El momento no podía ser más perfecto de lo que ya era, el mundo en definitiva se había detenido para que esos dos pudieran estar juntos. Atrás muy atrás habían quedado las dudas y las inseguridades, a un lado de todos esos años en los que se profesaron un absoluto odio.
El cómo se habían enamorado de esa manera no tenía mucho sentido para la mente siempre lógica de Hermione, pero justo ahora encontrándose en sus brazos y teniendo su boca pegada a la suya no era momento para deliberar sobre la cordura de sus actos.
Estaba cansada…
Cansada de todos esos años perdidos en algún lugar del camino. Si algo había aprendido desde que por azares del destino se convirtiera en locutora de esa exitosa estación de radio era que tenía que dejarse llevar de vez en cuando por la pasión del momento. Estaba muy bien guiarse por el pensamiento lógico, pero ahora era tiempo de emplear el corazón.
Merecía ser feliz, por bastantes cosas había pasado ya para no darse la oportunidad de disfrutar de esa felicidad por la que se había esforzado tanto, que mas daba lo vivido en el pasado, ya nada se podía hacer por eso, pero ahora, justo ahora eran solo una mujer y un hombre que se amaban, sin importar lo inverosímil que esto resultara. Hermione se permitió aflorar la pasión sin que sus pensamientos intervinieran y Draco por primera vez en su vida se permitió sentir sin importar si era o no vulnerable.
-Te amo. -Repitió si aliento pegándolo a su cuerpo. -En verdad me tienes loco. -Su voz se escucho suplicante y sincera.
-Yo también te amo. -Repitió entre jadeos, temblaba en sus brazos, vibraba ante sus caricias, presa de sus besos, de esa cálida sensación invadiendo su estomago y quemando su piel ansiosa.
Se entregaron esa noche por completo, desnudando no solo sus cuerpo, sino también su alma, dejando sus miedos de lado se amaron con toda la pasión de la que eran capaces. Sus vidas hasta ahora no habían sido perfectas, eran buenas sin duda pero no eran completamente felices.
Era curiosa la manera en la que se complementaban como piezas del mismo rompecabezas, entre las sabanas descubrieron que bajo la piel y sin importar sus orígenes eran dos seres humanos incompletos que habían encontrado en el otro la parte que les hacía falta.
Esa noche para ambos fue la primera vez que hicieron en amor, la primera vez que se entregaron sin reservas y confiaron ciegamente en lo que les dictaba el corazón. Exhaustos permanecieron en la cama, abrazados, tratando de controlar sus agitadas respiraciones.
-Tendrás que decirle a Dante que ya eres mía. -Advirtió divertido acariciando los cabellos alborotados de la castaña.
La risa de Hermione se escucho divertida y siguió su juego -Lo mismo tendrás que decirle a Dana.
-No sé si podre, sabes es que yo la quiero.
-Lo sé y no sabes cuan molesto es, pero te entiendo, yo también quiero a Dante para ser sincera.
Rompieron a reír antes de buscar de nuevo sus labios con hambre, eran besos lentos, cálidos y llenos de sentimientos, caricias sensuales sobre su piel ardiente, suspiros y gemidos fue lo único que se escucho después cuando se entregaban nuevamente a los placeres de la carne.
La mañana se asomo con nuevos retos por enfrentar pero no tenían dudas de que era lo correcto, habían platicado largamente para aclarar ciertas cosas de su vida y habían llegado a un acuerdo.
El programa se transmitía sin falta todas las noches, no habían cambiado en nada las discusiones que se desataban continuamente entre los conductores, el existo se había extendido por todo el mundo mágico. El enigma sobre los conductores del programa solo acrecentaba más la expectación y el interés de los radioescuchas.
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Sintonia De Amor
FanfictionNo recordaba desde cuando se había hecho aficionada a ese programa de radio en especial, pero sin importar ese pequeño detalle había descubierto que en esas dos horas en las que una melodiosa y animada voz dirigía el programa, le resultaban reconfor...