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Narradora.

Luigi no había pasado la noche en su casa sino que en la casa se su amigo: Yoshi. El chico ya antes nombrado había llegado destrozado a la casa de su amigo, y obviamente le contó lo sucedido detalladamente... Era más que obvio que su amigo haría lo que fuera para apartar a Mario de la vida de Luigi, Yoshi ya no quería ver a su amigo sufrir, de todas formas el lo aconsejó como gran mejor amigo que siempre ha sido con el, pero dijese lo que dijese... Luigi seguía mal y seguía llorando por Mario. Lamentando cada momento que había pasado con el, lo cual para Luigi sólo creía que era tal calentura, no pensaba escuchar las palabras de Mario. Es más... Ya no quería saber de Mario.

— El sólo jugó conmigo... Y de la peor forma. — Dijo el menor de los dos llorando en los brazos de su amigo.

— Hey, no llores por alguien cómo el, te juro que no vale la pena... Estoy más que seguro que hay alguien que va amar ese corazonsito lindo que tienes, olvídate de Mario. — Le aconsejó Yoshi acariciando su cabeza relajadamente.

— Ojalá pudiera, es demasiado duro esto para mi. — Seguía lloriqueando el menor.

— Pudo haber sido muchísimo peor Luigi. — Le dijo Yoshi algo ya serio pero sin dejar de aconsejar y calmar a su amigo.

— Ya no importa, ¿Sí? Trataré de distraerme con algo, no lo sé. — El menor se había levantado del lugar y se dirigió a la puerta. — Gracias por todo Yoshi, pero ahora me iré a mi casa... De alguna forma quiero descansar. — Dijo en un tono bastante frío para irse y dejar a su amigo solo.

Luigi mientras caminaba directo a su casa no dejaba de pensar cabizbajo en las cosas, no dejaba de arrepentirse y maldecir los momentos que había pasado junto a Mario, pero lamentablemente estaba batallando con las cosas que les decía su cerebro y su corazón, su corazón le decía que escuchara la versión de Mario pero su cerebro le pedía tranquilidad emocional y bueno... El pequeño ojiazul ya estaba aburrido y cansado de tanta ansiedad que le estaba provocando su contrario.
Al mirar hacia adelante y fijar que había llegado a su casa, se había dado cuenta de algo. Estaba Mario durmiendo afuera de la puerta de su casa, Luigi se acercó un poco y pudo notar varias latas de cerveza alrededor de Mario... Lo cual había sacado la conclusión de que quedó borracho, y ahora sólo duerme por lo cansado que tuvo que haberle dejado su borrachera. Luigi agradeció a Dios por no haberse quedado en su casa... Quién sabe que escándalo había armado Mario, El ya antes mencionado trató de entrar por una puerta trasera que tenía su casa... Suplicaba que sus padres no estuviesen pero al parecer ellos simplemente no habían vuelto desde la última vez, pero no era algo que lo dejaba completamente sorprendido... Ya que sus padres siempre lo dejaban solo, y el terminaba sabiendo en donde estaban por una simple carta. Fue a su habitación y empezó a llorar... Lamentando la vida que tenía.

Había pasado ya rato, y Mario estaba despertando pero obviamente con un dolor de cabeza horrible, por su parte pensó que Luigi ya no llegaría a su casa así que no tuvo más que simplemente irse... Caminaba algo mareado, pues su dolor lo dominaba... Pero su dolor emocional era muchísimo más fuerte.

Al llegar al castillo Mario fue directo a su habitación y ahí se echó a llorar por un largo rato, arrepentido de cada una de las cosas que habían sucedido, de verdad que el ya no quería más.

... Por otro lado, la princesa Peach estaba también en su habitación, pero ella sólo pensaba en lo que vió, escuchó e hizo el día de ayer, en cierto punto se sentía arrepentida... Sintió que arruinó cierta parte de la vida de su amigo. Pero su "amor" por Mario la dominaba un poco... Pero ella tenía un presentimiento, había algo que no la dejaba tranquila, ese tal Luigi simplemente se le hacía extraño... Según ella al lado de Mario parecían hermanos. Tenían los mismos ojos, mismo color de pelo... Y si no fuera por la altura y pequeños detalles diría que son prácticamente iguales. Peach necesitaba saber más de Luigi... Y ahí fue cuando le pidió a uno de sus Toads que tratara de ver un tanto de información sobre Luigi.

Rato después.

— ¡Princesa! Aquí está toda la información que pidió. — le dijo un Toad algo agitado entregándole un tipo de sobre.

— Muchísimas gracias. ¿Puedes dejarme sola? — Dijo la monarca un tanto seria.

— O-Oh! Sí, claro. — Aquel Toad no dijo más y se fue.

La princesa abrió el sobre y leyó detalladamente cada cosa que había en el... Se dió cuenta que Luigi es adoptado. Lo cual... Al leer aquella parte se sorprendió demasiado, ella necesitaba saber más... Muchísimo más.
Seguía leyendo hasta que se destacó la parte de quiénes son sus padres reales...

“Hijo biológico de Lucía Jane y Marcelo Segaly.”

Prácticamente eso la dejó en Shock, sus presentimientos no le habían vuelto a fallar...

Luigi es medio hermano de Mario.

El sobre no decía más... Pero con aquella información pudo sacar muchísimas conclusiones, ella tenía claro que el papá de Mario había muerto hace 2 años lo que es obvio que preguntarle algo no tendría sentido... Pero ¿A la mamá de Mario? ¿Ella tendrá claro que su esposo tuvo un hijo con otra mujer y que lo dieron en adopción? Tantas preguntas que pasaban por su cabeza... Ella sabía que no podía quedarse así, no podía dejar que Mario siguiese enamorado de alguien que literalmente es su hermano.

Peach sabía bien como sacarse las dudas... Ya que la madre de Mario en un gran tiempo fue amiga de confianza del Maestro Kinopio. Y el Maestro Kinopio veía a Peach como una hija... Así que para ella no iba a ser difícil suplicarle información.

— Maestro Kinopio... — Dijo la princesa mientras veía al ya nombrado sentado leyendo un libro.

— ¿Dígame, princesa? — Le dijo sin dejar de mirar su libro.

— ¿Usted y la mamá de Mario se tenían muchísima confianza? — Le preguntó la rubia un tanto tímida.

— Pues sí... — Dejó su libro de lado para prestarle más atención a la princesa. — ¿Por qué, Peach? —

— Su esposo la engañó y tuvo otro hijo... ¿No? — Dijo directamente la princesa dejando algo impresionado a su maestro.

— ¿D-De dónde sacaste eso Peach? — Le dijo acercándose a ella.

— Por favor responda y dígame con confianza... Es para ayudar a Mario. — Dijo la princesa en un tono algo desesperado.

— Bueno... — Él sólo suspiró. — Sí, la engañó, pero con la mujer que el se metió le engañó a el, lo drogó o algo así... La cosa es que el no estaba consciente y tuvieron un hijo... Pero ambos sabían que les arruinaría la vida así que para no hacerle daño a aquel chico sin culpa decidieron darlo en adopción, la mamá de Mario se enteró porque el señor Segaly no podía mentir tan descaradamente, y obligó a la otra chica a contarle la verdad, osea que le drogó e hizo algo dejándolo inconsciente. También le contaron que dieron al chiquillo en adopción, pero desde ese momento la relación entre ambos cambió y nada volvió a ser lo mismo. Hasta que el señor Segaly falleció cómo has de saberlo... Pero la mamá de Mario no quiere ni saber de ese chico que tuvo con otra mujer. Sólo le trae dolor y odio, y lo que menos ha querido ella es que Mario lo sepa... Ya que ella no quiere que Mario tenga una desilusión horrible de su padre. —

— Wow... — La princesa había quedado impresionada, la historia le daba sentido pero jamás se les pasaría por la mente que el mundo fuera tan chico, ¿Qué pasaría si la mamá de Mario se entera que su hijo está enamorado de aquel niñito que ella tanto desprecia? Sería una pesadilla. 

— ¿Por qué Peach? ¿Pasó algo? ¿Mario se enteró de algo?... — Al Maestro Kinopio se le veía muy preocupado.

— O-Oh, nonono! La verdad es que yo ví algo x y quedé con la duda pero todo está bien. — Ella empezó a ponerse nerviosa. — Debo irme, g-gracias! —

La princesa salió literalmente corriendo de allí, debía contarle todo a Mario... Ella no quería que el estuviese en una relación tan enfermiza como esa.

"Ellos no saben que yo te amo."  [Maruigi.]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora