24.

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- Échate aquí conmigo – balbucea

- Pero... - no me deja decir nada mas porque tira de mi y me acurruca en sus brazos, yo suspiro y cierro los ojos.

Los rayos del sol me están molestando. Me quejo e intento girarme, pero unos brazos me tienen acorralada. Espera, ¿brazos? Abro los ojos y me encuentro cara a cara con mi hermosa pesadilla. Es guapo el medicucho, muy muy guapo no puedo negarlos. Inconscientemente le empiezo a acariciar el pelo y sonrío al ver como me aprieta hacia él. Dice algo inteligible y me besa la cabeza. No puedo ocultar la sonrisa y me acurruco aún mas en el.

- ¿Pero qué coño? – escucho delante de mi, me giro de golpe y veo a Noa mirarme sonriendo.

- ¡calla que esta dormido! – le susurro

- ¿Pero que haces tu ahí?

- Vine a traerle anoche la manta y...

- Y follasteis en mi sofá, tia que ahí me echo la siesta...

- ¿qué dices? El me pidió que me echara con el a dormir

- ¿Qué mi hermano te pidió qué? – aparece Liam por detrás de Noa

- ¿Pero esto que es la boca del metro? – me quejo

- Hablando de metro, ¿Qué metro tengo que... - Dan se para justo delante del sofá - ¿Qué coño?

- Eso mismo dije yo

- Esto no es posible – me llevo la mano a la cabeza

- ¿pero tu que te traes con este? – me pregunta Dan

- Están enrollados – suelta Noa

- ¡NOA!

- ¡calla que está durmiendo! – me imita

- ¡os odio! – me quejo – solo vine y me dijo que me quedara, estaba dormido, lo mismo ni se dio cuenta

- Bueno, si estaba durmiendo posiblemente pensara hasta que eras otra – se burla Dan

- ¡Dan! – le empuja Noa

- ¿qué?

- Claro porque ¿Quién querría dormir conmigo, no? – digo molesta

- No es por eso por lo que lo digo y lo sabes

- Da igual, yo paso ya de...

- ¿Se puede saber qué demonios hacéis todos hablando, joder? – escucho una voz en mi espalda, mierda.

- ¡Hombre hermanito! – grita Liam

- Cállate joder – se queja y me tira más a el, pero a los dos segundos me suelta de golpe y se mueve hasta darme la vuelta - ¿Lenna?

- Hola – le digo avergonzada

- ¿qué haces aquí? – me mira desconcertado

- Yo...

- Veis como no sabia ni que era ella – dice Dan y yo me vuelvo más pequeña

- Nada, solo tenía frio mientras me preparaba el café y decidí taparme – sonrío – lo siento por perturbar tus sueños – intento carcajear y me levanto de allí.

- Pero...

- Si – interrumpe Noa a Liam – te iba a decir que si querías que le echase leche – me mira con cariño.

- No déjalo, no tengo muchas ganas – sonrío – tómatelo tu

- Oye Lenna, ¿quieres que salgamos a dar un paseo por el centro? – se me acerca Dan sonriente

- No puedo, tengo cosas que hacer – digo sin mas y me encierro en mi habitación

No sé que hizo Jared después de que yo me encerrara en mi habitación, solo se que cuando yo salí cuatro horas más tarde, no había nadie. Aproveche para ducharme y me arregle, hoy me apetecía cenar fuera asique llame a una compañera del curro y quedamos en un restaurante que ponía unas pizzas caseras buenísimas. Me puse una falda de cuero roja, un top negro, mi chaqueta de cuero y mis botines con plataforma también negros.

Durante la cena recibí varias llamadas de Dan, y cansada de no contestar decidí apagar el teléfono. Después de la cena nos fuimos a un pub a tomar unos chupitos y para las tres de la mañana cogí un taxi para volver a casa. Cuando abrí la puerta me encontré con Noa y Dan tirados en el sofá.

- Ey – dije mientras dejaba las llaves en la mesa

- ¿se puede saber porque no me cogías el teléfono?

- Pues porque no quería

- ¿dónde estabas? – pregunta Noa

- ¡pero bueno! ¿cómo que no querías? – se levanta de un salto Dan

- Dan, dejala – intenta intermediar Noa

- ¿qué pasa Lenna?

- Que no quiero hablar de ello

- Lenna – me insiste

- ¡Pues que no me gusto lo que dijiste! – suelto - ¿Qué pasa que no soy lo suficientemente guapa o lo que sea para que me recuerden?

- ¿pero qué dices?

- ¡lo que oyes!

- ¡yo no decía eso!

- ¡si que lo querías decir! – grito

- No seas una niña chica, conozco a los tios como el

- Claro, porque son como tu ¿no?

- ¡¿QUÉ?! – grita – a mi no me compares con ese gilipollas

- ¡ni siquiera lo conoces!

- ¿pero que lo estas defendiendo? – me mira atónito - ¡a ti te gusta el medicucho ese!

- ¿QUÉ? NO

- Si que te gusta, si – se burla – ¿por eso estas molesta? ¿por qué le quieres no?

- QUE NO JODER

- Pues si te lo dije es por tu bien, no eres tia para el Lenna

- ¡DAN! – le grita Noa

- ¿qué? Es verdad joder, eres demasiado...

- ¿DEMASIADO QUÉ, EH? ¿SABES QUE? ME DA IGUAL – digo mientras me encamino al pasillo

- NO UYAS JODER,

- QUE ME DEJES, ¿SABES? OJALA NO HUBIESES VENIDO – grito y cierro la puerta de mi cuarto de un portazo.

Dan sabe cuantas inseguridades tengo. Desde muy pequeña siempre se metían conmigo por mi físico, ya que empecé antes a desarrollarme y claro, eso es un problema cuando eres una niña. De mayor tuve una época algo difícil, sobre todo con Julen, el me hizo sentir muy inferior cuando me engaño. Me hizo sentir que yo no era suficiente para el, ni para nadie.

Lo que pasa en Londres, se queda en Londres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora