Serendipity

XXI

El beso duró unos segundos, hasta que Yoongi se separó y me miró con una de sus sonrisas, yo aun estaba mentalizandome de todo, Yoongi llevó una de sus manos a mi mejilla y la alzó un poco para que pudiera mirarle a los ojos. Yoongi era un ser demasiado hermoso, tanto que conseguía hipnotizarme con una simple mirada.

- Ash, estoy enamorado de ti, sé que mis sentimientos no son correspondidos pero quiero hacerte olvidar de esa persona que te tiene así, solo necesito que me des una oportunidad y no te arrepentirás.- dijo muy suave cerca de mis labios ya que a pesar de habernos separado solo había un par de centímetros entre nosotros.

Sin pensarlo mucho volví a besarlo, solo necesitaba sentir de nuevo la calidez de sus labios sobre los míos, sabía que esto sería difícil pero también empecé a sentir algo por él, él estuvo conmigo desde aquel día donde Kera se fue sin despedirse después de haberle demostrado todo la noche anterior. Él me consoló y me trajo a casa, nunca me abandonó ni jugó con mis sentimientos como hizo Kera para después huir de la nada con una chica.

Nos separamos de aquel beso en el que decidí que era el momento de olvidar a la persona que jugó con mis sentimientos para centrarme en alguien que realmente me valora y me demuestra que sus sentimientos hacia mi son verdaderos.

El resto de la tarde la pasamos riendo de comentarios raros y disfrutando de la presencia del otro, cuando comenzó a anochecer Yoongi me acompañó a casa, el ambiente era fresco pero se hacía cálido gracias a los brazos de Yoongi que me abrazaban mientras caminábamos a mi casa.

Cuando estuvimos frente al edificio me deshice del abrazo para rodearle el cuello con mis brazos y poder besarlo, no fue un beso subido de tono, solo fue un beso tierno, donde solo juntamos nuestros labios por unos segundos para después separarnos y despedirnos.

Mis labios estaban más abultados de lo normal ya que estuvimos gran parte de la tarde regalandonos besos, cuando entré al apartamento Tae y Hobi estaban sentados en el sillón, serios y en silencio por lo que me preocupé demasiado, haciendo que la paz que traía desapareciese en ese mismo momento.

Cuando cerré la puerta me senté junto a ellos en el sillón, ellos ni siquiera se inmutaron, todo se quedó en silencio durante unos minutos. Decidí romper el silencio porque los nervios crecían por segundos y ya no podía soportarlo más.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué estáis tan serios los dos?- dije sin esconder los nervios que sentía. Un suspiro se escuchó por parte de Hoseok y segundos después Tae se decidió a hablar.

- Tu tía se llevó a Jihyun, no pudimos detenerla porque ella vino con una orden judicial y acompañada por dos oficiales, lo sentimos Ash...- dijo para poder hacer contacto visual conmigo por un segundo y volver a agachar la cabeza.

No podía creerlo, el abogado que me asignaron no me dijo nada y tampoco me llegó ninguna carta para presentarme a juicio y poder luchar. Todo fue demasiado extraño, miré a Hobi y a Tae, ellos no emitieron ni un solo sonido más.

Me levanté del sillón y cogí mi teléfono para después marcar el número de mi abogado y preguntar. Escuché tres pitidos hasta que al fin descolgaron, la educación no me importaba en ese momento por lo que simplemente fui al grano.

- ¿Qué pasó con el juicio? ¿Por qué ni siquiera te dignaste a llamarme para avisarme de que el juez ya tenía su sentencia?- Se podía notar a kilómetros que no tenía mi humor para hacer amigos, por lo que el abogado tardó unos segundos en responder.

- Lo siento Park, el juez estudió todo y decidió que el juicio no sería necesario ya que las condiciones estaban muy descompensadas por tu parte y directamente le dieron la custodia de Jihyun, hace apenas una hora que recibí la sentencia y estuve investigando todos los puntos para ver cómo podríamos contraatacar y conseguir que te quedaras con la custodia, por eso no pude llamarte antes.- dijo calmado ya que no quería empeorar más las cosas.