✼ III

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- ¡Tú! – Grita el niño y lo señala. Scott sintió un miedo terrible que estaba a punto de zambullirse. - ¡No te vayas! ¡Por favor!

Scott solo consigue darse la vuelta, dándole la espalda y tratando de que la corriente no lo hunda o le de esas vueltas que tanto odia.

- Soy Peter. – Dice. - ¿Tú me has dejado las cala-caco...? – Al parecer le cuesta recordar el nombre de las conchas.

- ¿Caracolas? – Susurra Scott.

- ¡Sí! ¡Esas! – Peter parece notar que Scott ha asentido. – ¡Gracias! ¿Dónde las has conseguido? ¿Te dejan nadar hasta el fondo? Mi mami dice que es peligroso, por eso no puedo ir muy profundo...

El parloteo de Peter le da un poco más de confianza a Scott, porque parece que él no se ha dado cuenta de lo que es. Solo se ríe bajito y despacio se da la vuelta cuando Peter parece haberse callado momentáneamente.

- Soy Scott. Las he encontrado cerca de- ¡Ahh! – Scott no consigue terminar por un tirón en su rostro.

Peter, de alguna forma, consiguió arrodillarse en una de las rocas y alcanzarlo. Tiene el rostro de Peter muy cerca y las manos de este en cada una de sus mejillas. Para Scott, desde ese momento, el azul en los ojos de Peter es lo más lindo que ha visto.

- ¡Tus ojos son verdes! ¡Verdes como el mar! –

- Y los tuyos como el cielo... - Piensa también. – ¿Ha dicho que el mar es verde? - ¡Wow! ¿¡Qu-Qué estás haciendo!?

- Jo, perdona. – Peter lo suelta al notar que el rostro de Scott esta un poco rojito. – Pero he visto tus ojos la última vez ¡Mi mamá no me creía! ¡Tus ojos son muy bonitos!

- ¿E-En serio crees eso? – Peter asiente bastante decidido. – Los tuyos también son muy brillantes.

- ¿De verdad? No lo son tanto, los de papá solían serlo más o eso me han dicho. –

- ¡Lo... Lo son! ¡Brillantes como el cielo! –

Peter hace una mueca y Scott tiene miedo de haber dicho algo malo.

- ¡El cielo no brilla! –

- ¡Y el mar no es verde! –

- ¡Que sí lo es! –

Y así ambos niños se enfrascan en una discusión bastante rara hasta que Peter escucha que lo llaman. Scott parece sentirse decepcionado por eso ¿Cuánto tiempo llevan hablando?

- Debo irme ¿No te arrugas en el agua? –

- ¿Arrugar? – Scott no parece entender.

- Sí, así. – Peter levanta una de sus piernas que ha estado más tiempo en el agua y Scott nota que tiene como unas líneas entre los dedos. – ¿Vas a salir?

- N-No...vivo aquí... -

Peter no le ha entendido, pero sus ojos brillan más de lo que Scott puede creer.

- ¿¡Vives aquí en la playa!? – Grita mientras señalas una de las casas que están junto al puerto. - ¡Eso es genial! Yo debo caminar diez minutos, es demasiado aburrido porque mami no quiere usar su moto.

- ¿Ca-caminar? ¿Una moto? –

Son demasiadas palabras que a Scott le cuesta entender a la primera, no sabe que es una moto y duda mucho que incluso Clint o Natasha puedan deducirlo. Pero Peter igual no ha notado su confusión y asiente como si Scott le hubiera dado la razón.

¡Verdes como el mar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora