Capítulo 1

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Era un día normal y una chica de cabello castaño claro y ojos verdes llamada Sonia se había despertado de nuevo en aquel orfanato.
-Otro día más aqui.- Dijo ella mirando el suelo.

Después de eso, se vistió y fue hacia el comedor donde ya estaban algunos desayunando, ella ,como siempre, se sentó sola en una mesa del fondo a comer su desayuno. Luego fue a clase, odiaba estar en aquel lugar, se sentía tan sola...Miraba a sus compañeros, parecía que no les importaba estar allí, ellos tenían amigos, no como ella. Más tarde fue a su habitación cuando unos chicos la detuvieron.

-¿A donde crees que vas?- Dijo uno de los chicos.
-D-dejadme marchar, por favor.- Dijo casi llorando.
-Pobre, piensa que la vamos a dejar en paz- El chico rubio la empujó.
-Por favor...-Comenzó a llorar.
-Escúchame, imbécil.- La cogió del cuello.- Nadie te quiere, nunca lo han hecho y nunca lo harán, ¿por que te crees que estas aquí? Tú no eres nadie.- El chico de cabello negro la soltó para dejarla en aquel rincón, sin nadie a su alrededor, sin nadie que se preocupase por ella.

Y allí se quedó, llorando, con una parte de ella diciendo que ellos tenían razón, que no era nadie y que nadie la quería, sus padres la habían abandonado, ¿quien la iba a querer si ni sus padres lo habían hecho?
Había pensado esto tantas veces...La vida en aquel orfanato era un infierno, no tenía a nadie, solo a su conciencia, la cual no la dejaba tranquila. No soportaba estar allí, veía a todos los de aquel lugar...Todos con personas y ella mientras tanto, sola. Simplemente no lo soportaba.

Mientras tanto en el hospital, una chica con el pelo negro y ojos azules se encontraba tumbada en una camilla mirando por la ventana, bastante pensativa. Entonces entró un doctor.
-¿Cómo te encuentras Erica?
-Supongo que como siempre...-Bastante seria.
-Tenemos que hacerte más pruebas
-¡¿Más!? ¡No más!-Dijo ella enfadada.
- Tienes que hacerlo.
-¡Déjame de una vez!

El doctor salió de la habitación mientras que la chica se encontraba llorando, ¿cuando pararían? ¿Cuanto más tendría que aguantar esta pesadilla? No soportaba estar así, a su madre no es que ella le importase mucho, y ya hacía tiempo que estaba en ese hospital, su enfermedad no era conocida, le habían hecho ya tantas pruebas que aquella niña que ella recordaba se había ido para siempre, ahora solo era una chica seria, sin sentimientos de cara a la gente, pero por dentro estaba destrozada, sentía que nadie la quería...Al igual que Sonia.

Mientras tanto, la chica de pelo castaño se dirigió al único lugar en el que se sentía segura, detrás del orfanato. Nadie pasaba nunca por allí, así que estaba sola con sus pensamientos.
-¿Por qué lo tuvieron que hacer? ¿Por qué tuvieron que dejarme sola, sin nadie a quien le importe?
En ese momento rompió en llanto. Con aquellas palabras en su mente...No eres nadie, se repetía, era como la letra de una canción no paraban de repetirse una y otra vez.

En el hospital, aquella chica de ojos azules estaba rota, ¿por qué a ella? ¿Qué había hecho para merecer esto? Unas palabras sonaron en su cabeza, unas palabras que una vez le dijo su madre.
-¡¿Por que me haces esto!? ¡¿Qué he hecho para merecer esto!?- Dijo la chica mientras lloraba.
-¡Nacer!- Le gritó su madre.

Aquella chica se quedó en shock, no me queda nadie, pensó ella. En aquel momento fue cuando le entró su primer ataque. El piar de un pájaro la hizo despertar de aquel viaje en sus recuerdos. No aguanto más, se dijo para si misma. Había tomado una decisión...

Se iba a ir de aquel lugar, sabía que a esa hora no habría nadie por los pasillos, los doctores estaban en su descanso lo que significaba que tendría vía libre para irse. Se levantó de aquella camilla y se dispuso a vestirse con aquella ropa que hacia tanto que no se ponía. Los recuerdos la invadieron de nuevo.
Tiempo después salió de la habitacion, no había nadie, como suponía. Caminó por aquellos pasillos que tantas veces había recorrido hasta llegar a la puerta, y, sin pensarlo dos veces, salió de aquel edificio que era su prisión. Sólo entonces se sintió libre.

Detrás del orfanato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora