La Gran Travesía. ʙʀᴀᴡʟ sᴛᴀʀs #PH20

Capítulo 5: Es el Atacar

Todo el cuerpo de Shelly quedó en un estado de shock. Lentamente, comenzó a voltear su cuerpo, viendo a aquella persona que acababa de entrar al cuarto en el cual estaba hurgando.

Aquella barba de color negro, la nariz ancha y la piel tostada. No le cabía duda. Era el propietario de aquella habitación. Marcus. Bueno, ahora sabía que ella se hallaba fisgoneando. Para empeorar las cosas, aún podía verse el baúl abierto justo frente a ella y las hojas en sus manos.

Las palabras sobraban. Eso era claro. La joven de cabello morado se levantó mientras tomaba su escopeta. Marcus tenía ya su escopeta recortada en la mano derecha. Su rostro mostraba una mueca feroz y hostil. Enseñaba los dientes, y la comisura de sus labios estaba contraída en una expresión de total odio. Por el movimiento en los orificios de su nariz y su pecho podía notarse que estaba respirando rápido y con fuerza. El ataque era inminente. No se requería explicación alguna. Aquel hombretón sabía que lo habían descubierto. En parte, a la joven de piel morena le causaba algo de pena. No podía imaginar cómo reaccionaría ella si, habiendo podido vivir en paz por tanto tiempo, alguien de pronto no solo irrumpiera en su casa, sino que descubriera su pasado. Pero no era tiempo de pensar. Estaba en peligro.

El hombre de anchos hombros soltó un quejido de dolor al tiempo que se oían disparos y volteó rápidamente. Shelly se inclinó un poco para poder ver por la puerta a través del espacio que el corpachón de Marcus no tapaba.

Colt. Por supuesto. El joven de cabello pelirrojo tenía sus dos revólveres en mano, cuyos cañones apuntaba directo hacia el hombre de tez tostada:

—Marcus Jeremías Wilson. Queda arrestado—habló con un tono de voz que denotaba autoridad. Lo que obtuvo como respuesta de parte del panzón hombre fue un bramido de furia. Un bramido que hizo que se le pusiera de punta hasta los pelos de las patillas. Ahora Colt tenía razones para disparar. Más que suficientes razones.

Shelly tomó su arma y se mantuvo alerta contra su contrincante. El hombretón estaba fuera de sí y se abalanzó contra la muchacha de piel morena, quien lanzó todo su cuerpo contra su izquierda para poder esquivar a su atacante, ocasionando que éste impactara contra su cómoda, agrietándola.

La chica de cabellos morados aprovechó aquel momento para correr hacia la puerta, ya que las habitaciones no eran grandes, y salir de allí.

—¡Vámonos! ¡Está fuera de sí! ¡Nunca le he visto tan enfadado!-

—exclamó el pelirrojo mientras disparaba contra el panzón hombre, que se estaba levantando. Ahora su mano que portaba la escopeta recortaba estaba temblando, apretando el mango del arma con mucha fuerza-Efectivamente. Ni lo he visto tan enfadado ni quiero volver a verlo así.

Marcus empezó a correr hacia los dos. Colt corrió hacia la puerta mientras de nuevo sus revólveres disparaban contra aquel enfurecido sujeto, quien recibía varias de las balas sin frenar su marcha.

—¡Este tipo sí que sabe aguantar!—exclamó mientras salía de la posada. Shelly lo siguió de cerca y lanzó un disparo contra su contrincante, viendo los perdigones de energía pura impactar contra su piel.

—Tal vez demasiado—agregó la chica, mientras cerraba la puerta de golpe. Apenas un segundo después, pudieron ver los tablones doblándose ante un gran cuerpo golpeando contra ellos. Había cerrado la puerta a tiempo.

Sin embargo, el barbudo abrió la puerta bruscamente. La forastera rápidamente le dio otro disparo con su escopeta. Pero el hombre de piel tostada resistió los perdigones y le lanzó un disparo con su escopeta recortada.