three ☼

1.1K 162 212
                                    

Tardé unos cuantos segundos pero me atreví a seguirle el paso, la conciencia y mi terrible cobardía me estaban comiendo vivo por ser tan vulnerable y por siempre tener miedo cada vez que veo algo que me duele.

Corrí persiguiendo sus rápidas pisadas y en cuanto menos lo esperé terminé afuera del baño de los chicos.

Me quedé pasmado ahí afuera por unos minutos, respirando profundo y con el corazón casi saliéndome del pecho; pensando en si era una buena idea estar ahí.

Pero mis manos actuaron casi con vida propia, empujando con fuerza la puerta del baño para por fin adentrarme ahí.

Y me dolió, luché contra todas mis emociones para no quebrarme ahí mismo tras verle.

Ni siquiera tuve que hacer un drama buscándolo dentro de los cubículos del baño, Finn estaba en la esquina casi al fondo de la habitación, sentado mientras abrazaba sus piernas y llorando fuertemente. Mi corazón se rompió en mil pedazos.

Sus insistentes sollozos se escuchaban muchísimo gracias al resonante eco del lugar, me dolía bastante.

Finn estaba roto, hecho pedazos y me duele bastante tener que reconocerlo en voz alta.

Después de un gran suspiro de mi parte para darme ánimos y no soltarme a llorar a su lado entré al baño y cerré la puerta con seguro.

Me senté a su lado con unas tremendas ganas de abrazarlo y acurrucarlo en mi pecho para tratar de calmarlo pero me daba temor que él me empuje lejos o me grite cosas horribles para tratar de alejarme.

Igual yo jamás me alejaría de él.

—¿Qué haces aquí?—. Escuché como murmuró tras sentir mi presencia.

En ningún momento alzó su cabeza para verme más sin embargo supo que se trataba de mi; me sintió, sintió mi vibra y mi esencia en el ambiente y no supe cómo tomarme aquello.

Yo también fui capaz de sentir la esencia de Finn en ese momento, estaba enfadado; enfadado, triste y bastante incomprendido.

—Yo...—. Titubee, siempre que él está cerca no soy capaz de decir una oración de manera fluida causándome un enorme odio interno por ser tan vulnerable ante sus ojos. —Lo siento si molesto pero solo quería hacerte compañía... de verdad me duele en el alma que tengas que pasar a diario por éste martirio.

En ese momento él se dignó a levantar su cabeza y logro ver sus ojos hinchados y llenos de lagrimas junto a su nariz roja que combinaba con sus golpes y su labio cortado.

—¿Qué sabes tú de martirios, Jack?—. Me preguntó. —Los chicos de tú estilo solamente se interesan en chicos como yo para hacer una maldita obra buena y restregársela a su preciado dios cada que vas a la estúpida iglesia...—. Murmuró con cierta amargura sin dejar de ver hacia la nada.

—No digas eso, yo estoy aquí por que realmente me interesas...—. Respondí. —Dios nos ama a todos y estoy seguro de que tiene preparado algo muy especial para ti...—. Murmuré escuchando una cruda risa de su parte que me desconcertó un poco.

—Si Dios realmente existe y nos ama a todos como tú dices entonces ¿por qué mierda deja que me pase todo esto?—. Su pregunta retumbó una y otra vez en mi cabeza. —Mierda Jack, deja de ser tan crédulo por una vez en tu vida y mira la realidad como lo es, una porquería. ¡El mundo es una maldita porquería!

Gritó haciéndome sobresaltar un poco, aquello era demasiado para mi. Me asusta un poco pero aún me mantengo a su lado, haciéndole compañía y tratando de que muera en su propia soledad.

De un momento a otro se me acabaron las palabras y no se que decirle ni que hacer así que solamente dejo que él hable, que se desahogue aunque sea un poco de las millones de cosas que posiblemente tiene guardadas dentro.

—Los odio a todos, todos me dan asco y juro que algún día volaré esta estúpida escuela...—. Murmuró tal cual.

Mi mente instantáneamente creyó que se trataba de una broma y de forma un poco involuntaria comencé a reír ligeramente en voz baja causando que él me volteara a ver demasiado extraño.

—¿De que mierda te ríes? ¿Te parece gracioso?—. Su semblante cambió drásticamente, ahora se notaba enfadado; parecía que quería asesinarme con la mirada en ese preciso instante.

No pude evitar alejarme un poco cuando se acerca en un movimiento brusco, los nervios y un ligero miedo me estaban comenzando a consumir.

—Algún día volaré todo esto en pedazos y haré una torre con los cuerpos de cada persona que haya pisado esta maldita escuela de mierda. Veré entre sus cabezas y será lo mas satisfactorio que haya hecho nunca.—. Vuelve a repetir causándome ahora un desconcierto más grande.

Hablaba con tal precisión que hasta parecía que todo lo que decía era enserio, tal vez solo lo dijo por que en ese momento la rabia que sentía lo había consumido; Finn jamás haría algo así.

O tal vez eso era lo que mi mente quería que siguiera creyendo para no asustarme de más.

De pronto y sin previo aviso él se levanta en silencio de donde estaba sentado volteando a verme con tal neutralidad casi causándome un delirio.

—Preocúpate por ti mismo y a mi déjame en paz.

Y sin dejarme decir nada abre la puerta y se va sin darse cuenta de que se le cayó un pequeño papel doblado de su mochila cuando la rejuntó del suelo.

Posiblemente no debería entrometerme, posiblemente debí decirle y entregárselo antes de que se fuese pero a mi garganta se le olvido como hablar y me quedé en blanco después de todo lo que Finn comenzó soltando de la nada.

Con cierta lentitud lo tomé y lo comencé a desdoblar sintiendo como las manos me temblaban un poco cada que retiraba un doblez.

"la selección natural está a nada de perpetrarse en su máximo esplendor, todo lo podrido debe ser totalmente erradicado del mundo.
19 de abril, tenlo presente(;"

Esa era su letra, la conocí perfectamente por la curvatura tan suya que le daba al escribir las "e".

Quedaban exactamente dos meses para abril y haber leído aquello me comenzó a dar curiosidad y algo de desespero el saber qué sucederá cuando la fecha llegase.

O quizás no signifique nada.

Quizás solo es un párrafo que le gustó de algún libro.

Quizás mi sentido común me está jugando una broma.

Quizás solo no quiero aceptar lo evidente.

Quizás.

i'm not ashamed | fack ☼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora