♡;; 7.

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Mario:

Pasaron varios días desde que Luigi y yo nos "arreglamos", la verdad me sentía bien por ello, pero había algo que me dolía bastante... Y era el desprecio de Luigi, cada que lo veía a hablar con cualquier otra persona que no fuera yo se veía alegre y muy simpático... Pero si me acercaba su cara cambiaba de inmediato a una con mucho desprecio, me solía evitar y cada que me acercaba el se alejaba de mi. ¿Tan feo la cagué con él?....

Luigi:

Yoshi se "enojó" conmigo al enterarse que había perdonado a Mario, pero almenos me puso la condición de que fuera serio con el para que no se volviera a subir por el chorro conmigo lo cual sí tenía mucha razón... Aunque era algo doloroso para mí porque cuando quería decirle algo lindo, abrazarlo e incluso darle un beso... Mi orgullo me dominaba y me hacía apartarlo de mi mismo, pero bueno, de alguna manera él se lo merece, él jugó conmigo.

Era de noche ya y mis padres seguían sin volver, si soy sincero jamás entendía el porqué se iban por tantísimo tiempo y después volvían como si nada, nunca me han celebrado un cumpleaños, nunca he oído un: "estamos orgullosos de ti", cuando están acá creo que ni existo y sólo me quieren cuando desean que les haga algún favor como ir por un mandado o que ordene la casa al mil... Me estaba poniendo tan melancólico con mis pensamientos que ya estaba llorando... Pero el sonido de la puerta interrumpió mis pensamientos e hizo levantarme para limpiar mis lágrimas e ir abrir. — ¿Quién será a estas horas?— Al abrir era Mario.

— ¡HOLA LUIGI! ehhh... Te... Traigo éstas galletas!!!... que lamentablemente se me quemaron... — tragó saliva y rió nervioso. — pero las hice con mucho amor y están deliciosas! Nos las he probado pero todo lo que viene de mi es delicioso. — yo sólo reí ante las últimas palabras de Mario, no sabía que era tan egocéntrico.

— Oh... Vaya, se ven ricas sinceramente... Eh, pasa! — me hice a un lado para que entrada el no dudó ni un poco y entró.

— ¡G-Gracias! —

— No hay de qué... Ehm... Voy a probar una galleta, sinceramente tengo hambre. — reí

— ADELANTE. — Mario sonrió tiernamente.

Probé una galleta y al principio su sabor... Era rico, no podía distinguirlo bien por las partes quemadas pero me sabía bien. —Oh, está bueno... ¿De qué las hiciste? — pregunté en cuanto estaba comiendo.

— ¡De maní! — Tragué todo de golpe y fue por la impresión, me levanté rápidamente y empecé a tomar lo primero que encontré: agua, Mario me miraba confundido — ¿Qué pasa?

— SOY ALÉRGICO AL MANÍ. — Empecé a tomar agua desesperamente.

Mario se quedó callado pero sentía que quería reírse, ha de ser por mis caras de angustia. — N-No lo sabía... —dijo aguantando su risa. — Perdón —

Ya un poco calmado y al sentir que se me fue el sabor del maní lo miré y también empecé a reírme. — Ay, no te preocupes, aunque yo siento que me querías matar. —

— ¿¡Q-QUÉ!? Ayyy... Nono, realmente no lo sabía, discúlpame. — Se sentía avergonzado, yo sólo reía.

— Ay, Mario, descuida, no es culpa tuya... Estaban ricas de alguna forma. — sonreí. — y total que hay muchas cosas que no sabes de mí... —

Mario se acercó a mí y me miró atentamente. — Me interesas demasiado, y quiero saber más de ti, Luigi. —

— Mm... ¡Pregúntame! Trataré de ser lo más sincero contigo. — Me empecé a rascar la nuca. — Nunca antes alguien había tenido tantas ganas de saber de mí... —

— Siempre hay una primera vez, cariño. — yo me sonrojé. — Aunque si hay una pregunta que tengo pegada desde que te conocí... ¿Y tus padres? En ningún momento te he oído hablar de ellos y siempre te he pillado solito. — yo empecé a sentir mi corazón chiquito.

— No lo sé. — fue lo único que se me salió decir.

— ¿Cómo? — Mario estaba confundido.

Yo sólo suspiré. — No lo sé... Nunca están conmigo, y cuando están acá nisiquiera me hablan o me toman en serio, pero me acostumbré aunque si es triste para mí... Hay veces que ni yo recuerdo mi cumpleaños... Jamás me lo festejaron, jamás me dieron algo. Las pocas cosas que tengo me las han regalado algún amigo o me las he comprado yo solo por x trabajos que he podido tener. Veo a chicos en la calle con sus padres acompañándolos en todos lados y pensar que jamás han sido mis padres así me pone demasiado mal. —

Mario sólo me miró impresionado. — Vaya, tiene mucho sentido... Pero hey, Luigi, tus padres se han perdido de un chico increíble... Aunque jamás entenderé algo de la gran mayoría de las personas ¿Por qué tienen hijos si no los van a valorar? —

— No lo sé, antes no eran así conmigo, cuando yo era un niño chico si me daban un poco de atención, pero todo cambió cuando cumplí 5 años, nisiquiera recuerdo que los hizo tenerme desprecio —

— No sé qué decirte Luigi... Me encantaría ayudarte, eres un chico que lo merece todo. — Yo lo miré sonrojado una vez más.

— Gracias Mario, tú y mi mejor amigo han sido los únicos que me han tratado de una forma tan buena, te agarré mucho cariño Mario, me da miedo perderte. — Mario sólo me abrazó.

— Me imagino como has de sentirte pero... ¡Hey! Yo no te volveré a decepcionar nunca más, menos sabiendo más a fondo de tu vida, terroncito. —

— En serio muchísimas gracias... — Sonreí. — ¿Y tus padres? ¿Tienes hermanos o algo? —

— Pues... Mi padre falleció hace un tiempito, y mi madre de fue a vivir con parte de su familia pero si me va a ver y esas cosas, pero me da realmente lo mismo, extraño a mi papá obviamente pero jamás entendí su relación con mi mamá... De un momento a otro su relación se volvió muy insoportable. —

— ¿Y eso? — le pregunté muy curioso.

— Ni yo lo sé, lo que si recuerdo es que una vez mi papá no llegó a dormir y al día siguiente al llegar lo ví llorando de rodillas suplicándole algo a mi mamá pero ella sólo lo apartaba, de ahí todo cambió y cuando mi padre murió ella nisiquiera estuvo en su entierro y esas cosas. — Yo lo miraba mucho más impresionado.

—¿Crees que la engañó o algo así?—

—No tengo idea, llegué a escuchar rumores de que mi papá embarazó a otra mujer pero no sé sinceramente, no me meto en su vida. —

— ¿Como te da tanto lo mismo? Es algo bastante fuerte — le dije en un tono ya algo serio.

— Porque ya es pasado, porque almenos mi papá conmigo no fue alguien malo y si le hizo alguna clase de daño a mi mamá me sentiré indignado pero se que nada pasa porque sí... No sé si me entiendes. —

Yo sólo suspiraba — creo entenderte... —

— Bien — Mario se levantó — disculpame Luigi pero se me está pasando la hora, debo irme... Nos vemos mañana ¿Sí? —

Yo le di un fuerte abrazo. — sí, cuídate mucho, te quiero. —

— Y-Yo también. —

Xoxo¡!♡

"Ellos no saben que yo te amo."  [Maruigi.]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora