Cuando llegamos, los dos bajamos de coche en silencio y nos sentamos en el césped para mirar el atardecer entre los árboles. Una brisa fresca corría haciendo mover nuestro pelo, miré a Ash intentando memorizar todos y cada uno de sus rasgos. Ash es una persona realmente hermosa, su rostro se ve demasiado bien con los reflejos naranjas que proporcionaban los últimos rayos de sol, su cara de felicidad, sus ojos cerrados, sus largas pestañas, sus labios abultados que me vuelven loco cada vez que me regalan una sonrisa, sus lunares, todo su ser es completamente perfecto.
Dos lágrimas se deslizaron desde mis ojos hacia mis mejillas, realmente no quiero hacer esto, no puedo hacerlo, no soporto la idea de verlo soltar lágrimas por sus pequeños ojos, esto es demasiado para mi, pero debo hacerlo porque necesito mantenerlo a salvo aunque por ello no pueda volver a verlo nunca más.
Jimin notó mi mirada y se giró hacia a mi con una sonrisa que me dejó sin aliento y más lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, cuando notó lo que pasaba, rápidamente su sonrisa se borró y se acercó a mí para tomarme de las mejillas por un momento y después abrazarme sin decir una sola palabra. Yo lo abracé, atrayendolo a mi cuerpo cuanto pude, tenía miedo, miedo de soltarlo y quedarme solo, de que desapareciese en cualquier momento, no podía, no después de todo lo que me ha hecho sentir que nunca antes nadie hizo.
Sentí como se removía entre mis brazos por lo que aflojé el abrazo para dejar que se separara de mí. Él me miró con una sonrisa y después me dio un delicado beso en los labios, ese simple acto consiguió relajarme al completo y olvidar por un momento el por qué de la cita. Le seguí el beso sin ningún tipo de intención que fuese mucho más allá que demostrarle todo lo que me hacía sentir.
Poco a poco nos fuimos separando mientras abríamos los ojos lentamente, él me volvió a sonreír y yo solo observé sus ojos con atención, realmente era lo más bonito que me había pasado en la vida y ahora debía dejarlo libre.
- Ash- dije en un susurro casi inaudible.
- Kera- dijo él mirándome a los ojos.
- Tengo algo que debo contarte...- dije intentando tragarme el nudo que tenía en la garganta. Ash solo asintió, esperando aquella información.
- Ash... Yo... Me iré fuera del país mañana temprano.- dije mirando a Ash, sus ojos se abrieron sorprendido, yo solo cerré los ojos un segundo y volví a abrirlos para mirarlo.- Lo siento por no haberte avisado antes pero realmente odio las despedidas porque suena a que nunca más nos volveremos a ver y no es así realmente.- dije viendo como comenzaban a acumularse lágrimas en sus ojos y como algunas conseguían escaparse y rodar por sus mejillas, con mis pulgares las limpié y junté nuestras frentes mientras le miraba a los ojos.- Lo siento Ash, realmente solo tú me has hecho sentir todas estas cosas como nunca antes las había sentido, me has ayudado a ver el lado bueno de los momentos malos que te da la vida y ahora solo espero que consigas encontrar un lado bueno a todo esto, aunque yo nunca conseguiré hacerlo, porque te amo y realmente me está matando tener que separarme de ti, sé que te prometí que nunca lo haría pero no tengo otra opción más que irme, así que por favor, déjame pasar esta última noche a tu lado demostrándote que te amo con todo mi ser.- dije acariciando sus mejillas con mis dedos.
Ash solo me abrazó mientras lloraba sobre mi hombro, justo lo que más me rompía es saber que estaba llorando por mi, por mi culpa y por ello en estos momentos me odiaba como nunca.
- Por favor, no te alejes de mi por hoy.- dijo aferrándose más a mi cuerpo, por lo que escondí la cara en la curvatura de su cuello para poder respirar su esencia y relajarme.
- Te prometo que esta noche la pasaré contigo.- dije abrazándolo un poco más fuerte.
Estuvimos así durante un tiempo más hasta que el frío de la noche comenzó a hacer temblar la pequeña persona que aún se aferraba a mi espalda. Le cargué hasta llevarle al coche y sentarlo sobre el asiento del copiloto, envié un mensaje a mi padre para informarle que le llevaría a casa para que pudiese estar preparado y comencé el camino de vuelta hasta mi casa.
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Serendipity
RomanceKera, el "chico malo" es el hijo de uno de los sicarios más importantes de su país, por otro lado está Asher un ser de luz, un chico amable, alegre e inocente el cual viene de una familia pobre. Sus vidas transcurrían de forma natural hasta el momen...