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Todos los presentes en la casa estaban callados, la castaña miraba seriamente al alfa y omega, quienes estaban sentados en los pequeños bancos de sus hijos.

Nadie más que Jimin sabían de donde había salido, quién era y sus raíces, no encontraba necesario el que alguien más lo supiera.

– Kookie, ve a jugar con Soobin.

– Pero ¿Por qué? Minie hyung...

– Por favor –habló el mayor– Esto es asunto de nosotros, te prometo que nos iremos en poco tiempo.

– Esta bien.

El menor se levantó del regazo del rubio para dirigirse a la pequeña habitación improvisada con los otros menores.

– Bien, ahora que estamos solos díganme la verdad. ¿Qué fue todo eso de hace un momento?

– Todo fue mi culpa noona. Reconozco que fue tonto de mi parte.

– Y valla que sí, creí haberte dicho que necesitabas descansar. No conoces este lugar, pudo incluso pasarte algo más grave.

– Lo sé.

– ¿Enserio lo sabes? Pusiste en peligro a Jungkook por tu impertinencia.

No hacia falta comentar lo furioso que se encontraba Jimin, con tan solo mirar su semblante era más que suficiente. Miraba al chico pálido como si en cualquier momento lo fuese a matar.

– Ya dije que no fue mi intención involucrarlo, solo quería hablar contigo.

– Esperen, ¿ustedes se conocen? –sus ojos barrían de un lado a otro a los dos chicos– Yoongi, dime...

– Noona, yo...

– Vamos, dile a Yubi la verdad. Dile quién eres, vamos.

El nerviosismo viajo por todo su cuerpo, solo quería escapar de todas las mentiras que le perseguían, empezaría de nuevo, estaba más que decidido más no era el momento de hablar todo lo que había pasado días atrás.

– No tengo nada que decir. Soy, un simple campesino.

El rubio empuñó con fuerza ambas manos por sobre sus rodillas hasta que el color de sus nudillos cambio, todo debido ante la gran mentira que del pálido.

– Eres un mentiroso, dile la verdad de dónde eres.

– Esa es la verdad.

Estaba furioso con él, estaba por responder cuando una melena castaña y alborotada apareció en su entorno, interrumpiendo por completo la atmósfera que se había generado.

– Odio decir esto, pero el hyung pálido tiene razón Jiminie hyung.

Un semblante confundido se reflejó en el rostro de Yoongi. ¿Aquel chico lo estaba defendiendo o insultado?

– Ropas sucias, tenía la cabeza abierta, bueno, todo lo que caracteriza a un campesino hyung –dijo– Incluso los gemelos y Hyuka estaban junto a él cuando lo encontraron.

– Soobin, te dije que te mantuvieras ajeno a esto, cariño.

– Pero mamá, Soobin hyung tiene razón –siendo el pequeño Kai quien aparecía ahora al lado de su madre– Mis hermanitos y yo lo vimos, parecía un pedazo de carne echada a perder.

– Hyuka no seas irrespetuoso.

El regaño por parte de su madre hizo que usara de escudo al mayor de sus hermanos mientras musitaba un ligero lo siento.

– Bueno, los dejamos para que sigan su charla de adultos, vamos Kai.

– Adiós Yoongi hyung.

Tras una reverencia ante sus mayores, los hermanos se alejaron de ellos para seguir entretenidos en algunos juegos con el resto de los sus hermanos y Jungkook.

El Príncipe de Daegu . yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora