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- Van a salirte cardenales Lenna – me mira preocupado - ¿Qué te han hecho?

- Es... es que – intento hablar, pero estoy temblando – el chico... yo...

- ¿Qué chico Lenna? Intenta tranquilizarte cariño – me abraza Noa

- Uno moreno, yo estaba – separo la vista de Noa y veo al chico entrar furioso. Su mirada conecta con la mía y viene directo a mi – No – digo asustada

- ¿No qué? – pregunta Noa

- Es él

- ¿Quién? – se gira Liam y se encuentra con el chico

- Tu pedazo de puta esto no se va a quedar así – me grita y camina a mí.

- COMO TE ACERQUES A MI HERMANA TE MATO HIJO DE PUTA ¿QUÉ LE HAS HECHO? - Noa se coloca justo delante mía.

- ¿Tú? Tú también podrías unirte rubia – le sonríe y yo siento un escalofrío – pero tu hermanita estaba pasándoselo muy bien conmigo fuera ¿verdad? – me mira y yo niego – ah ¿no? Entonces ven, que vamos a pasarlo mejor – me agarra del brazo y yo intento separarme.

- Suéltala ahora mismo – dice Liam mientras se acerca a mí

- ¿O qué? Tu tienes a la rubia coño, comparte – ríe

- O te parto la cara – le dice Liam y veo como se va poniendo rojo de la ira

- ¿Tú y cuantos más? – carcajea

- Y yo – dice una voz a mi espalda. Se quien es, no hace falta que me gire – suéltala y piérdete de aquí si no quieres que te coja y te habra la cabeza. Y yo no necesito ayuda – dice y veo como el chico parece asustarse un poco.

- Bueno joder, no sabía que fuese tu puta – me suelta y veo como Liam corre a el y le suelta un puñetazo.

- Vuelve a llamarla así y te llevas otra – el chico me mira furioso y yo miro al suelo – QUE TE LARGUES YA JODER – le grita y Noa le sujeta del brazo. El chico se va corriendo y yo al fin respiro.

- ¿Estás bien cariño? – me pregunta Noa y yo asiento

- Gracias Liam, y lo siento por tu mano, te ha tenido que doler – le digo con una mueca

- No te preocupes, no me duele – me sonríe con cariño. Escucho una tos a mi espalda y me giro.

- A ti también gracias – miro a Jared y el solo asiente y mira a Liam.

- ¿No crees que te has pasado un poco? – le pregunta

- ¿Qué me he pasado? – le pregunta atónito

- Solo se había acercado a ella, no hacía falta el puñetazo

- ¿Pero tu le has visto los brazos? – le pregunta Liam y el frunce el ceño. Se acerca a mí y me coge los brazos.

- ¿Pero qué coño? ¿te ha hecho esto él? – me pregunta y veo como la vena de su garganta se inflama.

- Yo estaba sentada fumando – miro al suelo – el se sentó al lado mía y empezó a tocarme, yo me intenté ir y me agarró de los brazos fuerte – suspiro – escape porque le puse el cigarro ardiendo en el cuello cuando estaba besándome – digo nerviosa y veo como Jared mira mi cuello. Yo siento un escalofrió al sentirlo tan cerca.

- Menudo hijo de puta – grita Noa – tendría que haber salido contigo, lo siento – me mira y yo niego.

- Yo he sido quien te ha dicho que te quedaras, además prefiero que me hubiera pasado mí, a que te hubiera pasado a ti también.

- Menos mal que tenías el cigarro – dice Liam – soy antitabaco pero solo por hoy soy fan – sonríe y yo le devuelvo la sonrisa. Jared aún sigue mirándome los brazos.

- No es para tanto – le digo para que se relaje, aunque no entiendo su comportamiento

- ¿Qué no es para tanto? – me mira atónito – podría haberte violado, además mira tus brazos joder

- Bueno, pero no lo ha conseguido – le sonrío – y el va a tener una linda quemadura en el cuello así que – le intento quitar importancia.

- ¿Y tus zapatos? – me pregunta

- Hostias – me llevo la mano a la cabeza – fuera, madre mía, espero que no me los hallan robado – suplico e intento caminar a la terraza.

- No – me agarra de la mano – siéntate en el sofá, yo iré a por ellos

- Pero no hace falta, ya se ha ido

- Estás descalza, puedes clavarte cualquier cosa – yo suspiro y veo como se va a la terraza. Cuando vuelve me pone los zapatos en el suelo y le agradezco, el solo asiente.

Pasamos allí un rato más hasta que Noa me pregunta si quería irme, a lo que yo asentí. Nos despedimos de los chicos, que nos acompañaron afuera.

- Nos vemos otro día – le dice Noa a Liam

- Si claro – el le sonríe y se dan dos besos, yo rio en bajito.

- Bueno...

- ¿Me das tu número?

- Si claro – Noa coge su teléfono y lo anota – aquí lo tienes

- Gracias rubia – se acerca y le da un beso en los labios – te llamaré

- Mas te vale – le sonríe divertida

- Bueno bonita a ti también espero verte – dice y me abraza con cariño

- Si yo también rubio, pero no me gusta ir de candelabro a cenar y esas cosas – el carcajea – asique para unas cervecitas si, pero no me llevéis a vuestras citas

- ¡Lenna!

- Es verdad – carcajeo – bueno... muchas gracias por lo de antes, no eres tan gilipollas después de todo – le sonrío a Jared.

- No lo he hecho por ti

- ¿Ah no?

- Odio que los hombres hagan estas cosas, me hierve la sangre

- Bueno igualmente te doy las gracias como mujer – le sonrío y le beso la mejilla

- No es nada – me mira a los ojos y siento como otros cuatro nos miran atentos.

- ¿A mi no me vas a pedir el número no? – carcajeo y el niega con la cabeza divertido – bueno es una lástima. Nos vemos otro día que necesite ayuda o pasar gratis a la discoteca primo – le guiño un ojo y él sonríe un poco.

Noa y yo caminamos a la parada de taxi y cogemos el primero que pasa para llegar a casa. Menuda noche. Lo que no nos pase a nosotras, no le pasa a nadie.

Lo que pasa en Londres, se queda en Londres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora