El Príncipe de Daegu . yoonmin

08

Tanto él como su alma, habían salido del universo, la sensación en su cuerpo era como si miles de espadas le hubieran atravesado lentamente y perforando cada uno de sus órganos, era una tortura.

El aliento entrecortado, así como el nudo en su garganta le impedían formular palabras, el silencio y tención entre todos no ayudaba a que la atmosfera se disipara.

Quizás, ya no debía preguntarle a su nana sobre dicho tema, estaba más que claro que su hermano, bueno, Hoseok decía la verdad. No eran hermanos, no era hijo de quienes decían ser sus padres.

Yeji, como hasta ahora sabía que se llamaba la omega, seguía sin reaccionar, sólo su pequeño sollozar se podía escuchar en el lugar.

Tenía que intentar salir del trance en el que se encontraba para saber más, algo que le ayudara a comprender todo lo que estaba sucediendo.

Seokjin se acercó a su hermana, posando sus manos en ambos hombros.

– ¿Qué es lo que dijiste?

– Lo que escuchaste Yoongi, tú eres nuestro hermano, eres...

El omega separó de inmediato a su hermana antes de que tomara las manos del alfa. Una risa nerviosa salió de su boca.

– Majestad, lo sentimos, todo es un malentendido –dijo– Vera, es el cansancio de haber trabajado todo el día, no sabe lo que dice. Yeji, será mejor que vayamos a casa a descansar.

– No Seokjin, estoy perfectamente en mis sentidos –espetó tratando de zafarse del agarre del mayor– ¡Ya suéltame!

– Basta Yeji, solo harás que se enfade. De verdad disculpe por nuestra falta de respeto príncipe, camina Yeji.

– ¡No me iré hasta que él sepa la verdad!

– ¿A qué verdad te refieres?

Aun con la poca fuerza que tenía, la omega logró soltarse del agarre de su hermano, mas no obtuvo su libertad del todo, pues éste se abrazó a su cintura y reteniéndola nuevamente.

– Tú no eres hijo del rey Jung, tu verdadero padre es...

La peli negra no pudo completar su respuesta, el trote de caballos comenzó a sonar en todo el sitio hasta que hicieron acto de presencia frente a ellos, algunos guardias los rodearon mientras una cabellera peli naranja dejaba verse.

– ¿Qué está sucediendo? Yoongi.

La voz de mando logró afectar de cierta manera a los omegas presentes, quienes temblaron en su lugar.

Hoseok intercambio miradas entre los mismos y el de tez pálida.

– No es de tu incumbencia, regresemos.

– Nada de regresemos, ¿Dónde está ese par de omegas mugrientos?

– Este no es el lugar para hablar Hoseok, regresemos.

Su mirada fue de regreso al otro par presente, rápidamente dio la orden a uno de sus guardias el posarse al frente de los mismos. Se encontraban rodeados, así que el huir les resultaría inútil.

– Vaya, estoy demasiado desconsolado por la huida de mis obsequios, creo que ustedes podrían ser muy útiles.

Yoongi sabia las intenciones del mayor en cuanto giro su rostro ante dichas palabras, rápidamente y sin pensar de manera clara, se interpuso entre el guardia y ellos.

– Te dije que regresemos, ustedes –apuntó a todos los guardias– Que no se les olvide que yo también soy de la realeza, así que acaten mis órdenes.

Todos se inmutaron en sus lugares, sin más, retrocedieron y emprendieron su regreso al castillo, Yoongi paso de largo al mayor tratando de seguir su camino.