El resto de la semana transitó sin particularidades. A pesar de la curiosidad que le había dejado aquella libreta, Letizia, decidió no hacer mención de aquel tema, por si acaso las cosas se complicaran y el programa pudiera sufrir las consecuencias de su carácter impulsivo.
Llegó el sábado y los participantes fueron convocados para confrontarlos. El desafío entraba en la recta final y, para el encuentro, se los reunió en un galpón de provisiones en desuso, sobre cuyos tablones desgastados se colocó apenas un sillón, para que los miembros de aquella odisea se enfrentaran en un alegato final, ante el público, y así intentar convencerlos de entregarles su voto. Cerca del medio día estaban todos presentes. Además de Letizia, nadie sabía de la deserción de una de las parejas. Cuando se les comunicó la novedad, el asombro dejó rápido paso al la avaricia, se restregaban las manos pensando que eran menos los competidores a vencer. Supieron que el empleado administrativo y la radióloga, huyeron despavoridos luego de la tormenta. Inmediatamente, se les dio la oportunidad a cada pareja, para exponer los argumentos que creían tener a favor para merecer el premio. Si bien los espectadores participaban de la vida diaria de las parejas les resultaba interesante escuchar de sus propias bocas lo que pensaban de ellos mismos. Los primeros en exponer fueron la pareja formada por el profesor de matemática y la profesora de yoga. Como la pareja más adulta, expusieron como lógico, que debían ser los elegidos: 1- Porque su comportamiento había sido responsable y cumplieron con creces los requisitos pedidos por el juego. 2- En la convivencia, repartieron tareas, nunca tuvieron discusiones, mejoraron la vivienda con sus cuidados y la economía presentaba saldo positivo. 3- El tema de la cama matrimonial, lo solucionaron cortándola en dos, el primer día—para evitar riesgos—. En cuanto al contacto con la población local, era nulo, ya que cada uno se mantenía ocupado en su mundo de números y ejercicios de relajación "sin interferir con la mediocre vida de esta gente",—según afirmaron con cierto desprecio— y cumpliendo con los preceptos exigidos por la competencia.
Cuando terminaron de exponer, los televidentes respiraron aliviados, esta pareja, era de lo más aburrida y prejuiciosa, pasaban días sin hablar y, a pesar de que cumplieron con las reglas de "no contacto físico", llegaron al punto de parecer —luego de tantos meses—, dos completos extraños. Mentalmente, Letizia pensaba que la puntuación del público, con mucho entusiasmo apenas daría para un cuatro. Entonces, le tocó el turno a la segunda pareja, conformada por el jardinero y la psicóloga. Aquí la relación de poder, era unilateral: la mujer dominaba completamente la situación, en ese caso, se hacía y decía según ella creyera conveniente: ordenaba las finanzas, organizaba los movimientos de la casa y utilizaba a su compañero, como objeto de observación, indicando como debía proceder. Al igual que sus competidores anteriores, se mantenían al margen de las actividades de los nativos. Como punto a favor, afirmaban mantener una relación cordial entre ellos y en ningún momento sufrir la tentación del acercamiento romántico. Por supuesto, el jardinero dormía en el piso munido de mantas y frazadas.
Llegó el turno de Fernando y Letizia. Ni bien comenzaron a hablar, la gente prestó atención de inmediato ¿Qué podrían decir a su favor?, eran, desde todas luces, un desastre total: 1- Su economía estaba en banca rota 2- Vivían peleando y discutían por la menor cosa 3- Sus emprendimientos terminaron en fracaso. Su gran punto a favor fue que con las personas del lugar se entendían muy bien, a pesar de que eran unos "bichos raros", se divertían con sus desventuras y les permitían participar de las actividades sociales que llevaban a cabo.
Terminadas las exposiciones, fue el turno del locutor.
—Señores participantes, ya se les permitió hablar. Ahora aclararé algunas cosas. Primero, pareciera que no quedó entendido, que la vida que tendrían que llevar sería la de los isleros; esto implica ser parte de la comunidad, relacionarse con los vecinos y ser reconocidos por ellos. En este punto, solo una pareja cumplió con la premisa.
Todos miraron a Letizia y Fernando con recelo y bronca, pronto comenzaron las protestas.
—En ningún momento nos dijeron que teníamos que hablar con la gente, ¿qué tienen que ver ellos, si el tema es nuestra convivencia.
—Bueno, ya es suficiente—interrumpió el locutor—, el asunto está cerrado, se bajan 10 puntos por falta de empatía con el entorno. Ahora, lo más importante. Una pareja violó los principios fundamentales del juego: la falta de contacto erótico.
—¡¿Qué?!
Todos se miraban con desconfianza, tratando de descubrirse, mientras, en los domicilios particulares, no entendían a que se refería el locutor y querían saber de qué se trataba la acusación.
—El día de la tormenta, cuando se produjo el apagón, las cámaras dejaron de funcionar por unas 8 horas aproximadamente... casi todas.
El murmullo se apoderó del auditorio.
—Considerando que pudiera haber problemas con la energía, instalamos un sistema de emergencia alternativo, del cual no les informamos, pero constan las grabaciones en nuestro poder. Por tanto les notifico que Ricardo, el jardinero y Mónica, la psicóloga, quedan descalificados.
Sin decir una palabra y agachando la cabeza, el jardinero comenzó la retirada, mientras la profesional lo insultaba con todo tipo de improperios conocidos y hasta algunos que acababa de inventar, amenazándolo de muerte, si volvía a aparecer en su vida.
—¡Imbécil! Dijiste que las cámaras no funcionaban, que nadie se daría cuenta—gritaba la psicóloga a toda voz, mientras un grupo del equipo de producción les pedía que los acompañaran al helicóptero.
El morbo general se puso en marcha y los teléfonos del estudio no dejaban de sonar; querían saber de que manera se podía acceder a las grabaciones hot de la pareja descalificada.
Curiosamente, los hechos se precipitaron y ahora quedaban solo dos parejas. Las aguas se dividían y el desenlace era inminente.
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El amor no estaba en los planes
General FictionLetizia Robles, es la productora estrella de los estudios "Luna del Plata" dónde se graban los éxitos de audiencia, envidia del mundo del espectáculo. La joven, tiene en sus manos el primer proyecto importante de su carrera; un reality del que depen...