XIII

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Maratón 1/4


Me desperté de la mejor manera que puede existir en la vida, Kera me tenía abrazado en su pecho, su rostro era realmente adorable cuando dormía y no pude resistir la tentación de acariciar su mandíbula con la yema de mis dedos, Kera soltó un suspiro y no pude evitar sonreir mientras le veía como poco a poco se iba despertando.

- Buenos días.- Dijo aún con los ojos cerrados y sin separarse del abrazo.

-Buenos días Kera.- dije acariciando su revuelto pelo.

Lentamente fue abriendo los ojos y aún en el abrazo, apoyó su cabeza en mi pecho. Esa simple acción me hizo sentirme completo y feliz por lo que yo también lo abracé.

No sé por cuantos minutos estuvimos así pero un ruido, parecido a un ronquido, nos sacó de la burbuja en la que estábamos.

Kera me miró preguntando con la mirada si había escuchado ese sonido a lo que asentí con una sonrisa para después levantarnos y mirar a Hobi y Tae, quienes dormían en el otro colchon. La situación era bastante graciosa ya que Hobi se encontraba en el borde del colchón mientras que Tae ocupaba el resto de la cama y tenía un brazo y una pierna sobre Hoseok mientras dormía felizmente.

Kera y yo nos miramos sin poder evitar sacar una sonrisa. Nos levantamos y decidimos ir a preparar el desayuno mientras los demás se levantaban. Al rato de tener listo el desayuno aparecieron Tae y Hobi por la puerta de la cocina siguiendo el olor del café recién hecho, seguido de ellos apareció un pequeño Jihyun, quien frotaba sus ojitos para poder ver mejor.

Cuando ya todos estuvieron sentados, le preparé su leche a Jihyun y me senté junto a Kera para comenzar a desayunar y organizar la casa. El desayuno pasaba entre risas mientras contábamos cómo habíamos pasado la noche hasta que sentí la mano de Kera sobre la mía debajo de la mesa, estiré mis dedos para poder entrelazarlos con los suyos, él se giró para mirarme con su gran sonrisa ya que Hoseok había contado que Tae lo había tirado de la cama durante la noche.

Sonreí a Kera mientras él permanecía sonriendo mientras nos mirábamos a los ojos. Tae y Hobi se dieron una mirada cómplice mientras sonreían sobre algo que aún no llegaba a entender y Jihyun seguía en su mundo tomando su desayuno.

Cuando terminamos de desayunar fuimos al salón para recoger los colchones y poder organizar un poco, al tiempo Kera se fue prometiendo hablarme más tarde, cuando me despedí de él fui directo hacia el salón donde Hobi y Tae cuchicheaban algo hasta que me vieron aparecer por la puerta y se quedaron en silencio y mirandome fijamente como si supiesen todos y cada uno de mis pecados.

Los miré un tanto confundido ya que de la nada habían conseguido mucha confianza, cosa que no es difícil si se trata de Hoseok. Me senté junto a Tae en el sillón mientras miraba las notificaciones de mi teléfono.

De nuevo la mirada de los dos individuos se clavó en mí haciéndome sentir un tanto incómodo por lo que apagué el teléfono y los miré a ellos también para descubrir que estaba pasando.

- ¿Qué me miráis tanto? ¿A caso tengo un mono en la cara?- Dije un poco molesto.

Tae miró a Hobi y después me devolvieron la mirada con cierto brillo en sus ojos que me hizo tener un escalofrío por toda la columna vertebral.

-¿Qué pasó ayer con Kera después de que dejasteis a Jihyun en su coche?- Preguntó un tanto emocionado por la respuesta que pueda dar.

Los miré unos segundos pensando en la forma en la que diría aquello sin que se pongan a gritar como locos.

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