La mirada de Yoongi se mantenía aun fija al centro del salón, su corazón se había detenido al instante en que notaron por completo aquella figura.
Un cabello rubio desordenado cubría parte del rostro de tan bella criatura, sin embargo, dejaba a la vista un par de ojos color castaño y labios de un tono rosado ligero.
No fue hasta que el desconocido levanto la mirada observando a su alrededor con exasperación cuando sus miradas conectaron por escasos segundos antes de que el segundo beta interrumpiera.
– Príncipe Hoseok, le ofrecemos estas distinguidas y delicadas flores del bosque.
Con un chasquear de dedos dieron la orden a los guardias, mismos que sin rastro de cortesía pusieron al frente de los príncipes a ambos omegas.
– Que te dices Yoongi –habló Hoseok mientras dirigía una mano a la mandíbula del omega pequeño al lado del rubio– ¿No te parece realmente hermosa esta joya?
Un ligero lamento salió en respuesta ante el agarre que ejercía el mayor sobre el rostro de aquel pequeño.
– Ah, Hoseok, yo no creo que debas...
El murmullo por parte de los invitados no se hizo esperar ante lo que acaban de apreciar, el lobo de cabello rubio había separado de un empuje al alfa de su amigo mientras le miraba con rabia.
– ¡Quita tus manos de él! –espetó furioso el rubio.
Los ojos del futuro rey daban a entender lo exasperado que se encontraba ante tal acción, más solo salió una risa burlona.
– Vaya, al parecer se han equivocado con lo de flores delicadas, quizá debieron decir animales salvajes –las risas de los invitados no se hicieron esperar por el comentario del joven.
– Hoseok, por favor –susurró a un lado su hermano.
– Tienes razón Yoongi~ah –sin esperar, tomó del brazo al mencionado para colocarlo al frente en dirección a los omegas– Por eso, he decidido que te quedes con estos obsequios.
– Hoseok esto es realmente...
– Nosotros no somos propiedad de nadie –habló al final el rubio– Mucho menos de alguien tan engreído e imbécil como tú.
Dichas palabras habían sido el detonante final para que la furia de Hoseok se expandiera, sin más, acortó la distancia entre él y el chico, dejando de lado a Yoongi.
– No me hagas reír, las palabras de alguien de tu nivel nunca serán tomadas en cuenta –espetó– Aquí, tú y tu amigo son unos simples esclavos.
– ¡Ya basta Hoseok! –gritó en un susurro a su hermano, el pelinegro se encontraba entre el mencionado y los otros– Deja de tratarlos así frente a todos.
– No puedo creer que te pongas de su parte, es por comportamientos como el tuyo que ellos se toman toda clase de atrevimientos.
Ya no importaba si los invitados presenciaban una próxima pelea, el peli naranja encaraba furioso a su menor.
– No pienso soportar las insolencias este par de inútiles y estúpidos...
Todos se enmudecieron en su lugar ante lo que acaba de suceder, la cachetada propinada por el omega rubio hizo eco a su alrededor, fue demasiada la fuerza con la que su mano cayó sobre la mejilla del alfa que le hizo girar el rostro.
Una ligera línea en color carmesí se asomaba por el labio inferior del mayor, sin embargo, fue limpiada de inmediato y con ello, dirigió una mirada asesina al causante de tal acción.
– ¡Maldito imbécil! –gritó con cólera antes de abalanzarse sobre el chico para realizar la misma acción que él.
Hubiera terminado con el omega de no haber sido porque un par de brazos lo separaron del cuerpo en el suelo.
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El Príncipe de Daegu . yoonmin
Fanfiction𝖸𝗈𝗈𝗇𝗀𝗂, 𝗎𝗇 𝗃𝗈𝗏𝖾𝗇 𝖺𝗅𝖿𝖺 𝖼𝗋𝗂𝖺𝖽𝗈 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗉𝗋𝗂́𝗇𝖼𝗂𝗉𝖾, 𝖽𝖾𝗌𝖼𝗎𝖻𝗋𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗎 𝗅𝗂𝗇𝖺𝗃𝖾 𝖾𝗌 𝖿𝖺𝗅𝗌𝗈, 𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾𝗇𝖽𝗂𝖾𝗇𝖽𝗈 𝖺𝗌𝗂́, 𝗎𝗇 𝗏𝗂𝖺𝗃𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖽𝖾𝗌𝖾𝗇𝗍𝗋𝖺𝗇̃𝖺𝗋 𝗌𝗎 𝗏𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽𝖾𝗋𝗈 𝗈�...