La leyenda maldita: Edmund y tú

¿Miedo o poder ?

Narra ___(TN)
La conversación con Edmund había hecho que me sintiera un poco mejor, podía sentir que podía confiar en él y que estaría ahí cuando le necesitara. Tenía que poner solución a la discusión que habíamos tenido anteriormente en el interior y para ello me encamine hacia donde se encontraban todos.

-antes que nada... necesito una ropa más cómoda para esta situación, no puedo correr con esto- dije entrando y señalando hacia mi vestido

Vestido el cual tiempo atrás había lucido felizmente por los jardines de palacio, siendo la envidia de todas las muchachas que por allí rondaban. De color Lila, con numerosas decoraciones bordadas en hilos de oro y encajes de color blanco, de una largura que pareciera que nunca acabaría y que me había encantado arrastrar por los pasillos de palacio persiguiendo a mi hermano, pero que, ahora, solo hacían más que incomodarme e impedirme poder moverme con facilidad por estos bosques.

-creo que podrían buscarte algo más cómodo- dijo Peter algo dubitativo

-vale, me parece perfecto, ahora...- Caspian me corto

-no empieces ___(TN)- dijo mi hermano

-¿Quieres que te queme el trasero? ¿No? Cállate- le corte

-tiene genio la chica- dijo Edmund

-a ver lo que quiero decir es, que yo llevo todas estas semanas detrás de Miraz, se que planea algo, pero no sé el que ya que no me permitía acercarme. Lo que quería decir antes, es que no podemos atacar el palacio sin saber que planea, todos podríamos morir en el intento y no serviría de nada el haber reunido a los pocos narnianos que quedan- hice una pausa y proseguí- por ello antes tenemos que saber que planea y para ello propongo que enviemos a alguien a palacio que consiga esa información-termine

-¿Como vamos a enviar a alguien a palacio? Lo matarían- dijo Caspian

-no a Mike, Nadie en el palacio ni siquiera Miraz, sabe que está con nosotros, tampoco que nos apoya o que me ayudo a escapar. El podría ir y acercarse lo suficiente para que pudiera escuchar sus planes y contárnoslo- dije

-¿Yo? ___(TN) muchos saben que nos conocemos, incluso piensan otras cosas. No me dejarán acercarme sin antes interrogarme

-ya sabia yo porque de la noche a la mañana te habías ido, pero nunca imaginé que fuera verdad- le repliqué

-escucha ___(TN) no podía...-

-no tengo tiempo para tus tonterías, solo ve allí y haz lo que te mando- le corte bruscamente

-si mi señora lo que usted ordene- dijo cabizbajo

En cierta manera, me había sentido mal, nunca había querido darle órdenes, éramos amigos desde pequeños y habíamos crecido juntos, en un cierto tiempo incluso puedo jurar que me enamoré de él y viceversa, pero eso nunca pudo pasar. El decidió alistarse a la guardia de protección de palacio de la noche a la mañana y mi corazón quedó roto al enterarse de que no podría estar con él nunca más. Al principio intenté acercarme para que cambiara de opinión, pero él parecía evitarme, sabiendo lo que ambos nos diríamos, así que decidí darme por vencida y dejar a mi corazón roto tal y como estaba.

-¿No crees que has sido un poco dura?- replicó Susan

-¿Vas a decirme tu como mandar a mi pueblo?- dije enfada

-está bien, calmémonos vale, me parece bien que él vaya, así podremos saber que trama. Aunque me parece algo peligroso, es lo mejor- termino Edmund

-¿Y si intenta matarlo?- comentó Lucy

-no lo hará, sabe el porqué y no se arriesgará- concluí saliendo de aquella sala