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– ¡No! ¡No! ¡Y no! ... ustedes no han aprendido nada acerca de los modales como les corresponde.

Kim Heechul, o más conocido como Lady Flor, era un omega con un temperamento para nada bueno, pues se destacaba como uno de los omegas con mayor profesionalismo y hacerse cargo de la educación de los cachorros del reino.

Ningún cachorro que estuviera bajo su educación decía que no cuando éste daba una orden, si te decía o corregía una acción es porque estabas haciendo algo mal y tenías que respetar, al menos eso hacían el resto de ellos a comparación de dos jóvenes.

Heechul dio lo que sería la décima pasada de mano a su cabello debido al estrés acumulado durante las últimas sesiones y así poder controlar un poco su enojo de ese momento.

– Esta bien, comencemos de nuevo –aclaró su garganta y se giró de nuevo para poder encarar al lobo más grande sentado frente a la mesa– Cariño, ya hemos repasado este paso una y otra vez, es tan fácil entender el no poner los codos sobre la mesa porque es de mala educación.

Dirigió sus manos a los brazos del lobo para bajarlos, de tal modo que éste acatara la orden, volvió a su postura anterior y siguió dando la clase.

– Entonces jóvenes, sigamos con las lecciones, Hoseok, recuerdame donde nos quedamos la última sesión de ayer.

El lobo de melena anaranjada le miro enseguida, sin embargo, no respondió.

– Hoseok, es de mala educación el no responde cuando un mayor te hace una pregunta.

Nada.

Para este punto Hoseok quería hacer enojar al Omega, lo estaba consiguiendo, ante ninguna respuesta del menor, quito sus anteojos y frotó el puente de su nariz dando a entender que su paciencia se estaba agotando.

– Hoseok –le llamó tratando de hacer sonar su voz lo más autoritaria posible– Podrías responder la pregunta.

Por otro lado, el otro joven de cabello negro miraba atento los movimientos de ambos, su vista iba de su hermano a Heechul y vise versa.
Fue entonces cuando por fin su hermano le dirigió la palabra al omega.

– Lo sientof mi lady, pero tefgo entendido por ustef, que no sef puede hablar con la boca llenaf.

Fue así en cómo junto a sus palabras salieron pequeños trozos de comida y con ello una risa burlona de ambos hermanos al ver como su mayor recogía sus pertenencias, guardándolas en su bolso de cuero.

– Esto es suficiente –dijo mientras giraba para ver cara a cara al peli-naranja– sabes que, eres un jovencito bastante irrespetuoso, esperaré al rey para informarle de tu comportamiento tan deplorable.

Dio una última mirada a éste, camino a zancadas hasta la puerta del cuarto donde se encontraban y con ello un portazo resonó en toda la habitación.

– Adiós lady flor, hola libertad –dijo el más joven– Hoseok, no crees que esto nos cause problemas con nuestro padre ¿O sí?

El mayor se levantó de su asiento y festejo como si de una fiesta se tratase, girando en rebosante felicidad para mirar a su hermano.

– Como crees Yoongi, el que Heechul se enojara no es culpa nuestra, fue él mismo quien nos dijo que no podíamos hablar con la boca llena –habló– Además, nuestro padre ha estado fuera del reino casi una semana, te aseguro que cuando regrese no notará nada.

– Bueno si, tal vez tienes razón –respondió Yoongi mientras se levantaba de su asiento y dirigía la mirada por donde había salido el omega– ¿Ahora qué hacemos?

El joven peli-naranja se quedó meditando, ya no tenían que tomar las dichosas clases de ese omega amargado, eso significa más tiempo libre del que podían imaginar, entonces como un rayo de luz, se encendió en su cabeza una idea.

El Príncipe de Daegu . yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora