"Ellos no saben que yo te amo." [Maruigi.]

♡;; 8.

Mario:

Me quedé pensando toda la noche (o almenos lo que me mantuve despierto) en la pobre vida de Luigi, me encantaría ayudarlo y también me encantaría saber porque sus padres son así con él... ¿Qué habrá pasado? Me encantaría hablar con ellos.

Tenía tantas preguntas... preguntas que sólo me calcomían, hasta que de apoco fui llegando a una posible solución.  — El maestro Kinopio tiene información de cada uno de los habitantes del reino y los padres de Luigi son parte del reino... ¿No? — me levanté de golpe de la cama. — SOY UN MALDITO GENIO. —

Ya de día me levanté de golpe, y sabía que el maestro Kinopio no me tendría tanta confianza después de lo que pasó con Peach, pero sabía que alguien sí me iba a ayudar con esto... Toad.
Lo busqué por todos lados y el maldito no estaba pero me topé con Peach, aunque sabía que pedírselo a ella no me llevaría a algo bueno además de que ya no le tengo confianza en eso. — Hola princesa. —

— ¿Y tú desde cuándo tan educado? — levantó una ceja. — Dime sólo Peach, que ya no seamos pareja no significa que seas un habitante más. — yo me puse nervioso, ¿Apenas empieza el día y ya la estoy cagando?

— Oh, sí, perdone- PERDÓNAME. — ella sólo rió.

— Ya, Mario, descuida. ¿En qué andas? —

— Estoy buscando a Toad... ¿Lo has visto? — me rasque la nuca.

— Oh, sí, salió temprano a hacer un trámite pero ya debe de volver. — Me dijo amablemente, victoria para mí.

— Entonces lo esperaré! Gracias princ- Peach. — reí nervioso.

— De nada Mario. — se fue riendo.

Me puse en la puerta del reino... Y yo seguía con mis preguntas y me di cuenta de algo, todos somos educados con la princesa cómo se debe pero Luigi no lo es, creo que nisiquiera nota la existencia de ella.
Mientras seguía en mis pensamientos y mis preguntas sin fin llegó Toad.
— ¡AMIGO! — corrí hacia el.

— ¡Mario! — él sonrió. — ¿Pasa algo? —

— Toad, Toad lindo, Toadsito. Necesito tu ayuda..... ¿Cómo te llevas con el maestro Kinopio? —Yo estaba ansioso.

— Pues, bastante bien, lo puedo ver cómo alguien paterno. ¿Por qué? —

— Pues.... — Le conté todo el choro que quería hacer y Toad algo dudoso al principio aceptó. Me dijo que en la noche me iba a traer una fotocopia de los papeles o información. — En serio que eres un gran amigo. —

— Eres mi mejor amigo Mario. — sonrió.

— Y tú el mío... — le devolví la sonrisa. — Bien, nos vemos en la noche, ¡Gracias! —

Toad:

Apenas Mario se fue me digne a conseguir lo que me pidió, fui a la pieza del Maestro Kinopio y ahí estaba escribiendo anda a saber qué.

— ¡Maestro! — me acerqué a él.

— Pequeño Toad, ¿Sucede algo? — Se volteó a verme.

— Sí...  Necesito información sobre los padres de Luigi — le dije algo tímido.

— ¿Luigi? ¿Luigi Bianchi? — Yo lo miré confundido pues no me sabía el apellido así que sólo asentí como imbécil.  — Oh, pequeño Toad, Peach tiene la carpeta de ese chico. — yo me quedé en Shock, ¿Por qué Peach tendría información de Luigi?

— Ya veo.... Eh... M-Me tengo que ir. — salí corriendo de ahí como cualquier niño de 6 años corriendo de una gallina.

Necesitaba encontrar a Peach, necesitaba encontrarla ya, ¿Qué pasa si le hace una maldición a Luigi? ¿¡Si le vende su alma a Bowser!? De tantas preguntas en mi cabeza no me fijé en mi camino y me topé con Peach, vaya vida.  — P-Perdone princesa. —

— Ay, no se preocupe Toad, ¿Necesita algo? ¿Por qué tan apurado? — No podía decirle.

— N-No es nada, jejeje. —

— Bueno.... Mm, Toad, yo saldré con Daisy, llegaré entre la tarde por si te preguntan por mí ¿Dale? — Me dijo seria.

— Claro princesa. — asentí nervioso. — Que les vaya bien. — ella agradeció y se fue.

Tenía un mal presentimiento con todo esto, así que me tome de valor y decidí entrar a la habitación de Peach sin su permiso, sabía las consecuencias si me pillaban y sabían que entre sin permiso, pero debo sacarme ésta duda y de paso a Mario igual.
Entré con una llave de repuesto que Peach siempre tiene escondida entre las plantas... Su habitación se veía normal, pero decidí revisar bajo su cama y había una gran carpeta... Y en la portada decía:

María Ricci & Peter Bianchi.

Al leer eso sólo recordé... "Luigi Bianchi"
¿Por qué Peach tendría también información sobre sus padres?

Me tomé horas y horas leyendo todo... La Sra.Ricci es estéril, es decir que no puede tener hijos... Es decir que Luigi es... ¿Adoptado?
Empecé a sentir mucho miedo y dudaba mucho si leer la carpeta de Luigi o no, pero era la única forma de tener una respuesta clara...
Al abrirla no tenía muchas cosas, al parecer los señores fueron listos e hicieron ver a Luigi como "originalmente" de ellos.

Pero entre los papeles había un sobre abierto, realmente no se veía sospechoso pero igual me trajo curiosidad abrirlo y lo que decía adentro me dejó congelado.

Luigi   Bianchi
Hijo biológico de Lucía Jane y Marcelo Segaly.
           
Me quedé ahí helado, "Marcelo Segaly" ¡LUIGI ES MEDIO HERMANO DE MARIO!
Después de tantos minutos de Shock decidí sacarle fotocopia a todo lo que leí, dejé todo en su lugar y me fui de allí.

Llegué a mi habitación y ahí estuve pensando toda la tarde. — Hermano de Mario... Hermano de Mario, ¡Luigi es hermano de Mario! ¡Mario se enamoró de su propio hermano! E-Esto no puede ser posible. — estuve dando vueltas en mi habitación tratando de tener una respuesta coherente, aunque realmente sí lo era. — Eso explica el porqué la madre de Mario se puso distante con el Sr. Segaly... ¡Él la engañó descaradamente! P-Pero... El se lo confesó, todos sabemos que el le suplicó algo de rodillas, ya sé el porqué — Pegué un fuerte suspiro. — Pero, Mario me dijo que los padres adoptivos con Luigi lo empezaron a descuidar de forma brusca, ¿Por qué será? — Miré el cielo. — Mario no puede seguir enamorado de su propio hermano, alguien debe decirle la verdad. —

Salí de mi habitación para ir a buscar a Mario el cual estaba sentado mirando la fuente de los deseos del reino, tragué saliva y me arme de valor.  — M-Mario. —

Él se volteó y se acercó rápidamente a mi. — ¡Toad! ¿Descubriste algo? —

— Descubrí más que algo. — él me miró confundido.

— ¿Ah? — Las palabras no me salían, me sentía un poco extraño, así que sólo le pase los papeles a Mario.

— Ve por tu propia cuenta. — Le entregué todo y al leer cada cosa detalladamente su cara shockeante mataba a cualquiera.

¡!♡Xoxo.