[11.] The rose boy

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—¿Una flor para su bella acompañante?— Preguntó cierto chico bajito y de cabello rojo a la joven pareja que paseaba por la noche en las calles transitadas de Seúl.

El vendedor sonrió y el chico lo miraba con una mueca en el rostro, parecía a punto de rechazarlo como habían hecho ya decenas de personas aquel mismo día, no obstante, y por suerte para HongJoong, la cara ilusionada de la chica lo hizo cambiar de opinión.

—Sí, claro.

Cambió su expresión por una hipócrita sonrisa y rebuscó dentro de sus bolsillos, sacando de ellos un par de monedas que le servirían por la rosa. Acto seguido, se lo entregó a un aliviado HongJoong, suspiró interiormente mientras le cedía su compra.

El novio se lo entregó a la chica, quien feliz por el obsequio le dio un suave beso en la mejilla.

—Gracias ¡Tengan buena noche!— Deseó el pelirrojo, pero la pareja lo ignoró, al menos la fémina pues el contrario le dedicó una sonrisa, una no demasiado agradable.

Claro, se veía patético vendiendo rosas en medio de la calle, más cuando estaba siendo ignorado olímpicamente por la mayoría de la población.

Dejó sus pensamientos a un lado y miró triste las monedas. "Ya van seis rosas." pensó haciendo una mueca con sus labios, no estaba mal, pero no era suficiente y no podía volver a casa hasta no haber vendido al menos diez. Estaba acabado.

Agitó su cabeza deshaciéndose de aquellos pensamientos negativos que le estaban acechando. No, aquella no era la actitud. Apenas eran las diez y las calles estaban abarrotadas de personas que iban de la mano, parejas. Perfectas para venderles.

Se recompuso y volvió a dibujar una sonrisa, comenzó a andar deteniendo a alguna que otra pareja para ofrecerles una de sus flores. Llegó un momento en el que por la calle solo caminaban personas sueltas, ninguno de la mano.

Ninguno, pero sí dos personas extrañamente cerca. No habría pensado que fueran pareja si no llevaran anillos a juego

Ambos eran altos, le sacaban bastantes centímetros a su pequeño cuerpo, iban uno al lado del otro hablando de a saber qué tema, pero al parecer uno no muy agradable puesto que sus rostros expresaban enojo. HongJoong, repleto de inocencia, pensó que quizás discutían por qué grupo era mejor: Si CLC o Mamamoo.

"Ambos son geniales" Pensó mientras que se dirigía hacia ellos con su característico bueno humor.

—Buenas noches.— HongJoong interrumpió la conversación con su tono agradable y se sintió levemente intimidado, pues ambas miradas de inmediato se posaron sobre él. Tragó saliva y continuó hablando.—¿Una flor para su bello acomp-

—No nos interesa, vete.— Habló el más bajo de los dos con una grave voz la cual en otra situación habrían impresionado a HongJoong, pero que ahora le había hecho encogerse en el sitio.— Que te vayas.— Repitió en el mismo tono logrando que el pelirrojo saliera de su trance.

¿Acaso había hecho algo malo acercándose a ellos? ¿A qué venía ese tono con él?

—P-perdón.— Murmuró apresurándose a alejarse de aquellos dos a paso rápido. Pudo escuchar un fuerte suspiro de parte de la misma persona y un regaño del contrario por haberse comportado de aquella forma.

"Qué borde." pensó por fin saliendo de aquellos parámetros toda prisa. Sí, la gente a veces se comportaba como una completa estúpida con él, ignoraban su existencia o le miraban de mala manera, con suerte le pedían que se fuera por favor.

Pero no le hablaban con tanto enojo y lo cierto era, que todo su humor se había ido por la borda.
Gracias a Dios las siguientes personas fuero además, sus siguientes clientes, eso consiguió subirle un poco el ánimo y tener más confianza de lo normal a la hora de vender.

𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ๛ MinJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora