El día que todo lo cambió.
Mario:
Estaba nervioso... Muy nervioso, hace menos de un mes le pedí matrimonio a mi novia, la princesa del reino: la princesa Peach, ella quiso adelantar todo porque quería casarse deprisa conmigo lo cual yo no estaba tan seguro de casarme realmente con ella, pero no había vuelta atrás, las cosas ya estaban hechas. Mañana sería nuestro casamiento, así que me iba a juntar con unos amigos para alguna clase de "despedida de soltero", creo que todo iba bien o almenos eso tenía muy en mente.
Empecé a imaginarme una vida junto a ella y ¿La verdad? Es que mi cara no era la mejor, no sabía exactamente el porqué no estaba emocionado o feliz cuando yo mismo fui quién le pidió matrimonio, no sé si es porque ha pasado todo volando o porque simplemente ya no la quería. Mientras caminaba pensando en mil y un cosas escuché unos gritos de un chico; al parecer le querían robar.- ¡YA DÉJAME! ¡SUELTA ESO! - gritaba aquel chico tratando de que los otros dos tipos soltaran su mochila.
- ¡NO, TÚ SUELTA ESO PEQUEÑO MOCOSO. - Le respondió el tipo más alto de los dos dándolo un gran golpe al chico. Yo no podía quedarme así.
- ¡HEY! ¿QUIÉN CHUCHA TE CREES PARA PEGARLE ASÍ? - Le dí un golpe por atrás haciendo que soltara aquella mochila.
- ¿¡Y tú quién eres!? - Grito el tipo más gordo muy enfadado tratando de agarrar a su compañero.
- Nadie que te importe. ¿Qué tan vagos son para robarle las cosas a los demás? LARGO DE AQUÍ O LO VAN A LAMENTAR. - Les dije que toda la furia del mundo y con mi puño listo para golpearlos, así que salieron corriendo.
- Woah... Muchísimas gracias... Has de pensar que soy un idiota por no haberme defendido de esos dos.. - me dijo el chico detrás de mi.
- Oye, no te pre... - No pude terminar mi frase ya que al darme vuelta me dí cuenta de que era un chico... Lindo, he visto a muchísimos chicos en mi vida y jamás había visto a uno tan... Atractivo.
- Mi nombre es Luigi. - estira su mano. - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? -
- Y-Yo... Me llamo Mario... - Le dí un apretón de manos.
- ¡Un gusto, Mario! ¿Cómo puedo recompensarte?... - Me dijo de una forma realmente... Tierna.
- ¿Qué?... ¡Ah! Te juro que no es nada, lo pude haber hecho por cualquiera... D-De verdad no hay de qué preocuparse. - Su mirada me ponía demasiado nervioso y cuando estoy así no puedo pensar o decir cosas con claridad.
- Por favor... ¿Te invito a comer? Para sentirme bien conmigo mismo, por favor, será lo mínimo. - Me intento hacer un puchero, no podía seguir negandome.
- Woah... - Dí un leve suspiro. - Está bien, acepto. -
Luigi me invitó unas deliciosas hamburguesas, de verdad que no podía evitar ver sus ojos tan... Lindos, de verdad que jamás había encontrado a un chico tan atractivo, mis padres siempre me han dicho que esto es algo muy mal visto pero de verdad que no lo podía evitar... Sólo lo encuentro lindo... No tiene nada de malo ¿O sí?
- ¿Quieres algo para beber, Mario? - Me preguntó Luigi sacándome de mis pensamientos.
- Eh, Con una cerveza estoy bien. - Sonreí muy torpemente.
- ¿Una cerveza?... ¿Estás seguro? - Me dijo un tanto sorprendido.
- Sí... ¿Por qué? - Le respondí curioso.
- Oh, es que... Siempre he tenido problemas cuando alguien toma cerveza junto a mi... Me da miedo de que pierdan el control y hagan cosas indebidas, pequeños traumas de mi vida jaja... ¿Sí me entiendes? - Me dijo mirando hacia abajo jugando con sus dedos, juro que no pude evitar sonreír ante tal inocencia.
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"Ellos no saben que yo te amo." [Maruigi.]
Random| Cada persona tiene a su alma gemela, aveces la tenemos al lado sin saberlo... es realmente curioso y a la vez muy bonito, pero, ¿Es lo mismo que el amor de tu vida? por supuesto que no es así, y aquí está la clara prueba de ello. | . . . . . . . ...