-¿Estás seguro que quieres que viva ahí, Steve? no hay problema si Stark no me quiere recibir ahí, yo lo entendería.— Se excusó Bucky por milésima vez hacía Steve intentando no sonar asustado.
-Buck, todo estará bien; Fury nos pidió volver a la torre por que nos necesitan, creo que Tony lo entendería.— Le dió una sonrisa sincera a su compañero de toda la vida.
Los dos junto a los dos nuevos reclutas de los vengadores se adentraron en la Torre de los Vengadores. Los dos chicos menores a ellos estaban emocionados al entrar a dichas instalaciones, fue como un sueño hecho realidad.
-Aún no puedo creer que nos hayan descubierto, en parte es malo pero bueno por qué el mismísimo Capitán América y ese tipo con brazo de metal nos fueron a recoger a nuestra maldita escuela de mierda, ¡¿puedes creer eso, Andy?! ¡por qué yo no!— Susurró con rapidez y emoción el pelirrojo hacía el pelinegro.— Estamos en la maldita Torre de los Vengadores, ¿cómo será el señor Stark? ¿enano? ¿alto? ¿atractivo? bueno eso último es más que ciert...— Andrew iba a seguir susurrando pero Andy lo calló con un codazo en su estómago.
-Créeme que sigues hablando esta vez el golpe será en donde no te llega la luz del sol, idiota.— Murmuró entre dientes un enojado Andy mirándolo con una sonrisa más falsa que Tony siendo el activo.
-Oh vamos, ¿enserio no crees que es emocionante todo esto?— Murmuró hacía su mejor amigo mientras se metían al ascensor junto al Capitán y el Soldado del Invierno.
Ir hacía el piso respectivo de los Vengadores fue un "viaje" de al menos 8 minutos. En el reinaba un silencio un poco frustrante ya que cierto pelirrojo no cerraba su boca (y eso que estaba susurrando aún que de igual manera se escuchaba) hasta que Andy ya harto de la voz de su mejor amigo le dió un golpe donde estaban los futuros hijos del contrario, el contrario trataba de hacerse el fuerte tratando de no llorar y lanzarse hacía el piso del elevador para llorar más. Los dos súper soldados obviamente se dieron cuenta de eso ya que aún que estaban de espaldas, los dos podían percibir el dolor de alguno de ellos.
-¿Están bien?— Preguntó Barnes dándose media vuelta mirando al pelirrojo que trataba de no llorar y de hacerse el valiente.
-¿Qué si estamos bien? claro que lo estamos, señorita Nesbit.—Respondió el "valiente" pelirrojo haciendo referencia hacía la película de Toy Story por el brazo del súper soldado. Este obviamente le entendió y le le gruñó como si fuera un maldito perro.
-Andrew, solamente cállate de una maldita vez o te juro que esta vez no vivirás.— Respondió Andy con enfado hacía el menor. Este iba a responder pero las puertas del elevador se abrieron mostrando hacía la sala de los Vengadores los cuales la mayoría se encontraban ahí a excepción de Thor y el doctor Banner.
Steve y Bucky salieron del ascensor seguidos por los dos adolescentes que miraban con asombro su alrededor aún que más que claro estaba que uno disimulaba muy bien y el otro... el otro sólo se dedicaba a no llorar otra vez (pero esta vez de emoción).
-Son bellísimos...—Susurró Andrew casi al borde de las lágrimas mirando a los Vengadores los cuales se encontraban ahora de pie mirándolos para poder saludar a los nuevos.
-Estás algo equivocado, niño.— Dijo una voz profunda y hermosa a sus espaldas. El pelirrojo no dudó ningún segundo, dió media vuelta y se encontraba a su héroe, el que llevaba siempre en mente y corazón, el que siempre que salía en algún periódico o revista, lo recortaba y lo pegaba en su cuaderno rosado del cual nadie sabía.
Andy se sorprendió cuando escuchó la voz del genio, sin duda alguna Andrew y el ahora mismo estarían llorando de emoción aún que se tendrían que aguantar hasta que lleguen a sus respectivas casas.
-S-señor Stark, es un gusto c-conocerlo.— Respondió un muy eufórico pero disimulado pelirrojo.
-Eso es más que obvio, niño. ¿Tú nombre es Andrew Colman, cierto?
-Si señor Stark aún que prefiero más Zeith pero usted me puede decir cómo usted quiera, señor.— Ante esa respuesta, Stark le sonrió de manera que el menor soltará un grito interno.
-Me agrada tu actitud, niño.— Se dirigió hacía el golpeando su espalda amistosamente haciendo que el grito interno del contrario se volviera más fuerte. Acto seguido dirigió su mirada hacia el pelinegro el cual sólo se encontraba mirándolo con una tímida sonrisa y con un leve sonrojo, vaya que Stark enamoraba a todos.— Y tú debes de ser Andy Peterson, ¿no es así?
-Y no se equivoca señor Stark, es un gusto conocerlo.— El menor estrechó su mano con el otro moviéndola hacía arriba y abajo solamente dos veces, conocía perfectamente a Tony Stark y a este no le gustaba que estrecharan su mano más de dos veces.
Stark le dió una sonrisa para después dirigir su mirada hacía los demás vengadores aún que faltaba la presencia de uno (aparte de la de Thor y Bruce)
-F.R.I.D.A.Y, ¿dónde está Nicolas?—Preguntó Tony hacía su IA extrañado ya que la mayoría de veces Demarth se encontraba a su lado.
-El señor Demarth actualmente se encuentra...— F.R.I.D.A.Y iba a terminar de hablar pero al parecer alguien de cabellos rubios se posicionó a su lado de un segundo para otro haciendo que Tony se sobresaltara de su lugar.— En su lado derecho, señor.
-Gracias linda, ya me di cuenta.—Miró con burla al mayor.—Bien, les presento a los vengadores aún que seguramente conocen a cada uno de ellos.
-D-de hecho señor Stark, no conocemos a ellos dos.— Respondió Andrew mirando a Nicolas y a Scott. Este último puso una cara de que no lo podía creer.
-Soy Scott Lang o mas bien Ant-Man.— Los dos chicos pusieron un rostro confuso mirándolo haciendo que el hombre hormiga se pusiera un poco incómodo.— Tranquilos, nadie sabe quién soy yo.
-Enserio lo lamentamos, señor Lang.— Dijo con pena el pelinegro mirándolo con una sonrisa sincera, el contrario solo hizo un gesto con la mano el cual significaba que no se preocuparan.
-Este rubio oxigenado que ven aquí es Nicolas William Demarth ó más bien Poison, no lo hagan enojar a menos que quieran morirse.— Nicolas volteó los ojos para después darle un zape a Tony en la cabeza haciendo que ese se quejará.
-Es un gusto para nosotros conocerlo, señor Demarth.— Dijeron al unísono los dos chicos sonriéndole al rubio aún que un pelinegro lo miraba con otro tipo de sonrisa al igual que el contrario.
-El gusto es mío, señores.— Les sonrió el rubio haciendo que casi se desmayara el mayor de los dos chicos. Nicolas dió media vuelta y se dirigió hacía un pasillo pero antes se detuvo y dió media vuelta para dirigirse hacía ellos.— Señores Colman y Peterson, acompáñenme por favor. Usted también Capitán, al igual que Barnes y Stark.—
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