seven ☼

917 166 229
                                    

Sentí como de pronto su mano dejó de taparme la boca y me soltó poco a poco causándome una ligera alteración.

Lo voltee a ver con cierta confusión tratando de no perderme en cualquier parte de su rostro que siempre lograba hacerme suspirar.

—Si me tocas o intentas hacerme algo gritaré...—. Me atreví a "amenazarle" sabiendo que obviamente no era una buena idea. Traté de no sonar intimidado pero tristemente la voz me tembló y mis ojos un tanto cristalizados lo veían cuestionándole miles de cosas.

Parecía que él estaba solo en casa y la calle estaba algo desierta como para que alguien me escuchase, es más, dudo mucho que incluso alguien afuera haya visto el momento exacto de cuando Finn me metió a su casa hace pocos minutos.

Igual no es como que yo pudiera hacer mucho, soy bastante pequeño y él es considerablemente más alto que yo.

En ese momento noté como mi mente comenzó a divagar mucho y ni siquiera sabía si sus intenciones eran malas, tal vez solo me asusté y entré en pánico.

Finn jamás me haría daño.

Aunque conociéndole ya ni siquiera yo sabía que pensar al respecto y me dolía un poco.

—Vamos Jack, ambos aquí sabemos que si te toco lo que menos harías es oponerte...—. Fue lo primero que me dijo viéndome con una ceja alzada.

—¿Por qué estoy aquí?—. Traté de ignorar su comentario murmurándole otra pregunta vacía.

—Eso mismo te iba a preguntar yo, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Por qué mierda estás humeando en mi casa?

Mi vista seguía clavada en el suelo, las palabras no salían de mi boca y las manos me habían comenzado a sudar. Dios mío.

—Solo quería saber si estabas bien...—. Expliqué. —Haz estado faltando en estos días y los profesores han estado preguntando por ti.

Él me miró un tanto obvio.

—¿Crees que no lo sé? Wyatt me lo ha dicho y honestamente me importa poco.

No dije nada más, me abrazaba a mi mismo mientras trataba de no mirarle mucho. Me perdería totalmente si lo hacía.

El ambiente tan solitario y lúgubre que se sentía ahí mismo dentro de su casa era demasiado notable, ¿cómo es que un alma tan bonita como la de Finn podía vivir en un lugar así? No lo merece, el merece muchísimo más de las terribles minorías que la vida le ha brindado.

De pronto un pesado suspiro de su parte me sacó abruptamente de mis pensamientos. Lo voltee a ver con lentitud notando como se pasaba sus manos por la cara con cierta frustración.

—¿Estás bien?—. Fui capaz de preguntarle.

Finn me volteo a ver con su clásica mirada fría y el ceño un tanto fruncido.

—¿Por qué mierda te preocupas tanto por mi Jack? No le veo el maldito caso a que siempre estés tratando de procurarme o acercándote a mi cada que puedes, ¿te doy lastima acaso? Mejor ahórratela que no necesito tus jodidas condolencias.

Apreté mis labios sintiendo como a la par mis mejillas se coloreaban de carmesí. Realmente me molestaba que a veces fuese tan ciego y no notara las cosas como realmente son.

¿Cómo hacerle entender que él solo me provoca sensaciones empalagosas sin que se burle de mi en la cara o me abofetee otra vez?

—Me agradas, eso es todo...—. Respondí en un murmuro tratando de sonar tranquilo.

Pero las cruda carcajada que salió de su boca no me dejó tranquilo.

—Deja de mentir, no te queda.

i'm not ashamed | fack ☼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora