[6.] Tree eyes

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2815 Palabras

Angst (?


—¡Mierda! ¡La pelota!— Un SeongHwa de doce años gritó llevándose ambas manos a la cabeza mientras veía como la pelota salía despedida hacia la arboleda tras el colegio.

San soltó una risotada a causa de la desesperación que su rubio amigo despertaba. MinGi lo imitó, aunque esto no duró demasiado tiempo.

—MinGi, ve a buscar el balón.— Ordenó la entrenadora, esta vez logrando la risa en el rubio.

MinGi abultó su labio inferior frunciendo el ceño y la miró. Un acto por parecer adorable como último recurso.

No, no le apetecía caminar hasta la arboleda.

—Noona ¿Por qué yo?— Preguntó con tono apenado tratando de convencer a Taeha, quien simplemente negó con la cabeza firmemente.

—Porque tú fuiste quien la pateó.

—Te pilló.— Agregó YeoSang riendo por lo bajo, MinGi le dedicó una mirada asesina y gracias a eso pudo borrar la irritante sonrisa.

Dejando ceder a sus piernas comenzó a caminar soltando a la vez un largo y ruidoso suspiro mientras que se dirigía a no tan rápidos pasos hacia la frondosa arboleda.

Poco a poco, se introdujo entre la maleza, las miradas de sus compañeros no pudieron llegar a él por culpa de las ramas que le impedían la vista por lo que en cuanto se alejó lo suficiente, sonrió.

Planeaba tardar un poquito más de la cuenta por dos razones; Una, que no le gustaba tener que haber ido él ¡La entrenadora tenía a más de veinte alumnos y si YunHo no le hubiera pasado a él la pelota no habría golpeado con tanta fuerza!

Dos, estaba cansado y no le apetecía volver, podía refugiarse en ese lugar hasta que las ganas le volvieran con la excusa de que no lograba encontrar el estúpido balón.

Sonrió rememorando recuerdos de ese lugar: años atrás, sus amigos y él, jugando al escondite por esos pasajes ¿Por qué habían dejado de ir?

Caminó teniendo que aplastar algunos pequeños arbustos en el proceso para poder atravesar el inexistente sendero, las ramas que pisaba hacían eco en la infinidad resonando al partirse en quién sabe cuántos trozos.

Los pájaros piaban llegando a los oídos de MinGi tal que dulces sonatas, era curioso pensar como al lado de una escuela, un lugar industrial y edificado se encontraba tan pequeña maravilla ofrecida por la naturaleza. Se respiraba bien con tantos árboles al rededor, era un aire fresco, nada comparado al que solía inhalar él estando rodeado de coches y fábricas en la ciudad.

Sin duda podría acostumbrarse a eso.

El sonido de una rama partirse lo hizo deshacerse de sus pensamientos, no le tomó la más mínima importancia a ello, después de todo, montones de lagartos, pájaros y demás fauna habitaban por esos pasajes.

—La pelota.— Se murmuró a sí mismo tratando de concentrarse en su objetivo principal, el cual era encontrar dicho objeto.

Mordió levemente su labio inferior. Sus ojos inspeccionaron su al rededor sin encontrar absolutamente nada, chasqueó la lengua con fastidio.

No le había dado tan fuerte, no podía haber ido muy lejos.

—¿Buscas esto?— Una dulce e inesperada voz lo hizo voltear de forma inmediata, nada más dar la vuelta se fijó en un chico que ahora se encontraba a unos metros frente a él, subido al tronco de un árbol mientras que meneaba sus piernas, de a delante hacia atrás. El contrario aparentaba tener más o menos la misma edad que él, salvo por el hecho de que medía un poco menos.

𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑𝐋𝐀𝐍𝐃 ๛ MinJoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora