𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ๛ MinJoong

[8.] Surprise!

2797 palabras
Light smuth
Esto NO PRETENDE ROMANTIZARSE

Los dedos se entrelazaron en su propio cabello mientras que trataba de memorizar aquel gran texto que tenía en frente, su vista se mantenía fija en el folio el cual le torturaba de sobremanera. Apoyó su espalda en el respaldo de su silla tirando de su cabeza hacia atrás, dejando ambas manos colgando a los lados de su cuerpo, repitió el párrafo en su mente unas cuantas veces en un intento completamente inútil.

Las palabras cambiaban de lugar cada vez que repetía la misma frase, trataba de hacer una línea, decirse a sí mismo que era fácil, por el amor de Dios ¡Solo le quedaba una página por estudiar y sería libre para ir a la cama y poder dormir al fin!

Miró la hora sorprendiéndose: 21:41. No era tan tarde como había pensado en un principio, aun siendo así se encontraba cansado.

—Solo un poco más...— Se animó hablando para él mientras que volvía a apoyar ambos codos sobre el liso escritorio y sus ojos volvían al libro, respiró hondo y trató de memorizar.

Pero claro, su concentración no tardó en disiparse cuando su teléfono vibró sobre la mesa, logrando que se sobresaltase con levedad, se maldijo a sí mismo por no haberlo puesto en silencio y ser un obsesivo a la hora de tener que contestar al momento.

Secuestra nubes:
¿Sigues estudiando?
[21:44]

MinGi bufó para acto seguido escribir velozmente una respuesta.

¿A qué viene ese interés repentino en mí?
[21:45]

¿No estabas con San?
[21:45]

Secuestra nubes:
Sí, y con YeoSang
[21:46]

Te quería preguntar...
[21:46]

¿Por casualidad has tenido visita hoy?
[21:47]

El ceño del universitario se arrugó, volvió a leer dos veces aquella frase tratando de recordar si hoy había ido alguien a visitarlo, y como siempre, la respuesta era no. MinGi no era una persona que invitase a mucha gente a su hogar, era alguien íntimo, su piso era pequeño y no le gustaba que gente entrara en él, era posesivo con su espacio personal, su antipatía por romper con lo común le impedía traer a demasiada gente que no fuera de confianza.

Por lo que aquella cuestión le había causado curiosidad, esta aumentó al escuchar el timbre resonar por su pequeño hogar.

Dejó el teléfono a un lado, no se molestó en contestar a YunHo suponiendo que sería este quien estuviera en su entrada junto con sus otros dos amigos.

Para su sorpresa, lo que se encontró al abrir la puerta lo hizo alzar las cejas. Cierto chico rubio se encontraba apoyado de lado contra el marco, sonriendo de forma cautivadora, con sus ojitos destacando entre una fina capa de sombra oscura y un poco de delineador, lo suficiente como para verse irresistiblemente sexy.

Bajó su mirada, el atuendo. Unos pantalones largos del color de la noche que se acoplaban perfectamente a las bellas piernas ajenas, acogiendo cada curva con excelencia, estaba seguro de que por el camino había hecho babear a más de uno. La camisa era algo más sencilla, iba por dentro del pantalón, el color contrastaba con la primera prenda, con un cuello en forma de "V" un tanto más largo que dejaba a la vista unas exquisitas clavículas que cualquiera se moriría por marcar. Aquella era la cereza del pastel.