i'm not ashamed | fack ☼

one ☼

Algunas sensaciones son inevitables, lanzar palabras y versos al viento es mi especialidad desde hace ya algún tiempo y más si mi mayor inspiración se encuentra presente en el ambiente.

Sentado detrás de mí en cada clase se encontraba el chico inestable, la musa que mi alma siempre me pidió y la inspiración más fuerte que posiblemente tendré en toda mi vida, es una lástima que siempre me quede en blanco cuando él está cerca mío.

¿Como es que las palabras fluyen de mi fácilmente con todos excepto cuando él está ahí? Él es en único capaz de callar mis palabras y activar mis suspiros.

Siempre y en cualquier circunstancia estaba ahí, pateando mi asiento con insistencia y aires de grandeza con intención de posiblemente molestarme y divertirse con ello.

Hasta que de pronto aquellos golpecitos se vuelven cada vez más insistentes causando que su objetivo se cumpla ya que poco a poco mi atención se esfuma del profesor que daba la clase de historia para poder centrarme en aquella acción que francamente me estaba dejando de parecer accidental.

Anonadado y un tanto molesto por ello decido por fin girarme hacia atrás con intenciones de decirle que por favor se detenga pero simplemente me quedo totalmente quieto al mirar su rostro.

Una vez más, me había quedado sin palabras con tan solo mirarle.

Es él, nada más y nada menos que Finn Wolfhard; uno de los tantos marginados que existen en Columbine.

Alto, delgado, de rizos azabaches que se desbordaban rebeldemente por toda su frente, piel pálida, labios resecos, un par de ojos que no se acobardan a la hora de voltear a ver mal a cualquiera y unas lindas e infinitas pecas que se esparcen en todas sus mejillas y nariz como si fuesen estrellas en una galaxia.

Él no era popular ni mucho menos era uno de los chicos más llamativos de la escuela y me doy cuenta de ello cuando noto aquel moretón morado que tiene en una de sus mejillas, él solamente era uno de los tantos acosados en la preparatoria.

Todo esto debería de ser un enorme cliché donde él fuese el más popular, líder de algún equipo deportivo y novio de alguna porrista igual de relevante que él mientras que yo vendría siendo el típico rechazado social que se la vive suspirando por él detrás de los casilleros junto a mis lentes de aumento y mis incontables libros de estudio pero la realidad aquí no es así.

Finn es un chico normal víctima de sus propias inseguridades y que tristemente se está rompiendo poco a poco. Tiene un amigo llamado Wyatt y los dos siempre pasan desapercibidos, como si fuesen invisibles para todos mientras que yo, simplemente soy un chico roto más que es vil fan de sus ojos, de su rostro y de todas sus imperfecciones.

Aparentemente el es un blanco perfecto para los malos tratos y a mi solo me queda ser un espectador más. ¿Qué se supone que puedo hacer yo? Soy bastante más pequeño que los chicos gigantes de último año que lo molestan, fácilmente podrían matarme y esconder mi cuerpo en cualquier casillero.

¿Decirles algo? La voz se me quiebra cuando me piden que lea en voz alta en cualquier clase así que no me imagino cómo sería si me atrevo a gritarles que lo dejen en paz.

Y como último recurso, las autoridades aquí no hacen nada, los maestros y el director son como simples robots sin interés ni sentimientos. Nunca han hecho nada por impedir todos estos desastres.

Y es que aún no lo entiendo, ¿como es que los chicos de último año no se conmueven al ver el peculiar rostro de Finn?

Él es como un ángel y yo soy el pintor que lo pondrá en un cuadro que posiblemente se haga famoso en mil años y será digno de colgarse en un museo de alto prestigio.

—¿Hay algún problema, Jack?—. Me dice pronunciando mi nombre como si quisiera que su voz quedase guardada por siempre en mi mente.

No se que decir, no se como mirar esos bonitos ojos cafés y decirle que me molesta que esté golpeando mi asiento de esa manera, me da vergüenza, mis emociones estallan dentro de mi tras haberme quedado en blanco.

No quiero decirle textualmente la palabra "me molesta" por qué seamos sinceros, ¿cuantas personas diariamente le dirán a Finn Wolfhard que les molesta algo de él? Y no es por ser exagerado pero tengo muy en cuenta que él también es humano y por ende los comentarios así por más pequeños que sean le han de doler y yo no quiero ser causante de eso en su vida.

—So-solo quería saber por qué estás pateando mi asiento de esa manera...—. Dije por fin tropezándome con mis palabras; tan frágil, tan vulnerable.

—El mundo es libre, ¿no es así?—. Alzó una de sus cejas viéndome un tanto desafiante.

—Lo es pero...—. Él me interrumpió.

—¿A caso te molesta?—. Me cuestionó directamente a lo que me apresuré a negar.

—Yo jamás dije eso...—. Añadí con cierta vergüenza pero pude notar a la perfección la manera en la que sus puños de pronto comenzaron a apretarse.

Sus venas se marcaron en estos debido a la fuerza que estaba ejerciendo causándome un martirio enorme.

—Te estás haciendo daño, detente...—. Le susurré pero parecía que no me escuchaba o que no quería hacerlo.

El profesor aparentemente notó la situación y nos llamó la atención a ambos para que volviéramos a prestar atención a la clase pero fue ahí cuando Finn una vez más volvió a ir en contra de las reglas puesto que sin más tomó sus cosas y sin importarle los llamados del profesor él se salió del salón azotando un poco la puerta y dejando en el ambiente un silencio ligeramente incómodo.

Un pequeño dolor me oprimió el pecho tras haberle causado aquella molestia.

Aunque honestamente las cosas siempre eran así, él sufría de constantes trastornos y me era imposible comprender por qué todo esto le sucedía a él.

Verlo golpeado al final del día por los de un curso mayor, con sus ojitos llenos de lágrimas y la cabeza viendo hacia el suelo. Odiaba eso, a veces mi impotencia solo daba para llegar a casa y ponerme a llorar en mi habitación por una vez más no haber hecho nada.

¿Cómo ayudar a una persona así? Ni siquiera yo mismo tenía la respuesta en los años que tengo conociéndole y el no saber que hacer me está llevando a una muerte lenta.

Él y su mejor amigo Wyatt eran los chicos problema en la escuela para la mayoría pero siempre es fácil denominar de "problemático" a alguien sin conocerle a fondo.