...
Aquellas palabras resonaron en la cabeza de Sonia haciendo que sintiera una gran presión en el pecho.
-Tú...No puedes morir...¡Sí tú mueres no hay nada por lo que deba seguir luchando! ¡Sí tú mueres no me queda nadie, nadie se preocuparía por mi!- Aquellos ojos verdes se llenaron de lágrimas.
-Estaré aquí para ti, siempre estaré aquí.
-¡Sí tu mueres no podría perdonarmelo!- En ese momento abrazó a Erica.
-Sonia.
-¿Qué?
-Gracias por preocuparte por mi. Por primera vez en mucho tiempo me siento querida.
-Claro que me preocupo por ti, si tú...Faltases, no me quedaría nadie. Volvería a estar sola. Menos mal que estás aquí.
-Ya hemos hablado suficiente de mi, ahora mismo me vas a decir que te ha pasado- Se la notaba seria.
-He venido todos los días, y hoy me han parado justo antes de venir. Me intenté defender pero me tiraron una piedra a la cabeza. Pero lo que importa es que tú estés bien.
-¡Claro que no! Sonia tienes que luchar.
-Creo que debería luchar más con mis pensamientos- Estaba triste de nuevo.
-Tranquila, me tienes aquí.
-Pero si tú mueres...Ya no me queda nadie...
-Estaré aquí para ti. Siempre.Y de nuevo sonó aquella alarma que tanto odiaban. Sonia volvió a su habitación, le puede pasar cualquier cosa, se decía a si misma.
Mientras tanto, Erica estaba más feliz. Ella se preocupa por mi, eso era en lo único que podía pensar, por primera vez en tanto tiempo le importaba a alguien, eso le hacía la persona más feliz.
ESTÁS LEYENDO
Detrás del orfanato
SpiritualDos chicas, maltratadas, humilladas. Hasta que aparece un rayo de esperanza en un mar de desesperación, cambiando sus vidas para siempre.