"Ellos no saben que yo te amo." [Maruigi.]

♡;; 11.

Narradora:

Habían pasado los días y el menor de los dos seguía con los sueños extraños, cada sueño llegaba a ser peor que el anterior.

Luigi no paraba con su ansiedad y con sus preguntas sobre: "¿Me va a odiar?" "¿Qué va a pasar?" "¿Se va a alejar de mí?"
Toad en más de una ocasión trató de convencer a Luigi de que dijera la verdad, que tarde o temprano Mario se iba a enterar, Luigi obviamente sólo se negaba... El no podía con la carga de tener a Mario lejos de su vida porque sí... estaba más que seguro que el mayo se iba a alejar completamente de él.
También lo ponía nervioso el tener en cuenta si la princesa haría algo o no aunque Toad le re juró que habló con la princesa y que esta no haría nada, pero los presentimientos de Luigi le demostraban lo contrario.

Mario se había comportado muy lindo con Luigi los últimos días, Luigi se dió cuenta que estaba tan enamorado de Mario que nisiquiera le interesaba saber si era su hermano o no, su amor iba más allá que lo fraternal.
Pero quizás Mario no amaría a Luigi de esa forma, tal vez nunca lo vaya a perdonar por ocultarle tal dato tan pero tan importante.

Peach sentía desprecio hacia Luigi y luego de que Toad le pidiera que no dijera nada por Luigi le hirvió bastante la sangre, le quitó al "amor de su vida" y más encima quiere dañarlo?
Ella aceptó quedarse callada pero no por mucho tiempo.

La monarca estaba harta, estaba cansada del "cinismo" de Luigi, de que estuviera riendo amorosamente con Mario mientras le ocultaba algo tan delicado.
Aguantó días y días y días, pero aunque Luigi le cayera bien o no sabía que ocultarle tal cosa a Mario no iba a ser la mejor opción, apesar de todo era su amigo y sabía que iba a sufrir, así que ella optó por decirle la verdad pero sabría que si se lo decía de golpe no le iba a creer así que era momento de crear una idea.

Mario:

Estaba algo (muy) cansado, fue un día agotador y sólo quería esperar el mañana para quizás tener un lindo día con el chico de mis sueños, todo iba relajado hasta que me llegó cierta invitación de Peach; hace tiempo no recibía una de esas... o bueno, hace tiempo Peach no hacía algo donde debía de invitarnos a todos.

Mario, te invitó a una pequeña cena que haremos en el parque a las 10:30, todos estaremos ahí, puedes invitar a alguien si es así como lo gustes.
Te esperaré con muchas ansias.
Besos; Peach.

— ¿Acaso es un día importante? Porque si es así me he olvidado completamente. — Guardé la carta y miré la hora. — Son las 9:40 aún tengo tiempo demás para arreglarme un tanto e ir y obviamente ya sé a quién invitar..... —

Me alisté bien y fui de una a la casa de Luigi para invitarlo, estaba tan emocionado.
Últimamente no me ha importado que nos vean juntos, yo amo a éste chico y sé que el me ama a mi y que jamás me haría daño.

Toqué la puerta y este salió de una, se veía divino; como siempre.

— Oh, Hola Mario... ¿Sucede algo? — Dijo con una linda sonrisa.

— Te quería invitar a una cena que habrá en el parque cerca del reino, ¿Vienes? — dije emocionado.

— O-Oh, bueno, claro que me gustaría ir contigo! Sería un honor. Aunque debería de arreglarme... —

— ¿Qué? ¡No! Te ves perfecto así, que arreglarte ni que nada tú siempre luces ideal. — dije de una forma bastante melosa.

Luigi sólo se sonrojó y asintió con una sonrisa.
Fuimos y llegamos justo a la hora, estaban todos ahí y nos saludaban con una sonrisa y algo que sí me extrañó es que Peach saludó de una forma bastante linda a Luigi, incluso a él le sorprendió pero decidimos no hacer caso a ello, ¿Qué podría salir mal en esta simple cena?

Ya era hora de cenar y yo como sería costumbre me senté al lado de Luigi, estuvimos charlando de x cosas, compartiendo con los demás hasta que la princesa decidió hablar.

— ¿La están pasando bien, Luigi y Mario? — dijo Peach dejándonos confundidos pero yo decidí ser amable.

— Claro que sí princesa. — sonreí y le dije amablemente.

— ¿Y tú, Luigi? — Dijo Peach mirando atentamente a Luigi con una mirada dominante.

— Sí, bastante. — dijo en un tono seco.

— ¡Pues claro! Si deberías de estar contento de convivir con tu hermano. — yo me quedé mucho más confundido, miré a Luigi y se quedó helado.

— Ahm, ¿De qué habla princesa? — Yo la miré serio.

— Princesa, no creo que- — Trató de hablar Toad pero Peach alzó más la voz.

— Pues sí, Mario. — Me pasó una carpeta y yo dudaba mucho si abrirla o no pero si me palpitaba el corazón.

— N-Nonono, no creo que debas abrir eso Mario. — Luigi intentó de quitarme la carpeta pero yo lo aparté.

— ¿Q-Qué tiene esta carpeta, Luigi? — Yo estaba bastante preocupado y tenía un mal presentimiento.

— Lo que tiene esa carpeta es información de la verdad, de que Luigi te ha engañado todo este tiempo, que es un enfermo, que es tu hermano y está enamorado de ti. — Yo sentía como me arrancaban el corazón, me estaba empezando a doler la cabeza y Luigi sólo se estaba desesperando, Toad trataba de sacar a la princesa de ahí y los demás habitantes sólo se susurraban cosas.

— N-No, eso no es verdad, quieres volver a separarme de Luigi. — Yo trataba de defender mis sentimientos.

— Adelante, LEE la carpeta ¡O mejor! Te la puedo leer yo. — su mirada victoriosa me estaba destrozando. Y sólo me digne a abrirla a leer todo detalladamente mientras Luigi me impedía aquello pero era demasiado tarde.

— ¿Q-Que es esto... Luigi?.... — Sentía náuseas, sentía todo revuelto y mis ojos me estaban pesando.

— Y-Yo, puedo explicarlo, pero acá no, por favor acá no. — El estaba llorando y como no quería hacer un escándalo acepté hablarlo en otra parte pero no dejaba que Luigi me tocara.

Llegamos a un lugar x dónde habían bancas y se veía poca gente, pero no me interesaba... Yo quería una explicación.

— Adelante, habla. — Dije en un tono seco, quería aguantarme las ganas de llorar.

— E-Está bien, sí, somos hermanos por parte de papá... Yo no lo sabía hace algunos días atrás, y no te lo dije porque me sentía bastante desesperado Mario, entiendeme por favor. — Mi corazón y mi mundo se derrumbó completamente. — Sé que no estuvo bien mentirte pero- — No pude dejarlo terminar así que lo empuje.

— No... quiero que te acerques nunca más a mí, ¿Me oíste?.... — Mis ojos se estaban llenando de lágrimas, trataba de mantenerme en mi lugar pero no podía, me mintió.

— Mario, no... por favor no... — el trataba de abrazarme pero yo me corría a cada uno de sus movimientos.

— Ya no quiero verte nunca más. — Le dije para irme de ahí llorando, deje a Luigi sentado en una banca también llorando pero en estos momentos no me interaba, él es mi hermano, es mi familia y en ves de decirme las cosas antes de ilusionarme al mil prefirió mentirme y jugar con mis sentimientos. ¿Cuánto tiempo se estuvo riendo de mí?

Llegué al castillo, a mi habitación, me encerré y ahí estuve llorando a casi a gritos, me estaba golpeando los brazos, las piernas, la cara.
Estaba ya sangrando con tantos golpes pero juraba que no me importaba, me quería morir en esos momentos.

Algunos trataban de entrar a preguntarme que me pasaba pero yo les pegaba un grito para que salieran de ahí, suplicaba que esto fuera una pesadilla, pero no... era la realidad, esto ya era un amor enfermizo y no sabía si poder perdonarlo, o almenos eso pensaba en esos momentos en donde no estaba cuerdo.
¿Que importa?
El daño está hecho y sé que jamás lo olvidaré.

Xoxo¡!♡