Lo que pasa en Londres, se queda en Londres.

4.

Acababa de salir del colegio. Los niños son mi pasión desde hace cuatro años. Me siento feliz cada vez que entro al aula y veo a mis niños y niñas. Para ellos soy la seño más molona y para mi ellos, son un pedacito de mi corazón. El por qué de mi amor a esta profesión es muy sencillo, nosotros/as somos quienes estamos formando sus mentes, si logramos cambiar todo el mal que trasmite el mundo, podemos lograr que futuras generaciones sean mejores que nosotros, y no en tema de inteligencia, si no de humanidad. Además, los niños/as son los seres con el alma más pura del mundo, no hacen nada con maldad porque no la conocen, son puro amor, y te quieren, te quieren con todo su ser.

Por fin encontré aparcamiento cerca de casa, esto era el suplicio de cada día. Cuando ya entré en casa, Yaki caminó corriendo a mi para que le saludara.

- Ayyy mi bebé, ¿Cómo estás? – le pregunto y el mueve su colita – ayy mi niño

- Ya estás aquí – Noa entra al salón con una botella de agua - ¿Qué tal?

- Bueno bien, hoy te has venido en bus ¿no? – me siento en el sofá dejando el maletín a mi lado

- Si porque mi jefe se ha ido a una reunión y he podido salir antes. Era tontería esperarte dos horas – dice y se sienta junto a mí.

- ¿Y qué tal tu día?

- Bueno, bien – sonríe

- Uy, esa sonrísa...

- Me ha escrito Liam

- ¡Pero eso es genial! – sonrío – ese chico es un solete, por ahora – aclaro

- Me ha preguntado como estabas

- Que mono – la miro

- Si...

- ¿Bueno qué hay hoy para comer?

- No sé tía, hoy te toca a ti hacerme la comida – me sonríe

- Uff cierto – abro la nevera y veo un tupperware de cristal con filetes - ¿te apetecen filetes empanados con patatas?

- Si porfavorrrrr

Saco el tupperware y lo coloco en la encimera. Me elevo un poco para abrir las puertas de los estantes de arriba y sacar el pan rallado, cuando me resbalo y tiro el recipiente al suelo. Salto enseguida al suelo asustada y noto un dolor en la planta del pie.

- MIERDA JODER, QUE DOLOR – grito y Noa corre a la cocina.

- ¿PERO QUÉ PASA? ¡LENNA TU PIE DIOS MÍO ! – sigo la mirada de mi amiga y encuentro como el suelo está lleno de sangre, giro mi pie y veo como un cristal clava mi piel.

- AY TIA QUITAMELO

- ¿QUÉ? NI DE COÑA TIA QUE ME DA MIEDO – se echa para atrás

- TIA PORFAVOR QUÍTALO Y LO DESINFECTAMOS

- ¿CON QUÉ? VAMOS A URGENCIAS JODER, AY TIA TU PIE – corre a su cuarto y trae una chaqueta – VAMOS.

- ¿PERO Y CÓMO VAMOS A IR? – grito nerviosa

- DAME LAS LLAVES DE TU COCHE – le señalo el bolso y las coge – VAMOS

Noa me ayuda a llegar al coche y me monta en la parte de atrás tumbada.

- Vale a ver, ¿dónde está urgencias? – me mira por el retrovisor

- ¿Qué? ¿tu no sabes dónde esta?

- ¿Yo? Te recuerdo que suelo ir en metro a todos lados