X

32 1 0
                                    

Unos minutos después, la puerta del restaurante sonó y segundos después aparecieron Hoseok y Jihyun por la puerta con una bolsa del restaurante donde intuí que iría nuestra comida.

Hoseok y Jihyun se acercaron a nosotros con cautela, yo me levanté y ayudé a Ash a hacerlo también para poder ir de nuevo hacia mi coche y dirigirnos a casa de Hoseok para poder estar más tranquilos.

El camino fue silencioso, Ash se pasó todo el camino recostado contra la ventana mientras Hoseok iba jugando con Jihyun en los asientos traseros.

Cuando llegamos a casa de Hoseok, Jihyun salió disparado del coche seguido del dueño que aquella casa para ser los primeros en entrar, por otro lado, Ash seguía en la misma posición en la que fue durante todo el camino, como si fuese tan sumergido en su propio mundo y no se ha dado cuenta de que ya hemos llegado.

Yo me desabrocho mi cinturón para después hacer lo mismo con el de Ash y salir del coche para abrirle la puerta. Parece que en  ese momento regresó de la luna y se dio cuenta de que ya estábamos parados y nos encontrábamos solo nosotros dos en el coche.

Me dedicó una mirada antes de salir  y cerrar la puerta tras de sí. La impotencia me inundó cuando me dedico una sonrisa melancólica, no pude soportarlo más y simplemente lo abracé fuertemente. Ash soltó un suspiro cansado y me devolvió el abrazo al mismo tiempo que cerraba sus ojitos.

El abrazó se terminó cuando, con un nuevo suspiro, se separó lentamente de mí, nos dedicamos una última mirada y segundos después desapareció por la puerta del edificio. Volví a subir al coche y fui a mi casa lo más rápido que pude; estaba ansioso por empezar mi entrenamiento y castigar a aquel ser que solo hacía daño a Ash, lo mataría costara lo que costara.

Cuando llegué a mi casa vi unos coches aparcados en el jardín por lo que intuí que mi padre tenía visita. Simplemente aparqué mi coche en el mismo lugar de siempre y entré a la mansión.

Todo estaba silencioso hasta que, al pasar delante del despacho de mi padre, escuché voces de hombres. Decidí seguir con mi camino porque sabiendo el oficio de mi padre no me convenía en absoluto escuchar algo que no deba.

Fui directo a mi cuarto, me dejé caer en mi cama y me coloqué los cascos para escuchar música y relajarme un poco mientras mi padre terminaba su reunión.

Al cabo de unos minutos alguien llamó a la puerta para después entrar, yo me levanté de la cama y coloqué los cascos alrededor de mi cuello para poder escuchar a la señora que había entrado, ella es la encargada de la limpieza de las habitaciones así que supuse que solo quería entrar para limpiar hasta que me habló informándome que mi padre me esperaba en su despacho para presentarme a las personas que me enseñarían aquel apestoso oficio.

"Todo por ti Ash" pensé para después detener la música y abandonar mi teléfono y mis cascos sobre la cama, antes de salir me miré en el espejo para estar presentable y salí de mi habitación.

Las dudas y ansias por conocer a esa gente me invadian a cada paso que daba pero debía hacer esto por aquel chico. Solté un suspiro con la intención de alejar todos esos pensamientos una vez que estuve delante la puerta del despacho y simplemente di dos toquecitos en la puerta antes de abrir escuchando como todos se quedaban en silencio y escuchaba un "adelante" por parte de mi padre.

Cuando estuve dentro pude ver a tres hombres más a parte de mi padre. Uno de ellos era alto e intimidante, su piel estaba bronceada y su pelo era de color blanco, no sería mayor de veinticinco años pero realmente era alguien que podría provocarte escalofríos con una simple mirada. Por otro lado estaba un chico alto y delgado, para nada era intimidante sino más bien parecía un chico corriente y delicado, y por último había un chico bajito pelinegro, bastante pálido y con cara de pocos amigos, también podría intimidar bastante a pesar de su altura.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora