XI

19 1 0
                                    

La mañana llegó pronto, a pesar de haber dormido apenas seis horas me sentía descansado gracias a la charla que tuvimos la noche anterior Hobi y yo, gracias a ello comencé a sentirlo más cercano.

Miré la hora del despertador, las ocho en punto de la mañana. Me levanté para ir a darme una ducha y preparar el desayuno de Jihyun, cuando terminé de preparar las cosas fui a despertar a Jihyun y le llevé hasta la cocina para que pudiese desayunar rápido y prepararse para ir a clase.

Salimos a las nueve menos cuarto a toda prisa del departamento ya que cierto monstruito se quedó dormido en la cama mientras se vestía, aún no se ni como lo haré para que consiga llegar a tiempo.

Agradecí a todos los dioses de todas las religiones posibles, al ver como el autobús que debíamos coger, apareció justo al mismo tiempo en el que llegamos por lo que subimos rápidamente.

Conseguimos llegar a tiempo. Jihyun se despidió de mí con un abrazo y corrió hacia la fila donde le esperaban sus amigos. Miré la hora y eran las nueve y diez, debía darme prisa si quería llegar a la cita que tendría con Kera por lo que de nuevo fui hacia el bus, para mi mala suerte este se había averiado por lo que tendría que caminar rápido hasta el restaurante ya que quedaba un poco apartado de donde estaba.

Al parecer toda mi buena suerte había acabado esa mañana porque de un momento a otro comenzó a llover fuertemente y esto no acabó aquí, mientras corría hacia el apartamento de Hoseok, un coche pasó rápidamente por un charco que se formó en la carretera, lo que hizo que me empapara más aún y acabase lleno de barro.

Solo quería llorar en esos momentos, ¿Por qué todo me tiene que pasar a mi justo hoy? Subí las escaleras a toda prisa y cuando al fin estuve dentro del departamento fui corriendo a mi habitación para conseguir una muda nueva y poder darme una ducha rápida y llegar lo antes posible a aquella cita, corrí hacia el baño ignorando lo que dijo un Hoseok recién levantado.

Me quité toda la ropa, si es que aún se le podía considerar así, y me duché a la velocidad de la luz, no tenía tiempo para pensar todo lo que podría decirle a Kera como disculpa por haber llegado tarde, necesitaba llegar a tiempo para dar una buena impresión.

Cuando terminé con la ducha expres me vestí y arreglé mi pelo como mejor pude, me rocié de colonia y salí del baño disparado a mi habitación para conseguir coger mi mochila donde llevaria lo necesario y para seguir con mi buena suerte de la mañana, nótese la ironía, no encontraba mi teléfono, corrí hasta la sala donde lo encontré sobre la mesa del comedor.

Cuando me giré me quedé paralizado, en ese mismo momento apareció un Kera muy sonriente por la puerta seguido de Hoseok el cual se reía de algo que yo aún no entendía.

-Si tuviste problemas esta mañana podías haberme avisado y te daba más tiempo- dijo Kera mientras se sentaba en el sofá.

-¿Cómo sabes que tuve prob- miré a Hoseok.- ¿Tú le llamaste verdad?- le miré algo sorprendido.

- Vi en la situación de estrés que estabas y no me quedó más remedio que llamarle antes de que te diese un paro cardíaco- dijo riéndose - Además, era prácticamente imposible que llegaras a tiempo después de que acabaras empapado allí afuera.- Se alejo de mi lado riéndose para sentarse junto a Kera.

Mi cara en estos momentos debería ser un cuadro porque cuando me miraron los dos comenzaron a reírse de nuevo, maté a Hoseok con la mirada pero no pude evitar sonrojarme cuando vi la sonrisa de conejo de Kera.

-Kera, ya estoy listo. Podemos irnos cuando quieras.- Dije mientras le miraba. Él me dedicó una sonrisa y asintió con la cabeza antes de levantarse y despedirse de Hoseok.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora