✼ XII

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Cuando Thor se dio cuenta, el sol ya había salido. Loki y Clint seguían dormidos sobre unas rocas y Scott no parecía querer reaccionar. Suspiró, calculando habrían pasado unas seis horas desde que el castaño se había desmayado. No sabía cuanto más iba a seguir así y, en realidad, ya se estaba preocupando.

- ¿Aún nada? – Preguntó Loki, despertando. – Mierda, Stephen se va a enojar...y te va a culpar a ti.

- Lo imagino. – Dijo Thor. – ¿Y si le lanzamos agua?

- Preferiría que aún no tenga contacto con agua de mar. – Loki estaba revisando en su cinturón, cuando encontró lo que buscaba. – Quisiera ver como va reaccionando sus...nuevas extremidades, con esto de la transformación.

- Sigo sin creer que lograras algo así. – Mencionó impresionado. – Debes ser el primero en conseguirlo.

Loki cambió de expresión. No, realmente no lo era. Habían logrado hacer eso siglos atrás, incluso apostaría por tan solo unos años. Mas no conocía al otro hechicero que logró hacerlo. Con cuidado sujetó la cabeza de Scott para levantarlo un poco y le dio de beber un líquido de color violeta. Pasó un minuto antes de que Scott empezara a toser y abriera los ojos.

Al parecer no estaba soñando.

Esperaba que todo lo de la noche anterior fuera una mala broma de su mente, pero no era así. Ahí estaba Scott, con dos piernas que tendría que aprender a manejar pronto.

- ¿Ya reaccionó? – Clint se encontraba despierto también. – Wow. – Exclamó. – ¿Soy yo o Scott se ve más joven?

Entre los tres miraron al nuevo humano. Este no tenía idea, su reflejo se veía borroso en el agua.

- Tal vez sea solo un efecto secundario. – Dijo Loki. Esperando que sea solo temporal. – Realmente te ves como de diecisiete de nuevo.

Scott tomó su rostro entre sus manos, no se sentía diferente, pero tenía muchas otras cosas por las cuales preocuparse en ese momento.

- Scott. – Le llamó Thor. - ¿Crees que puedas llegar hasta la arena?

- Eh... -

Estaba sentado sobre una roca. Podía moverse con sus brazos, pero el roce contra su piel en las partes bajas le estaba lastimando un poco. De todas formas, lo intentó y logró impulsarse de modo que sus pies tocaran parte del suelo.

- ¡Bien! – Exclamó Thor. – Ahora, tienes que estirar con cuidado las piernas. –

- ¿Cómo sabes tanto de esto? – Preguntó Clint.

- El contacto con otros humanos. – Dijo, pareciendo casual. – No es que ellos sepan explicarlo, pero después de unos años observando, creo que puedo entenderlo. Ahora Scott, mientras te estiras, trata de levantarte y mantén el equilibrio.

Scott suspiró y lo intentó. Las primeras tres veces se cayó entre adelante y atrás, era difícil equilibrarse correctamente. En la cuarta por fin se mantuvo sobre las dos piernas. Sus amigos aplaudieron. Ahora bien, era como podría caminar.

- Mueve una pierna hacia delante y trata de dar impulso con la otra. –

Hizo exactamente lo que dijo Thor, pero a ojos de Loki, se veía muy extraño.

- Estás siendo muy tenso, así no caminan los humanos. –

- Perdón por mi poca experiencia. – Dijo Scott sarcástico. – Lo hacen parecer más ligero...

¡Verdes como el mar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora