XXII

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Tomamos aquel caldo para reponer fuerzas y poder entrar en calor, estuvimos haciendo nada, tirados en el sillón viendo una película cualquiera. Tae y Hobi estaban sentados en una de las puntas del sillón, aprovechando la cercanía del otro, ya que tuvieron que estar más juntos para que todos pudiéramos sentarnos en el sillón; por otro lado, Yoongi estaba sentado junto a Tae mientras que yo estaba recostado sobre sus piernas, recibiendo mimos en forma de caricias en el pelo.

Todos estábamos pendientes de la película hasta que escuchamos la respiración de Tae más fuerte de lo normal, todos pusimos nuestra atención en él, Yoongi y yo nos dimos una mirada cómplice al ver que tenía su cabeza apoyada sobre el hombro de Hobi, y este estaba completamente rojo y podríamos jurar que apenas respiraba.

- Creo que deberías llevarlo a la cama.- Dijo Yoongi, rompiendo el silencio tan cómodo que había.

- ¿Por qué debería llevarlo yo?- se quejó Hobi.

- Porque para eso es tu princesita.- dijo simplemente.- A demás, yo también llevaré a mi princesita.- dijo mientras se levantaba con cuidado de no hacerme daño.

Hobi y yo nos le quedamos mirando, intentando darle sentido a esas palabras pero no nos dio tiempo a reaccionar cuando me cogió al estilo princesa del sofá, como si fuese una pluma. Hobi se le quedó mirando con la boca abierta, al ver que consiguió cogerme con facilidad.

- Buenas noches, espero que no lo dejes durmiendo aquí en el sillón, no es un buen lugar para dormir.- dijo guiñando el ojo a Hobi antes de salir conmigo en brazos por la puerta del salón, en dirección a las habitaciones. Con mi ayuda llegamos a mi habitación y me dejó con delicadeza sentado en el borde de mi cama.

- Oye, yo no soy ninguna princesa.- le dije mientras me acomodaba mejor en la cama.

- Lo sé, tú eres más como un ángel.- dijo mientras se quitaba la chaqueta de chándal y se giraba para poder entrar en la cama también.

- No digas esas cosas.- dije entre indignado y avergonzado. Me giré para darle la espalda y que no pudiera ver mi cara, ya que seguro estaba más que roja.

- No puedo escucharte si le hablas a la pared Ashii.- Noté como se acercaba a mí hasta el punto de sentir su pecho en mi espalda y su mano en mi cadera.

Estuvimos en silencio durante un tiempo, en el que creí que al fin se había dormido. No sé por qué pero la última noche que tuve con Kera vino a mi mente y un sollozo se me escapó de los labios, rápidamente llevé mis manos a mi boca y cerré los ojos con fuerza para intentar parar las lágrimas que no paraban de descender desde mis ojos. Mi pecho dolía demasiado y me sobresalté cuando la mano de Yoongi se movió de mi cadera hasta mi hombro, haciendo fuerza para intentar girarme.

- ¿Por qué estás llorando ángel?- dijo Yoongi mientras me miraba a los ojos.

- No es nada, no te preocupes.- dije sonando lo más creíble posible, pero escuchar mi voz completamente rota me hizo derrumbarme mucho más.

Sentí los brazos de Yoongi rodearme en un abrazo, me di el placer de dejar que todo saliera ya que me sentí demasiado bien entre sus brazos, no quería hacerle pensar que solo le estaba utilizando para poder olvidar a Kera, ya que no era así pero realmente necesitaba desahogarme con alguien sobre esto. ¿El problema? no tenía la valentía de hablar con él sobre esto.

- ¿Por qué de la nada comenzaste a llorar?- dijo cuando estuve un poco más calmado gracias a sus caricias en mi espalda.

- Sólo me sentí mal por algo, pero no creo que te interese el por qué.- dije mientras cerraba los ojos para poder sentir su aroma y su calidez.

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