Flecha #2

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¡Traición!

Saber el nombre de JunMyeon significó un gran cambio para SeHun ya que su pequeño enamoramiento comenzó crecer de manera exponencial. Sus suspiros se hicieron más frecuentes, sus cuadernos se comenzaron a llenar con las iniciales de ambos rodeadas por un corazón y con cada día que pasaba le era más sencillo encontrarlo entre la multitud de los pasillos.

Sumado a eso comenzó a quedarse algunas tardes después de clases con la excusa de ejercitarse por el campo de la escuela, por su puesto que quería mantener una buena condición física, pero también deseaba ver cómo JunMyeon entrenaba junto al equipo de fútbol. Mientras corría observaba los hábiles pases del chico, cómo parecía divertirse mientras practicaba junto a sus compañeros y en silencio festejaba cuando el mayor anotaba un gol. Agradecía mucho que JongDae le hubiera compartido aquel detalle.

Cierto martes por la mañana SeHun, JongIn y JongDae se encontraban conversando y riendo, uno de sus maestros había tenido que irse temprano debido a una conferencia por lo que disponían de hora y media libre. Entre tanto ajetreo junto a sus compañeros, JongDae salió del salón con la excusa de ir al baño, dejando al otro par solo.

Las risas, el ruido y las voces no fueron suficientes para evitar que SeHun notara como la puerta del salón se abría con lentitud, dejando a la vista el lindo rostro de quien le arrebataba suspiros día con día. Sorprendido SeHun observó como JunMyeon buscaba entre los alumnos, ¿podría estar buscándolo a él?, era absurdo pero muy en el fondo deseaba que así fuera.

Unos segundos después JunMyeon paró su búsqueda y sonrió a su dirección, el corazón del menor saltó un latido.

— ¡Nini! —gritó fuerte y claro, algunos alumnos voltearon a verlo por un segundo sin prestarle demasiada atención.

JongIn miró hacia la puerta al escuchar el apodo cariñoso que le habían otorgado, al reconocer a la persona que lo había llamado sonrió en grande y se levantó de su asiento para encontrarse con él. SeHun miró la escena confundido. Sin embargo no faltaron muchos segundos para que todos los puntos se conectaran.

La imagen de JongDae molestando a JongIn se hizo presente en sus pensamientos. Recordó cómo su amigo se había estado refiriendo a la nueva conquista del moreno, un chico bajo y lindo. En un inicio no le dio demasiadas vueltas al asunto ya que muchas personas podían entrar dentro de esa descripción; así que SeHun nunca pensó que JunMyeon podría ser la persona de la que estaban hablando.

Con curiosidad y el corazón acelerado SeHun se levantó de su asiento para ir a la ventana más cercana. Necesitaba saber si sus sospechas eran acertadas o no. Miró a través del cristal buscando a JongIn y JunMyeon, los cuales no se encontraban muy lejos, de hecho estaban a un par de metros de la entrada del salón. Los vio conversar con tranquilidad, ambos sonriendo con una naturalidad que denotaba cuán cercanos eran. Unos segundos después JunMyeon le entregó algo al moreno, quien se acercó al mayor para otorgarle un abrazo. SeHun tuvo que dar todo de si para no gritar, correr a su dirección, desmayarse o tener cualquier reacción exagerada que dejara en evidencia sus celos. En su lugar decidió alejarse de la ventana y volver a su asiento antes de que aquellos dos tuvieran otro acercamiento más íntimo o JongIn regresara.

Cuando el moreno entró al salón unos minutos después venía acompañado de JongDae, quien regresaba del sanitario. Tomaron asiento a su alrededor mientras conversaban, ignorando por completo su mal humor y mirada penetrante.

— ¿Y por qué vino hasta acá? —preguntó JongDae en algún momento señalando con la barbilla hacia la puerta. JongIn sonrió.

—Vino a dejarme mi almuerzo, ¿no es lindo? —contestó sonriente JongIn mientras enseñaba el pequeño bulto que le entregó JunMyeon antes.

Flechazo [SEHO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora